miércoles, 24 de agosto de 2011

A MENOS DE UN CUARTO DE LA TERMINAL (título-plagio descaráo)

Me planto.
Tengo buena mano. Son cincuenta y dos cartas donde tengo de todo: oros, y hojalatas, espadas y puñales, bastos vastos y pequeñitos; y corazones, sobre todo corazones que son los que me van a hacer, creo, ganar la partida.

Me planto con cincuenta y dos

No quiero ni una carta más. ¡Que me planto, croupier, ….! ¿ por qué te ríes por lo bajini? Eres un insolente….quiero hablar con tu jefe!

.- ¿Con mi jefe? Cuando usted hable por fin con mi “Jefe”, que es también el suyo, es cuando le dejaré de repartir cartas, así que no tenga tanta prisa por hablar con mi jefe….., y siga jugando, hombre! No voy a parar de repartirle cartas, nada de plantarse, caballero. En este casino donde usted ha nacido no es posible.

.- Exijo la Hoja de Reclamaciones

.- Las Hojas de Reclamaciones están reservadas únicamente para los jugadores que terminan la partida muy pronto. Usted sólo tiene derecho a una pataleta , a una rabia-rabiña…pero sin dejar la partida. Le aseguro que es perder el tiempo y no merece la pena….

.- ¿Y cuándo me toca la siguiente carta?

.- Dentro justo de un año.

.- Entonces…¿no es posible plantarse con cincuenta y dos?

.- Mire, señor, ….no debería decírselo, soy un profesional…, pero haga lo que hacen todos los buenos jugadores…resérvese un as en la manga….., sea usted de los que han nacido para ser jóvenes toda la vida….


lunes, 22 de agosto de 2011

NADA NUEVO BAJO EL SOL


Artículo del periodista Fernando Lázaro:

"Cuando tengo que ocuparme de informar sobre manifestaciones acudo con mucha antelación para empaparme del ambiente. El miércoles no fue una excepción. Cogí el Metro. Y vi un Metro tomado por jóvenes, muy jóvenes. Y vi un ambiente festivo, desde Cibeles hasta Sol. Madrid era peregrino y multicolor. Pasé por el kilómetro 0 y vi una plaza repleta de peregrinos-turistas. Y me acerqué hasta Tirso de Molina, lugar de donde arrancaba la manifestación laica, anti Papa y, por lo que se vio, anti peregrinos.

Inicialmente el despliegue policial era discreto, quizá demasiado. Apenas una veintena de agentes de las Unidades de Intervención Policial acompañaba a la cabecera de la manifestación. Y, como era de esperar, el punto caliente fue Sol, con la llegada de los manifestantes al cruce con la calle Carretas. La Policía había abierto un pasillo de anchura suficiente para que la manifestación atravesara la zona. Fue allí donde los más radicales de la manifestación y los peregrinos cruzaron gritos: «Pederastas», «nazis» e «hijos de puta» era contestado por los pocos jóvenes que había en la zona con gritos a favor del Papa. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.

La Policía puso un leve cordón de separación en esa esquina, pero poco más. Y los manifestantes iban ganando metros. Su intención era clara. Los más radicales querían tomar la plaza. «Esta es nuestra plaza» y gritos de «fuera, fuera; menos rezar y más follar». El tono fue adquiriendo un aire amenazador tremendo. Las caras de los radicales estaban completamente desencajadas, fuera de sí. Había a quien la vena del cuello ya no se le podía agrandar más. Llevo más de 20 años haciendo información sobre seguridad y terrorismo, pero hacía muchos años que no veía tanta inyección de sangre en ojos de manifestantes. No eran todos, ni mucho menos, pero algunos daban miedo. Muchos estaban fuera de sí. «Os vamos a quemar como en el 36», gritaban a los jóvenes de la JMJ. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.

En el esquinazo de la polémica no habría más de un centenar de peregrinos. No era para nada una contramanifestación. No ocupaban la zona por la que tenía que atravesar la marcha laica. Esos peregrinos eran extranjeros. Allí había italianos, belgas, australianos, franceses, italianos, egipcios... Y algún español, sobre todo voluntarios. La media de edad, menos de 18 años. Que nadie me lo cuenta, que estaba allí y lo vi en primera persona.

El Ministerio del Interior ya estaba avisado de que era una zona de riesgo, que no era recomendable autorizar esa marcha y menos por ese recorrido. Los informes apuntaban a que podía haber una importante infiltración de radicales en la manifestación de laicos.

Porque, eso sí, el grupo de radicales, violentos, que se comportaron como energúmenos, no superaría el millar en una marcha que congregó a varios miles de asistentes. La visceralidad de los ataques de esos radicales fue intensa. Poco a poco fueron tomando la Puerta del Sol. Bordearon el cordón policial por derecha y por izquierda. La siguiente maniobra, ante la inicial pasividad de los agentes, fue rodear a los pequeños grupos de peregrinos y, mediante empujones, gritos, insultos y patadas, sacarlos de la plaza. También tuve que sufrir esos empujones y patadas. Peregrinos, periodistas... qué más les daba, la plaza tenía que ser suya. Sobrábamos los demás. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.

Primero actuaron contra un grupo de apenas media docena de australianos. Después les tocó a los franceses. Los italianos no se quedaron al margen. A los egipcios también les tocó.

Algunos peregrinos, veteranos, hacían frente a los insultos de los autodefinidos como indignados, que buscaban el cuerpo a cuerpo. Y así, al grito de «ésta es nuestra plaza», los radicales que participaron en la manifestación ocuparon de nuevo la Puerta del Sol. Durante estas maniobras de desalojo de peregrinos la pasividad policial fue total. No pude evitarlo. Ya al cuarto incidente de acoso, hostigamiento y empujones contra peregrinos me acerqué a los policías, que permanecían en los alrededores del edificio de la Comunidad de Madrid, para advertir de que la situación estaba tomando un sesgo extremadamente peligroso. Silencio. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.

Una vez expulsados de la plaza, los radicales dirigieron sus esfuerzos a controlar el Metro. Por allí salían decenas de jóvenes peregrinos que se dirigían a cenar. No menos de 500 personas se concentraron en la puerta del suburbano. Allí se montó la mundial. Este grupo, de nuevo incontrolado, comenzó a arremeter contra todos los peregrinos. Insultos, coacciones (ya sabéis, eso de gritarte a la cara a menos de 15 centímetros), escupitajos... La escena era dantesca. Auténticos cafres lanzando gritos y amenazas a los jóvenes (por cierto, la mayoría mujeres) que salían del Metro.

Vi mucho pánico en los ojos de los peregrinos y vi a muchas, digo bien, a muchas que al ver el espectáculo rompieron a llorar de puro miedo. Aún tardó la Policía en llegar a la zona. Abrió un pasillo para que los peregrinos salieran de Sol. Los radicales eran los dueños del kilómetro 0. Se envalentonaron más y arremetieron contra la Policía. Y un radical con numerosos antecedentes dio el pistoletazo de salida a los incidentes.

Una botella contra los agentes y la Policía cargó. Antes, las mochilas naranjas, los crucifijos y hasta los alzacuellos eran una «provocación» para esos radicales. «Es que nos están provocando», «es que están rezando», se justificaba uno de los empujadores profesionales. Y se me ocurrió preguntar por qué les provocaban. «Porque están aquí, porque existen, porque les vamos a prender fuego otra vez, como en el 36». Madrid era hasta ahora una ciudad donde cabían todos los pensamientos. En Sol, eso se acabó."





miércoles, 17 de agosto de 2011

NO INVIERTO EN BOLSA


No invierto en Bolsa porque me pregunto cuán peludo era el torso de Beethoven y si las estrellas, cuando estallan, cantan como sus sinfonías….Porque cuando detengo mi mirada en una boca de cereza oigo brotar la simiente de un deseo reprimido….No invierto en Bolsa porque a veces la tristeza me envuelve como una niebla sedosa de la que salgo sudando rocío…Porque me embriaga el olor de una ausencia hasta marearme o convertirme en egoísta. …Porque me pregunto cuántas liras sonoras caben en un espíritu alegre…. No invierto en bolsa porque mis ojos sólo quieren llenarse de valles brumosos y fuentes del bosque y montañas que a lo lejos se difuminan con el sol, y sonrisas que se funden como chocolate en tus manos….Porque sólo quiero la luz de esa cerilla que enciende el alma con un verso o un beso y que alumbra el gozo de los cuerpos como luciérnagas de sueños en un jardín….No invierto en Bolsa porque sangro palabras peregrinas que navegan por mis venas en una odisea sin fronteras. ..Porque, cuando me levanto por las mañanas , mi almohada aún tirita de deseos camino del destierro hasta que la noche los regresa como una cuerda de presos. Porque soy pueril y ñoño y cursi y carezco de ambición …Porque vivo en un reino extraño, casi en el vacío, y solamente envidio la fuerza de los árboles y a los viajeros valientes de ojos milenarios y porque solo quiero el mérito de deletrear el silencio de la lluvia cayendo con un cuentagotas de ternura


¡No! No invierto en Bolsa porque nunca me tendrá en su poder su pecado y su locura

lunes, 15 de agosto de 2011

CARAVANA DE BESOS


Eres tan son de alma

Tan honda y flor abierta

Tan gozosa en tus gemidos

Que cuando así callas

Oigo tu carne hecha grito

Mecido a ti viajo

En la caravana de los sentidos

Hacia un amor sencillo

Que alza con breves suspiros

Una ciudad secreta

entre laberíntos
de íntimos besos

donde se pierde y juega

 un niño
y todos los modos de ternura
que puedan inventarse
son permitidos





sábado, 13 de agosto de 2011

LO INOLVIDABLE








Querido Ananda…te preguntarás que con tanto por ver en París qué hago gastando un solo minuto en emborronar estos folios. Una de las lecciones que aprendes de París es que no se debe olvidar lo inolvidable. París es inolvidable por sus boulevards, su gris anaconda en forma de río continuamente acariciado por las quillas de cien barcos repletos de galantes admiradores que en vez de regalar flores hacen fotos, sus avenidas con olor a mosqueteros en salones de bailes, por sus mujeres que guardan lo mejor de su belleza en sus bolsos y sólo la sacan íntegra cuando te dedican una mirada de más de cinco segundos, por esos monumentos que ablandaron a Choltitz ,el comandante nazi que desobedeció la orden de arrasamiento total dada por el faraón loco de los mil años, por esas catedrales que parecen levitar sobre el suelo como plúmbeas nubes de piedra, por su Montmartre al atardecer en el que amanece la paz de los pintores, la ciudad que elige el otoño para hacer música con el vuelo y el batir de las hojas caducas que alfombran plazas cuyos gritos sordos aún se oyen, donde descubres paseando entre viejas librerías custodiadas por el Sena -como un foso protege a los habitantes que viven en el Castillo sereno de las Letras- la diferencia que hay entre pasar el tiempo y vivir su transcurso en su eficacia; donde sus museos, sus jardines, …hasta sus cementerios…., saben que desearás volver una y otra vez hasta que , quizás, ….te quedes para siempre.

Y es verdad….., el Amor en París se abisma entre intensas luces rojas si te concede la dicha de derramar su transparente maravilla como una diosa desnuda.

Pasión reverberante París, que abre y abre y abre ramajes en tu alma.

Por eso te escribo, Ananda. Porque París me enseñó a no olvidar lo inolvidable : a los aires que besan las sombras, a las primaveras que visitan la noche, a la calma que alivia la sed de los secretos y a las melodías de humanidad que viven ocultas en las crines de los unicornios azules. Tú dices que no has estado en París. Pero yo sé qué París está en ti.


jueves, 11 de agosto de 2011

NO SÉ QUÉ TÍTULO PONER A ESTE POST


Todavía estoy sacudido por lo que he escuchado hoy de labios del actor Harrison Ford en el telediario de Antena 3

Marga: .-" ¿Lo has oído igual que yo?"
.- Sí
.- Ha dicho lo mismo que llevas diciendo tú varios años, que la sociedad se va pareciendo cada día más a la que muestra la película Blade Runner, "por desgracia" ( ha añadido Harrison). Yo no quiero vivir en esa sociedad, prefiero morirme antes.

Y para rematar la faena, nada mejor se me ocurre que distraernos viendo la precuela "El Origen del Planeta de los Simios"

La economía mundial en manos de unos mangantes especuladores manejando una computadora binaria que combina avaricia y juego, y administrada por delegación por gobernantes, o inútiles y papasfritas como los nuestros, o directamente corruptos y derrochadores; la juventud londinense dando ejemplo e imitando a los drogos de la Naranja Mecánica a patada limpia y sin música de Bethoveen de fondo, y ambas noticias copando las portadas de los periódicos y abriendo todos los noticiarios mientras cuatro millones de personas se están muriendo de hambre en Etiopía ahora mismo, mientras escribo y no me muevo de esta silla. Cuatro millones de inminentes cadáveres por inanición en el siglo XXI.  Eso no mola. No es noticia.

Creo que nos mereceremos ser desplazados del mundo racional por los simios y también por las cucarachas y que la Estatua de la Libertad yazca semienterrada en algún lodazal. Ni siquiera nos merecemos el grito desgarrador de un Charlton Heston incrédulo.

(Ananda, gracias por las abuelillas en tanga. Pero son abuelillas con tongo, eh? con más botox que los labios de la Thyssen.., aunque reconozco que no están nada mal. Luismi está ya sin escayola e iniciando la rehabilitación. Se recupera lentamente pero se conforma porque al menos ya puede apoyar el pie. Gracias, Miguel)

En fin, que estoy de bajón en mi fe por la Humanidad.

Estas revueltas en Londres........., No. No y no. Nada tienen que ver con el 15-M, y veo que muchos analistas se empeñan en establecer paralelismos argumentando que nacen del descontento por las tremendas desigualdades sociales que existen en la, por lo visto, elitista sociedad británica. Lo que he visto en la tele no son descontentos ni indignados. He visto pandilleros. He visto drogos envilecidos por la violencia, hasta el punto de robar a un chiquillo malherido no sé qué de su mochila. Eso no es la expresión de un sentimiento revolucionario para mejorar las cosas.

Eso es la preconización de la sociedad que retrata Blade Runner. Una sociedad en la que los muñecos y los robots son más humanos que los humanos y los únicos que se merecen "ver rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhauser"

Nosotros, nosotros nos merecemos que nos parta un rayo

viernes, 5 de agosto de 2011

SERVICIOS HUMANITARIOS

La abuela en cuestión en pleno ataque fiero

-. Sé que mi petición es increíble y que me pongo en ridículo. Solicitar ayuda económica para poder comprar pastillas y vitaminas de ésas que comen los astronautas....Pero no tengo salida. Mi pensión es corta y mi médico de cabecera es medio compadre mío y no quiero servirle de cachondeíto. Mire usted, es increíble, lo sé, lo sé.., pero de un tiempo a esta parte mi mujer no para. Es una bestia. Le ha dado por ahí...¿sabe, me entiende?. Le ha dado por la cama. Por la cama a toda hora. Por la cama, por el pasillo, por el sofá, por la ducha, ..a todas horas y en cualquier sitio. Tiene sesenta años, debería comportarse. Pero no, se me pone golosona en cualquier sitio y ..¡zás, aquí te pillo , aquí te mato! Tengo "sonambulismo" : toda la noche despierto, al acecho por si me ataca de nuevo. Estoy de los nervios y no entiendo qué le pasa. Siempre ha sido más bien corta con los asuntos de alcoba,  y cuando se prestaba lo hacía como si me hiciera un favor cristiano. Y ahora, ahora que tenemos nietos, en vez de leer revistas o hacer ganchillo o ver telenovelas, se ha convertido en la pantera negra. Y yo ya no puedo más. Tres, cuatro, cinco..hasta seis veces si no pierdo la cuenta , al día. A lo mejor es que tiene fiereza en sus partes o como se llame lo que llaman los médicos.

.- Furor uterino

.- Eso, furor uterino. Necesito un respiro. Todo el día comiendo uvas pasas, avellanas, almendras crudas, cereales y aguacates. Me tomo vitaminas y jalea real a escondidas y no puedo gastarme más dinero y tampoco aguanto más físicamente.

.- Mire, por proporcionarle alguna pequeña subveción para vitaminas no habría problema, pero tenga en cuenta usted que las subvenciones pasan primero por un comité de valoración, que su caso va a ser conocido y que va a convertirse en la comidilla de todo el pueblo. Pero su problema no es para echárselo a broma, es serio, porque usted está angustiado por el nuevo apetito sexual de su esposa.

.- ¿Y qué solución le ve usted?

.- Mire, en realidad esto está fuera de mis atribuciones, pero me permito aconsejarle que consulte con un sexólogo y valore la conveniencia de emplear aparatitos de ayuda.

.- Si lo he pensado, pero no sabe usted la vergüenza que me da ir a un sexólogo y mucho más a una tienda de aparatos.

.- También lo puede usted adquirir discretamente a través de internet

.- Eso menos todavía. No me manejo bien con los ordenadores

.- Consulte con un sexólogo. No es una enfermedad, de verdad que no. Se trata sólamente de adecuarse los dos y de hablar las cosas.

.- ¿Y yo le puedo pedir a usted un favor, ya que me está demostrando ser tan comprensivo y me quiere ayudar?

.- Pues si es algo que está en mi mano que no sea dormir en su cama, sentarse en su sofá, colgar un cuadro en el pasillo de su casa o darme una ducha en su baño....

.- ¡No, hombre, no!  Se trataría de que me acompañara a uno de esos mercados donde venden, ya sabe, esos aparatos...

.- Bueno, esos aparatos no se venden en un zoco ni en el mercado de abastos, sino en sex-shops y son muy discretos.

.- Pues si me acompaña no sabe usted el favor que me haría, a ver si puedo así detener a la fiera.

.- Es una petición, ya le digo, al margen de mis funciones y competencias, pero le voy a acompañar a usted como un favor personal y  porque, aunque esto parezca de risa, le veo muy angustiado.

.- No sabe cómo se lo agradecería. Pero le tengo que pedir otro favor....

.- ¿Otro?

.- Sí, y es pedirle que, si es posible, me acompañe uste al chefchof ése sin el uniforme, para llamar menos la atención más que nada, no cree usted?

.- ¡¡¡...!!!