Apenas nuestros pasos se han cruzado en un cruce de caminos por pura coincidencia mientras transitaba como zombie por calles atestadas, estaciones repletas, bares colmados, desbordadas paradas de bus, devorado por la fiebre de llegar o de alejarme con pasos llenos de insomnio.
Entre tanto bulto en movimiento del que formamos parte, entre tanto firmamento humano, alguien consigue resquebrajar tu campana de cristal y levantar tu mirada del suelo, ese aislamiento salvador que te protege de esa locura en forma de continuo movimiento.
Y en esa novedad te detienes. El tiempo empieza a establecerse con gestos propios y los ojos a conjugarse con voz pasiva. Notas su cálida opresión, una mano que se enlaza a la tuya mientras que con la que está libre espanta como si fueran moscas a la impaciencia, las prisas, las tensiones que, sorprendidas, comienzan a capitular mansamente.
Esto sólo ocurre cuando llegas a una isla tras naufragar o cuando te dispones a llenar tu cantimplora de agua fresca tras largos días perdido en un desierto con ganas de disecar tu vida.
O cuando unos hilos de aire tejen la brisa.
Por casualidad leí un poco. Me enganchó. Después, otro poco…, y cuando quise darme cuenta mis ojos se detuvieron en ella: otro ser precioso había ensanchado mi frontera, alguien que merece detener el torvo tiempo y asomarse asombrado a la dulzura con que escribe y al Amor con el que espera.
Entre tanto bulto en movimiento del que formamos parte, entre tanto firmamento humano, alguien consigue resquebrajar tu campana de cristal y levantar tu mirada del suelo, ese aislamiento salvador que te protege de esa locura en forma de continuo movimiento.
Y en esa novedad te detienes. El tiempo empieza a establecerse con gestos propios y los ojos a conjugarse con voz pasiva. Notas su cálida opresión, una mano que se enlaza a la tuya mientras que con la que está libre espanta como si fueran moscas a la impaciencia, las prisas, las tensiones que, sorprendidas, comienzan a capitular mansamente.
Esto sólo ocurre cuando llegas a una isla tras naufragar o cuando te dispones a llenar tu cantimplora de agua fresca tras largos días perdido en un desierto con ganas de disecar tu vida.
O cuando unos hilos de aire tejen la brisa.
Por casualidad leí un poco. Me enganchó. Después, otro poco…, y cuando quise darme cuenta mis ojos se detuvieron en ella: otro ser precioso había ensanchado mi frontera, alguien que merece detener el torvo tiempo y asomarse asombrado a la dulzura con que escribe y al Amor con el que espera.
Este vídeo relaja mucho. Como todo lo que escribe ARDAIRE
http://ardaire.blogspot.com/
A ver si me deja poner el enlace, coñe, que en el post no me deja.
ResponderEliminarARDAIRE
Mayte y Taciturna, gracias por vuestra visita. Bienvenidas.
ResponderEliminarTaciturna, gracias por tu piropillo. Espero contrarrestar tu nick y alegrarte un poquillo de vez en cuando.
Pero que majo eres Luis¡
ResponderEliminarVenga...un abrazo enorme :))
Muy lindo lo que escribes, gracias...
El vídeo es precioso*
Que bonito.
ResponderEliminarDebe estar muy contenta.
Se lo merece sin duda.
Saludos.
"Esto sólo ocurre cuando llegas a una isla tras naufragar o cuando te dispones a llenar tu cantimplora de agua fresca tras largos días perdido en un desierto con ganas de disecar tu vida".
ResponderEliminar...como diría Paca Carmona: España no se acaba donde empieSa el mar...hay barcas pa seguirrrrr...pues eso Luis ponle el aSento de Caí...la Blogosfera ( afortunadamente ) es inmensa y hay muy buenos blogs en ella ;) Mi blog principal, como ya sabes, no es literario pero sí muñequil,XD...Igual lo entre comillado no tiene nada k ver con lo k yo he entendido: suele pasarme...versión libre lo llamo...BSS voy a echarme un rato k esta lluvia me jode ( todavía ) más la rodilla...
P.D.: ...cuando pueda echaré un ojo al blog de ARDAIRE k si tu lo recomiendas debe ser weno ;)
Como hoy es mi fiesta, entro de nuevo!
ResponderEliminarLuis, que a la que nos veamos te pago unas birras :)
ya darás las coordenadas, queda por Cai, no?
Mola*
Se aceptan, Ardaire.
ResponderEliminarMe alegra tu alegría, pero no es nada extraordinario salir del cine de ver una pelí muy buena o terminar un libro interesante o descubrir un lugar donde se come muy bien y recomendarlo a los amigos y conocidos, no?
Eso es lo que he hecho contigo. Nada extraordinario pero si me quieres invitar a una cerveza no te diré que no. Como tú vives en Barcelona y yo al lado, en Cádiz, ¿qué tal si quedamos en Murcia mañana a las doce?, jajaja...Gracias, guapa.
Saludos, sr. Toro. Tú sabrás. La vienes disfrutando como bloguera mucho tiempo antes que yo, aunque te aseguro que me he puesto al día.
Nancy, cuídate esa rodilla.
Ále, voy a por chuches a ver si esta tarde pincha sin parches el Barca contra el Tenerife y me llevo una alegría para mi body. ¿Ves, Ardaire? No soy tan majo: me chifla el Madrí. Se mire como se mire, es un defecto.
! Neil Diamond, el rey del restregao de cebolleta ! Que buen gusto musical tienes, Iluso.
ResponderEliminarPD : Ardaire ! cuidado ! Luis es un conquistador nato.
Oye, Manu, que yo a la hora de expresar mis asombros por alguien no distingo entre sexos. Recuerda allí, en el bar, cuando te dije que me encantaba tu caídita de ojos y te excusaste a continuación alegando que ibas a por tabaco. No regresaste. Saliste zumbando en un taxi.
ResponderEliminarPues no sabía yo que Neil Diamond era el rey del restregáo de cebolleta. Pensaba que era Engelber Humperdinck. Luego vinieron Los Inhumanos y Los Toreros Muertos y lo jodieron todo. Desde entonces no hay otra forma de bailar que dando saltos como massáis cogiendo brevas.
Un abrazo, cachondo.
O_O
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