Surgió de la blancura
Un rostro tan hermoso…
Tan hermoso…
Una cara que llevaba
Ángeles esculpidos
Ángulos como toboganes
Por donde la mirada
Deslizaba su admiración
Como si las pupilas
Fueran niños
En ella clavé mis ojos
y un beso sin pincel,
rimas ni colores,
escapó de mis labios
Como de un establo
Un salvaje corcel
No se enteró nadie
Nadie se enteró
Del temblor de un beso
Redondo y grande
Estaba solo
Me mordí los labios
Y me bebí su sangre
Todavía vive. Tiene noventa y un años
ResponderEliminarMaureen O'Hara
Bella entre las bellas y amor platónico medalla de oro, la culpable de que me siga mordiendo el labio inferior cada vez que la veo. He aprendido a controlar la presión del mordisco y ya no me hago sangre, pero al principio me hacía sangrar como un cochino
Tú estás como enamorado siempre, no?
ResponderEliminarEres un chiquillo :)
Te mando un beso..me encanta tu cálida humanidad Luis.
Querer lo que haces, querer a quien te quiere a tí y tienes a tu lado, querer lo que quisieras tener y no puedes...., no pueden faltar estos tres ingredientes para poder decir bien alto : confieso que he vivido.
ResponderEliminarUn beso, Brujita hermosa. TAmbién te quiero a tí
Luis, no sé lo que es morderse el labio hasta hacerlo sangrar...pero hace bien poco, un leve roce con unos hermosísimos labios...provocó que en décimas de segundo afluyera la sangre de tal manera...que me salió una calentura tremenda que desapareció por si sola...al cabo de unas horas...
ResponderEliminar¡Ay!
Por cierto, no tengo ninguna actriz fetiche...pero he de confesar que cada vez que veo a Meg Ryan...me aparece por dentro una corriente de simpatía y de buen rollo hacia ella, fuera de lo común...¡Ja,ja,ja!
¡Un fuerte abrazo!
Ananda