jueves, 27 de junio de 2019

FILIAS Y FOBIAS



Me pregunto si la Historia soporta bien el peso de las filias y las fobias.

Es tanto como valorar con criterios morales cuándo la repercusión de los actos humanos ha tenido como resultado el progreso o el retroceso de la sociedad, el aval del devenir temporal o su repulsa.

De algo sí ha de ser la Historia garante: de guardián contra el olvido. Ni cuando sus acontecimientos han servido para dignificarnos como protagonistas ni cuando hemos descendido a los infiernos cometiendo toda clase de salvajadas que han denigrado nuestra condición humana.

Existen páginas de nuestra Historia que son simplemente juzgados por la objetividad inmediata. Los ejemplos son múltiples. El nazismo fue objetivamente una aberración por la que hay que pedir perdón una y mil veces. Y Alemania lo ha hecho, hasta el punto de que ahí, ser nazi o negar el Holocausto, es delito. Han asumido su complicidad ominosa como pueblo y han reconocido la borrachera inhumana en la que se sumieron y el sufrimiento que causaron.

No admite duda ni discusión. El nazismo, los jemeres rojos, la revolución cultural china, la era estalinista, La Trata de Esclavos, las Cruzadas, la yihad del Boko Haram y del Isis islámico destructores....Son cajonazos históricos sin redención posible.

Nunca está de más reconocer responsabilidades por el trato vejatorio que infligimos a los pobladores indígenas de aquella época. No pasa nada por pedir perdón.

Lo que me molesta como enamorado de la Historia es la omisión, también culpable, de todos los efectos positivos que tuvo una acción humana con el pretexto de señalar las maldades de unos a costa de las supuestas bondades congénitas de otros.

He leído que un consejero catalán viajó hace poco a México con la misión de pedir perdón por los desafueros cometidos por los españoles genocidas.

Y desde aquí denuncio que se trate con tanta falta de respeto a una señora que exige, ante todo, rigor, y que huye de las tergiversaciones históricas interesadas.

La Leyenda Negra fue construida concienzudamente por unos angloholandeses calvinistas carcomidos hasta los tuétanos de pura envidia imperialista. Y coló..,  tanto que está inoculado en nuestro propios prejuicios históricos.

Sí, es cierto. Existen momentos en la Historia que son para avergonzarnos, y que deben ser tenidos continuamente en cuenta para no repetir los mismos errores.

Pero también existe, como diría Stefan Zweigt, momentos estelares de la Humanidad de los que únicamente se pueden abochornar aquellos que convierten a la Historia en un panfleto político con el que ganar simpatías ideológicas.

La Historia admite críticos, admite filias y fobias. Lo que no admite son mercaderes de opinión sirviéndose de la parte del tenderete que les interesa.

Y esta reflexión va dirigida tanto a este correctísimo y repentinamente concienciado político catalán ante el genocidio español como a los señores de VOX. Tanto a los que condenan como a los que glorifican acontecimientos históricos que deben ser examinados con el Tiempo convertido en juez supremo y el rigor intelectual en su amanuense.

A un judío, a un discapacitado, a un homosexual, a un gitano, pregúntales si le deben algo bueno al nazismo. Lo mismo se puede decir del pueblo taíno, esclavizado por los primeros colonizadores hasta su práctica extinción.

Ahora bien, pregúntales lo mismo a las otras tribus que vivían bajo el régimen de terror de los aztecas, que los evisceraban vivos como si fueran carneros para ofrendar a sus sanguinarios dioses. Pregúntales si les deben algo a los españoles. No dudaron en aliarse con ellos.

De eso no se hace mención. De la faceta civilizadora de la Conquista nunca hablan los detractores.

Es como si el Imperio Romano, del cual todos somos sus herederos, con su inmenso patrimonio cultural y material, solo fuera juzgado porque masacró a saguntinos y numantinos. Y a la porra todo lo demás.

Pues nada, que Salvini o alguno de sus ministros nos pida perdón por destruir Sagunto y Numancia, por haberse llevado cinco mil toneladas de oro de las Médulas leonesas.....Propongo, para olvidar aquella intolerable dominación imperialista demoler el Acueducto de Segovia y convertir Itálica en una caballeriza como hicieron los sans-culottes con Notre Dame. Y adoptar el chino mandarín como lengua oficial del Estado que nos libre del latín subyugador del que nacieron todas nuestras lenguas.

La Historia invita también a críticos y heterodoxos. Se enriquece también de ellos.

Pidamos perdón, sí. Pero también reconocimiento. Y dejemos de hacer el ridículo ya con nuestros prejuicios con marcado cariz político a la hora de enfocar la Historia. Pocos países como el nuestro pueden presumir de haber influido tantísimo en el devenir de la Humanidad, para lo malo y también para lo bueno.

viernes, 21 de junio de 2019

TRES ERAN TRES



Me alentó la sugerencia de Talkin y he escogido a tres secundarios de aquella aventura tan increíble y que se alimentó de todo lo bueno y malo que tiene la condición humana, .No quiero extenderme mucho, porque gracias a internet podemos reunir tanta información como queramos con una inmediatez que en aquella época no existía.

Por favor, no perder la perspectiva de que estamos hablando de personas que vivieron en siglos donde la conquista era el pan nuestro de cada día, una época en la que todas las naciones y todos los imperios andaban a la greña a lo ancho y largo de todo el orbe. Una época en la que el mismísimo Papado católico era uno de los más beligerantes.

Esos hombres lo hacían todo a ciegas, sin saber qué les depararía cada campaña, cada intento, cada alocada aventura. Seres guiados por el instinto animal de la conquista, de la riqueza, de la gloria, de la supervivencia.

Tres, fueron tres. Tres secundarios que pasan de puntillas por la historiografía oficial.

Pedro de Alvarado, Alonso de Ojeda, Antonio Pigafetta.

PEDRO ALVARADO, UN ELEFANTE EN UNA CACHARRERÍA

En una época en la que la estatura media de los europeos apenas rebasaba el 1.55, más reducida aún el caso de los indígenas americanos, aparece este NBA de dos metros, pelirrojo, barbado y malvado, sobre todo malvado. El efecto intimidador que debió causar este gigante debió ser arrollador. Es la personificación de la crueldad, de la avaricia, esa clase de espíritu conquistador que todo lo arreglaba a base de mandobles y matanzas. Un heraldo del terror como arma de conquista.

Lugarteniente de Cortés, no aprendió de su capitán el arte de la diplomacia con la que se consigue más beneficios que con el mero grito de guerra. Tampoco calculó bien Cortés las consecuencias devastadoras que tuvo delegar en este cabeza de chorlito la jefatura de Technotitlan, en su ausencia mientras plantaba cara a las huestes de Pánfilo de Nárvaez, comisionado por el envidioso gobernador de Cuba para poner freno a los sueños de Cortés. Cortés dejó de ser un traidor a la Corona cuando llenó de oro las arcas del tesoro real. En esa miniguerra civil se impuso, una vez más, el genio militar y las dotes diplomáticas de un Cortés siempre atento al mínimo desgaste y el respeto por el adversario.

Mientras tanto...¿qué hizo Gargantúa?, pues nada, aprovechó las fiestas locales de los confiados aztecas, que ya estaban resignados a los nuevos tiempos y daban por bueno el entendimiento con Cortés, para provocar la absurda matanza de diez mil pobladores ¿Motivo? Por la paranoia de un posible complot antiespañol, y , básicamente, porque se aburría.

Enterado del desaguisado, Cortés apresuró su regreso, pero la mecha de la revuelta india ya estaba prendida, y con razón. Afeó a Alvarado su reprochable conducta, sus veleidades exterminadoras.

El siguiente capítulo lo conocemos todos. No pudo Cortés enmendar el entuerto pacíficamente y costó la vida de muchísimos soldados españoles y aliados y la destrucción y muerte de esa increíble ciudad lacustre con casi todos sus moradores, víctimas de la represión, el hambre y las enfermedades.

Cuando se sofocó la revuelta, le faltó tiempo a Cortés para librarse de ese incompetente, y si no le ahorcó fue porque medía dos metros y tenía muchos seguidores.

.- " Toma estos barcos, toma estos hombres y pírate"

El final de Alvarado fue el mismo que el de tantos y tantos conquistadores. Engullido por la alucinógena selva, por el afán de lucro, por su propia crueldad. Gente como él dio pábulo a la Leyenda Negra y ensombreció todos los loables logros de Cortés.

Su muerte: fue arrollado por un caballo de batalla que huía despavorido, herido por las flechas indígenas. Murió arrollado por la fuerza bruta: justicia poética.

ALONSO DE OJEDA, EL ESPADACHIN CALDERONIANO

De mis favoritos, sin duda. En el caso de Ojeda, el tamaño no importa. Era chiquitito, una especie de alcalde de Marinaleda, Sánchez Gordillo. Valiente, temerario, defensor de su honra a ultranza, inquieto, lleno de curiosidad por todo, justo con sus hombres, al final de su vida, conciliador con los indios, intrépido en la batalla y siempre en cabeza, dando ejemplo.

Se hizo famoso ya en la toma de Granada, pero sobre todo, tras embarcarse en el segundo viaje colombino, por la cantidad de duelos que ganó habilidosamente con la espada. Cualquiera que se dejara engañar por su aspecto de alfeñique se daba de bruces contra sus letales cintas mosqueteras. 

Su estrella no brilló mucho. Demasiado leal, demasiado justo. Su ocaso le llegó cuando se sintió incapaz de competir con la avidez y la locura de los Pizarro y Almagro, con las mentiras del embaucador Vespuccio.

.- "yo me bajo aquí", debió pensar cuando se le arrebató la gloria de haber culminado el descubrimiento continental de América por culpa de las triquiñuelas del insignificante Américo Vespuccio.

Tuvo tiempo, eso sí, de disfrutar del amor incondicional de la india con la que se casó, la misma que apareció muerta abrazada a su tumba pocos días después de ser Ojeda enterrado a la entrada de la catedral de Santo Domingo. En su testamento dejó dispuesto que fuera enterrado de esa forma, para que todos pisaran su tumba. Una forma de expiar todos los pecados cometidos en vida.

No voy, con Ojeda, a correr la anglosajona típica cortina de humo para ocultar los excesos que protagonizó en sus acometidas conquistadoras, sobre todo en la actual Haití contra los líderes Canoabó y su mujer Anacaona, pero es de destacar la evolución que le hizo abrir los ojos y su compasión , su ansia civilizadora y su apuesta por el mestizaje.

Creo que en la figura de Alonso de Ojeda cristaliza todo lo malo y todo lo bueno de esos hombres, de esa época.

ANTONIO DE PIGAFETTA, HOMERO A BORDO

.- " Y tú....¿qué sabes hacer?", le preguntó un Magallanes necesitadísimo de tripulantes con pericia marinera.

.- " Sé escribir"

No se lo pensó mucho el luso. Qué mejor que un cronista, un lenguaraz, que le sirviera de posible intérprete de árabe, portugués o italiano, en el supuesto de que se hablara esos idiomas en la Patagonia, pero sobre todo, que inmortalizara la gesta que estaba a punto de iniciarse.

Es, para mí, la mayor gesta la de la Humanidad, el viaje a la Luna de la época.

Pigafetta fue uno de los 17 supervivientes de una tripulación de 238 hombres. Por el camino quedaron el resto, víctimas de una climatología infernal, de unas hambrunas desesperantes, de olas de cinco pisos de altura, de enloquecedoras calmas chichas, de motines ajusticiadores, de tribus belicosas y hasta caníbales que se cobraron la vida de su líder en Cebú, de portugueses inmisericordes, de tres años de ininterrumpidas desventuras capaces de enloquecer al más cuerdo de los hombres.

Solo sobrevivieron los más fuertes, los más afortunados. Antonio era de constitución más bien enclenque. Dejó escrito un maravilloso libro, una joya, una crónica en tiempo real de aquella aventura mitológica que deja en pañales a los argonautas de Jasón, sin renunciar nunca, pese a todas las calamidades sufridas, a la descripción humorística de sus peripecias. Por momentos parece escrito por el Gran Wyoming.

¿Cuál fue su poder, su fortaleza, su salvación?

Sabía escribir. Le gustaba escribir


jueves, 6 de junio de 2019

SOLO ÉL


De todos los seres vivos, él es el que vuela más alto, el cóndor


EXTIENDE COMO ALAS TANTAS PERCEPCIONES
A TRAVÉS Y MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS
IMÁGENES CON LA HOLGURA 
DE DIVERTIDAS EMOCIONES
ENTRE LÍNEAS, UNA LLAVE
QUE NOS LANZA POR EL AIRE
PARA ABRIR ESE MUNDO TAN OCULTO
AL COMÚN DE LOS MORTALES
QUE SOLO ÉL Y NADIE MÁS, NOS ABRE
CON TALENTO
CON LIRISMO...
...A RAUDALES