"Vivir es escribir con todo el cuerpo"...., qué bonito! Aquí os traigo esta frase para compartirla con vosotros. Y tu mano, tus dedos agarrando un bolígrafo o tecleando pueden convertirse en el nado de un cisne sobre un lago de palabras.
Me doy cuenta de la profundidad de esta frase cuando reparo en la clase de escritores que más me gustan. ¿Quiénes son los que más me fascinan? Y me vienen a la mente una pléyade de escritores encabezados por Jack London contrapuestos a esa otra raza de grandes escritores que apenas se movieron de su silla y aún así fueron capaces de escribir extraordinarios libros. Fenimore Cooper escribió el maravilloso "El último Mohicano" y no vio un indio en su vida.
Pero Jack London, Joseph Conrad, Richard Burton, Tolstoi, Pérez Reverte, más, muchos más..., son escritores todos ellos que no dudaron en viajar al corazón de las tinieblas y que gracias a su talento innato como narradores y a su amor por la escritura convirtieron su arte de vivir en arte literario , aún a costa de infinidad de sinsabores o sacrificando incluso su salud.
Pero es cierto que hay una diferencia abismal entre el escritor vitalista y el sedentario; entre el que sale al mundo para conocerlo y vivir mil peripecias y el escritor dotado de una poderosa imaginación que nos transporta a escenarios y situaciones en los que él, personalmente, nunca ha estado, independientemente de sus estilos narrativos.
Es el pulso, es el temblor, es una respiración y una sensación física la que escritores como Conrad o London te transmiten. Captas la diferencia perfectamente con respecto a ese otro tipo de artesano de la palabra que te remueve intelectualmente, eso sí, y más si es un gran prosista, pero......¿verdad que les falta algo? Lees La Quimera del Oro o La Isla del Tesoro y puedes temblar de frío, oler el mar, la selva, sentir la sangre, el beso del conflicto, el salvajismo del paisaje, la pólvora te marea, el sufrimiento te encoge y la alegría la sientes como si los estuvieras masticando a bocados fieros.
¿Escribir o vivir? Es una disyuntiva que puede fusionarse milagrosamente, con talento. Viajar al corazón de las experiencias, transmitirlas con más o menos ingenio y estilo, ser recompensado con el premio de escribir o hablar sobre ellas con criterio.
Ese momento, ese único, mágico e irrepetible momento que hace que todo se entienda, que todo sirva, que todo encaje, sólo se puede sentir después de haber destilado una visión o experiencia a través de tus sentidos y dejando caer su esencia en manos de la escritura convertida en traductora. No evitar las cosas, no cambiar el destino de ninguna de ellas, hundirte en su pozo, elevarte por las nubes y...después de vivirlo todo, escúchate porque sobre tí descenderá el tiempo de dialogar con todo para entenderte y entender todo mejor.
¿Escibir o vivir? Hay algo mejor: Escrivivir
Mi disyuntiva Luis sería leer o vivir.No tengo talento para escribir.¡Ojala!.Me encantaría,aunque leer también es una manera de viajar.Estoy leyendo una seria de cuentos de García Marquez y consigo viajar a otra época , ver a los personajes con claridad e incluso oler el café que toman.
ResponderEliminarUn placer leerte a ti también siempre.
Un abrazo.
xulita
Qué linda entrada, Luis¡¡ También me gustó el comentario de Xuli, tiene también mucha razón, leer es un modo maravilloso de transportarse y vivir cosas y visitar lugares que quizás no existan o nunca pises.
ResponderEliminarLo que dices Luis en cuanto a la escritura? a ambos nos gusta escribir, lo hacemos de modos diferentes quizás, pero con el corazón o desde allí al menos.
El otro día Ana (Aby) que ya le conoces o le has leído al menos, me comentaba por face, que hay veces que prefiere no leerme porque soy muy directa algunas veces cuando cuento cosas sobre mí, cosa que le sensibiliza demasiado. Es que honestamente, no se escribir desde otro sitio, no me sale escribir de modo rebuscado o andar con mucho "gre, gre, para decir Gregorio" cuando de mí se trata. Y aún cuando escribas un cuento o un poema -esto último a mí me va fatal, no es mi veta- también lo enfocas desde allí, verdad? Por eso hay veces que cuando algunos escriben poesía, que son bellísimas por cierto, me abstengo de comentar muchas veces, pues si bien en algo capto el concepto, no sé si lo que yo estoy interpretando es o no lo que quiso decir quien lo escribió.
Me encanta el nuevo verbo: yo escrivivo; tú escrivives; él/ella escrivive; nosotros escrivivimos...
GENIAL¡¡ Un besazo, Luisito¡¡¡
Leer es como el compuesto vitamínico que te ayuda a vivir mejor sin que te falten los nutrientes básicos: educación, tolerancia y cultura. ¿Qué decirte de Gabo? Que es inmenso, otro superviviente capaz de convertir sus experiencias en un magistral escaparate en el que te detienes con la boca abierta. Gabo es tan cercano...Me encantan esos escritores que a las diez páginas parece que llevas siendo amigo de ellos toda la vida. Un beso, Xulita.
ResponderEliminarAy, Zully, con la poesía tengo problemas...¿cuántas veces he escrito alguna , la he publicado aquí en los Asombritos, y al poco me han llamado para preguntarme cuándo me iba a suicidar? Literaturizar un estado de ánimo confunde, porque desde fuera no hay forma de medir qué hay de poesía y qué hay de verdad. Hay una necesidad de expresión y a veces ni tú mismo lo entiendes y por eso recurres al viejo truco de plasmarlo en palabras para ver si te enteras de lo que realmente te sucede. Por lo demás, si me gusta tanto tu forma de escribir es porque escribes con las vísceras: escribes con el hígado, con el corazón, con el olfato, con la entrepierna, con los ojos, con el tacto,con los recuerdos ...escribes con una clase de salvaje intimidad que puede ruborizar un poco a quien no es partidario de airear su privacidad. Pero es que tú no la aireas en plan Sálvame de Luxe, sino que la compartes con desenfado, desdramatizando todo siempre, con el resultado de simplemente, sentirte mejor después de haber rendido cuentas contigo misma. Y además, de lujo, porque escribes maravillosamente bien y apenas se nota a qué te dedicas, que las abogadas tenéis una deformación profesional que vaya por dios.
¿Te ha gustado el nuevo verbo, Zully? ..vaya que sí, es que de vez en cuando las musas se dignan hacerme una visita, jajaja...Un besazo, guapaza
Leer fue y sigue siendo un salvavidas para mi. Una costa que seguir, plagada de luminosos torreones por donde bordear la costa de mi soledad. Libros y música no faltaban en mi raída mochila.
ResponderEliminarCada libro suponía un faro que me iluminaba el camino a la par que me transportaba en fantásticos viajes, como bien apunta Xulita.
En mi niñez, ¡Cuántas veces exploré la Isla Misteriosa!, y con qué fascinación viajaba De la Tierra a la Luna, por poner sólo dos ejemplos de mi querido Julio Verne.
Claro, de lejos me viene mi afición por viajar, aunque sea a dos ruedas.
Si puedo trazar hoy pequeñas pinceladas de color con lo que escribo es, sin duda, gracias a que en su día el señor Verne me ató en corto a la lectura.
Entonces viajaste al Centro de la Tierra, Angel. E hiciste viajes en globo, y a la luna, y recorriste los fondos marinos.¡Vamos, que no paraste y no me extraña que a la primera oportunidad vayas a toda pastilla por esos mundos! Un abrazo, vernelector.
ResponderEliminar!!Ya has terminado de tocarme el corazón con Jack London!! Colmillo Blanco me hizo vivir lo que él escrivivió. Aahhh!!! Qué maravilla! (¿Ves?, yo antes leía impulsívamente, y ahora leo para contener mis impulsos...que es peor, te lo aseguro, en todos los casos...jaja!!)
ResponderEliminarUn beso, Iluso Luis...me ha encantado esta vuelta al pasado.
Querida Pat, no dejes de leer entonces su mejor novela: su biografía. He leído varias de ese hermoso monstruo humano en todos los sentidos, pero la biografía que más me ha gustado es la de "Jack London, un soñador", de Alex Kershaw. La editorial no me acuerdo, porque lo saqué de la biblio de El Puerto Santa María, pero mete mano al google y seguro que estará. ¿Cuál es el libro que más me gusta de él? Es difícil escoger uno solo. Quizás el menos aventurero y más autobiográfico, Martin Eden. Y Antes de Adan, y Diablo, y..., es que todos me encantan. El personafica como nadie el significado que doy al verbo "escrivivir". Aunque en el arte de escrivivir, sobre todo en la faceta de vivir, hay quien le supera: el explorador políglota y traductor del Libro de las Mil y Una Noches Richard Burton. Lástima que su despechada exmujer quemara la mayoría de todos los libros que escribió.
ResponderEliminar¡ay, si me tocara una buena primitiva, jajaja...! Un beso, Pat