Succionado como un sorbete de limón ( el ruido de agonía de la pajita al apurar el sorbete es el famoso Concierto de las Ultimas Gotas, del maestro Borboteo), Daniel comprendió que se estaba convirtiendo en una apariencia, que otra persona le estaba soñando y acudía a su reclamo dando saltos de isla en isla desierta como un Hulk borracho.
Tumbado en el hilo musical del Avalón de Brian Ferry despertó al contacto con tierra caliente. Con rígido ademán y sin poder levantar la cabeza del suelo palpó a su vera un cuerpo de mujer, y supo que era de mujer porque tocó un pezón de donde sobresalía uno de esos tickets de supermercado que sirven para aguardar turno.
¡Rás..!, arrancó su número y comenzó a escucharse cánticos y zumbidos de oraciones. Un coro de frailes vueltos de espalda morían uno tras otro con los estertores de la asfixia. Reinó entonces el silencio, un silencio que no era una detención o una espera, sino una suma de múltiples silencios de horizonte a horizonte sobre la espesura de una inmensidad vacía. La señal de que, por fin, a Daniel le había llegado ya su ansiado turno y despacio, muy despacio, paladeando ese momento mágico, levantó la vista para contemplar el rostro de la mujer que le reclamó desde la dimensión astral de los sueños.
De la gruta de una risa contagiosa una mujer de imposible belleza blanca emergía de su propia boca, distinguiéndose apenas del aire límpido. Daniel quiso hablar. Más que hablar, exclamar, inhalar, exhalar, derretir su sorpresa en un ¡oh, eres tú...! Pero qué atónito quedó al descubrir que no tenía lengua ni manos. Ni manos ni lengua. ¿Cómo era posible haber sufrido esa horrible mutilación y no sentir dolor?
-" Ya te puedes ir"..., le dijo la mujer blanca mientras, asombrado, Daniel observaba cómo cosía con agujas de deseo un vestido muy ceñido que se probó ante él, un vestido que tejió con la urdimbre de sus manos y su lengua. De su lengua y de sus manos. Ajustado tanto que su tela se fundió en su cuerpo en forma de escamas, y mientras gemía de placer se convirtió en una sirena.
De vuelta astral a su camastro tuvo tiempo Daniel de comprender: todas las sirenas del mar eran criaturas engendradas por amores imposibles y los hombres que soñaban con sirenas eran castigados con no tocar ni besar en toda su vida a una Mujer de verdad.
Intoxicados con las teorías de Sigmund Freud abstenerse de interpretar mi sueño.
ResponderEliminarMe abstengo pues a los comentarios.., es que me he quedado casi muda: creo que yo también perdí la lengua… En cambio, he ganado un sueño sin cantos de sirenas.
ResponderEliminarEs usted un soñador como la copa de un pino y me deja entre rayos de sol anaranjado dulcemente cubierta de miel y mandarinas, con olores de lilas y la risa al encuentro como agua en la fuente
ResponderEliminarde una original vida*
Besos.
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ResponderEliminarEstás castigado por no besar a una mujer de verdad.Oseaseeee a mi.
ResponderEliminarJejjeje
A mí la sirena es una figura que me atrae y al mismo tiempo me repele...es como si me diese miedo, porque sus cantos siempre suenan lejanos, perdidos en el mar...parecen reales y luego se disipan, desaparecen. Detrás de todo ese preciosismo, hay vacío.
ResponderEliminarMenos mal que sólo se quedó sin lengua y sin manos en el sueño...
menos mal que pudo besar, y eso es seguro: a una mujer de verdad.
Besitos.
Urlandilla, si te abstienes es que eres una freudiana. Pero como me gustas tanto te perdono y "te doy permiso" , jeje..., para que sigas yendo al psicoanalista, jijiji..
ResponderEliminarCaráy, Ardaire, eres la auténtica mujer tutti-frutti, jajaja..Un beso y gracias por visitarme.
Núria...ay Núria. Aunque me has costado mis disgustos, sigo pensando que eres buena tía aunque plomo e impertinente como tú sóla. Estás hecha una pupas, primero la clavícula, ahora la rodilla..Ves más al gimnasio y no estés tanto tiempo frente al ordenata, que la salud es lo primero. Un beso, Nancy Koñazo :P
Pues mi querida que es más que amada sirenita S., creo que eso tendría arreglo, no? Tampoco estamos tan lejos el uno del otro, jajajaja...(ay dios, que me cierran otra vez el blog...)Un besito y espero que vayas mejor de lo mejor de la vida: tiempo libre
Hola, cariño. Pues entiendo tu repelús sirenístico. La verdad es que la pintura, el cine y la poesía nos presentan a las sirenas como el colmo del exotismo sexy, pero como me metiera en la cama y sintiera una cola de pescado moviéndose entre mis piernas, como mínimo de la lámpara del techo me cuelgo de un brinco. Un besito, Lidi. He visto una foto tuya en la Juana que estás guapísima, con esos ojazos que te adivinan hasta la numeración del DNI. Llámame empalagoso pero te lo tengo que decir: ¡preciosa!
hola karinyet!!!!!!!!!!!!!! en cuanto me ha llamado cachorro para decirme que volvías a estar aquí, no he podido esperar más,
ResponderEliminarCómo estás?
Petonets!!!!1
Mujer tutti-frutti :) qué imagen...oye, voy a empezar a tutearte que si no me río más de la cuenta.
ResponderEliminarBesos y a soñar.
"Prefiero ser odiado por lo que soy que amado por lo que no soy".
ResponderEliminarKurt Cobain
P.D.: ADIÓS Luis: trankilo k no voy a darte más el koñazo en tu blog...pero no te olvides de ese amigo k tenemos "a pachas" y no me refiero sólo a k "públicamente" preguntes por él...k me molesté a darte su móvil y ni un FW: sikiera...¡¡¡ADIÓS!!!
Nunca te he odiado, Nancy, y nunca te odiaré. Pero qué paradójico me resulta que los dos extremos me hayan dicho adiós. Pues adiós y cuídate. También a tí te deseo lo mejor. Yo sigo siendo aquél, como diría Raphael.
ResponderEliminar¡Hola, Sistercachorrina! Qué alegría volver a verte. Bien, estoy bien. ¿ y tú? Tu hermano sé que sigue igual de sinvergüenza y espero que tú igual de güenajente amén de guapetona . Muás de rebienvenida.
Arairita, sí, será mejor que nos tuttifruttituteemos. ¿Acabamos de inventar un nuevo verbo? Pues miedo me da el pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo, jajaja...
¿En la Juana? jajaja...y eso dónde es guapísimo?
ResponderEliminarBesitos sin sirenas.
Vaya por dios!!!yo que creo haber sido sirena en alguna otra vida...
ResponderEliminarjajaja.
Luis guapoooooooo,me ha gustado tu "sueños de sirenas".
Un beso,y mis mejores deseos para tu hijo.
Bueno en el Simpulso tb dije adiós y sigo dando el "koñazo"...te mandaré un correo, vale? Un@ tiene su "impulso" y no me gustó tu contestación...eso es todo...En "vivo y en directo" soy más impertinente todavía...y el tapeo en la Barceloneta keda pendiente para cuando vengas a BCN...
ResponderEliminarNúria.
No le hagas caso a Freud, el era un soñador de aquellos y jamas pudo con su complejo de Edipo.
ResponderEliminarUn relato que me deja con bellos sabores, y eso es bonito, mucho!
Quiero mas sueños, me agradan saber de ellos.
Te brazo!
Gracias, Carla. Pues espero poder rescatar más sueños, pero eso es difícil, porque son muy escurridizos.
ResponderEliminarCarpita, tu post demandado ya está calentando motores, pero te pido paciencia, porque ahora tenemos hospitales por un tubo una temporadita.
¿Permiso? Jajajajaa.. Claro, es que sin tus permisos no puedo vivir, ni respirar.. jijiji
ResponderEliminarBesos, señor psico..
los dos extremos se tocan, y tu lo sabes, suelen ser iguales por ser simplemente extremos.
ResponderEliminarMe enteré de casualidad, me lo dijo un amigo querido, ya sabes cual, y entro a leer tus cosas y a decirte aqui, en un post ya pasado de dias, que me alegro mucho de ver que sigues adelante.
un beso