sábado, 8 de mayo de 2010

REDECORANDO

- Buenos días, srta. Contacto con Vds. Después de recabar información fiable me consta que se trata de una empresa solvente para satisfacer mis necesidades en materia de decoración y restauraciones .

-
Efectivamente, sus referencias no exageran. Harmony Solutions siempre colman las expectativas de nuestros clientes más exigentes. Usted nos plantea sus necesidades y nosotras, con la profesionalidad e imaginación que son buque insignia de nuestra firma, damos respuesta idónea a toda demanda. No se olvide del lema comercial de nuestra modesta empresa: " Venga de donde venga, y salga de donde salga, para nosotras no hay reto que valga".

- Bien, srta. Me complace esa proclama. No se puede triunfar en el mundo de los negocios sin una buena dosis de seguridad en sí mismos. Por cierto, srta., tiene usted una voz con una tesitura muy recia y convincente, muy adecuada para persuadir clientes indecisos.

- Gracias, sr, También dispongo de otros timbres vocales para según qué ocasión y para según qué receptores, pero lamento decirle que mi voz no está en venta.

- Tiene razón, srta. Disculpe el atrevimiento. Prosigo. Verá, básicamente, lo que quiero es redecorar mi vida.

- Perdone..,¿cómo dice usted?

- Sí, me gustaría cambiar el mobiliario y los elementos decorativos de mi infancia.
- ¿Sólo de su infancia? ¿ No desea usted hacer lo propio con su juventud y su madurez ?

- No. De esas dos etapas de mi vida soy absolutamente responsable y , de momento, me gustan (me gusto) a pesar de los pesares y de los errores cometidos.Y , en cualquier caso, me basto y me sobro para poner la casa de mi vida patas arriba en cualquier momento si fuera necesario.

- Muy bien. Como usted prefiera. Dénos alguna orientación, alguna preferencia o una idea base.

- Pues mire, como puede usted suponer, desearía que se redecorara mi infancia con cosas de las que he carecido. Una bicicleta ( la tuve, pero al primer día de disfrutarla unos pandilleros me la quitaron); que no se mofaran de mi tartamudeo ni me pegaran; un balón de fútbol que no apestara a grasa de sebo; que reapareciera el caleidoscopio que me regalaron mis tíos de Francia; unos patines para patinar sobre hielo, pero, claro, va a ser necesario acondicionar la plaza de Getafe dónde únicamente me sentaba para comer pipas implorando a un Dios con un ojo dentro de un triángulo en el que creía que la pandilla basura de maltratadotes no apareciera.

- Por eso no se preocupe, caballero. Hoy día existen suelos irradiantes que pueden convertir cualquier superficie en una magnífica pista de hielo.

- Estupendo. Inclúyalo en el proyecto. También quiero un violín y un conservatorio cerca de casa. Es el instrumento cuyos acordes están más acorde conmigo.

- ¿ Por qué un violín? ¿ No le apetece más una guitarra ( más popular), un piano ( más elitista), un saxo ( más visceral)?

- No, no. Un violín. Un violín, de todos los instrumentos musicales, es el único que no sabe mentir y en mi nueva y redecorada vida no quiero mentir ni siquiera para frotar unas cuerdas.

- Bien, sr. Hasta ahora no creo que exista mayor problema. Harmony Solutions es experta en redecorar infancias decoloreadas. ¿Alguna cosa más?

- Pues sí, lo más importante: que Paloma, la hija de los vecinos del segundo, me contestara a la carta de amor que le escribí. La leí tantas veces y la rectifiqué tantas veces que me la aprendí de memoria. Decía : " Paloma, me pones nervioso cuando me cruzo contigo en las escaleras y creo que son nervios de amor que siento por ti cuando por las escaleras me cruzo contigo"

- ¿No hubo respuesta? Creo que lo podremos también arreglar. ¿Se la entregó en mano o la depositó en algún lugar?

- La deslizé por debajo de la puerta de su casa antes de que llegara del colegio. Me di un buen carrerón para llegar antes que ella y perdí por el camino la libreta de caligrafía Rubio. Me castigaron en el cole por haberla perdido. " No seré tan despistado y conservaré el material escolar",.. doscientas veces.
El caso es que creo que nunca llegó a su poder. Eso sí, a partir de ese momento, cada vez que me encontraba con la madre de Paloma me acariciaba cariñosamente la cabeza al saludarme, mientras que su padre al verme se sonreía extrañamente como un conejo.

- ¿Cuántos años tenía usted?

- Unos nueve o diez años. Una pregunta confidencial, srta.

- Diga, diga. Sus cuestiones son tratadas por nosotras con total confidencialidad.

- Me complace. Vamos a ver. ¿Sería posible rebajar el grado de papanatismo y gilipollez de esa etapa?

- Se puede intentar introduciendo algunas correcciones. ¿Qué situación concreta quiere que abordemos?

- Pues volviendo con Paloma, el día que hizo la Primera Comunión y me puse nervioso porque me crucé con ella en la escalera.

- ¿ Y dónde reside el problema? ¿Acaso no le invitó a su Comunión? Lo podemos arreglar.

- No. No se trata de eso. Verá, toda mi familia era laica, comunista y apóstata en tiempos de Franco, fíjese, y yo no tenía ni la más remota idea de lo que era la Primera Comunión, y cuando me puse nervioso cuando me crucé con ella en la escalera, me puse más nervioso todavía porque iba de blanco guapísima, y subí corriendo a casa con un nudo en la garganta. Me encerré en el cuarto de baño y me harté de llorar.

- Claro, es comprensible, su amor de infancia iría guapísima vestida de blanco y usted se emocionó.

- ¡No, qué va! No fue por eso. Me eché a llorar desconsoladamente porque creía que iba vestida de novia y que se iba a casar con otro.

- Sr., francamente, tengo que hablar con mis jefes. A un nivel tal de gilipollez no nos habíamos enfrentado nunca. No desespere, seguro que encontraremos una solución.

- No sabe usted lo que aliviaría mis recuerdos si fuesen capaces de brindarme otra oportunidad.

- ¿ Y cómo aprovecharía esta segunda oportunidad, si no es mucho preguntar?

- Pues vera, srta. He descubierto tarde pero a tiempo, a tiempo pero tarde, que cuando alguien te gusta o te enamoras de esa persona, los nervios, las angustias paralizantes, las medias tintas, la indecisión y la cobardía son enemigos mortales que hay que saber liquidar de un manotazo. De volver a cruzarme con ella en las escaleras, sin dudarlo y valientemente, le cogería de la mano y me la llevaría a la azotea.

- Podemos ofrecerle algo mejor que una azotea.

- ¿Como qué, señorita?

- Un iglú con calefacción central y todas las comodidades en cabo Norte, Noruega, muy cerca de las cataratas de las Siete Colas de Caballo en el fiordo de Los Sueños.

- ¡Hummm…parece interesante! Enséñeme el book de esa interesante choza.


18 comentarios:

  1. Me lo pasé muy bien escribiendo este disparatado y evocador post.

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  2. Tiendo a leer cosas cortas y sólo cuando me atrapan puedo continuar.Es el caso de este relato.
    Lo he disfrutado mucho.
    Es muy bueno

    Un beso.

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  3. Sabes escoger muy bien los vídeos que pones, complementan adecuadamente el mensaje...
    ya me gustaría a mi...

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  4. A mí me pasa lo mismo, pero sólo con los blogs. Creo que es un efecto de la aceleración de partículas que el alocado internet padece como medio inmediato de comunicación. Como decía Gracián, lo bueno, si breve, dos veces bueno. Tú eres dos veces buena. Y seguro que más de dos.

    En cambio, con los libros, ya es otro cantar. Un libro de más de quinientas páginas expuesto en una librería me parece un chulito que me quiere retar a duelo singular. Gracias a esa deformación lectora he disfrutado de la lectura de inmensos marmotretos en páginas: Narciso y Goldmundo, de Hesse.O Los papeles del Club Pickwgick, de Dickens; Los pilares de la Tierra, de Ken Follet. No sé, muchos más que me atraparon por el grosor de su lomo.

    Aunque reconozco que me siento más agradecido a libros como Demian o El Principito, por citar a dos que te gustan mucho a tí, y decir en pocas páginas mucho más que Joyce en su Ulises.

    Bueno, perdona el enrolle cultureta. Gracias, Ardaire. Un beso

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  5. Para mi Hesse es un maestro...Demian el libro que quisiera haber escrito
    me dice mucho.
    Ahora acabo de agregar mi libro favorito, a ver si sabes verlo.
    Besos cuentista

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  6. Estoy trabajando en un proyecto que recopila poemas y relatos de autores en tu línea, si te quieres sumar ponte en contacto conmigo y te digo cómo va el tema.
    gracias

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  7. Si no consiste en concursos ( me dan grima), sólo por estar tú ya me interesa. Aquí te paso el correo: luiki_fpr@yahoo.es

    ¿El libro que me hubiera gustado escribir a mí? Sin dudarlo, El Perfume, El nombre de la Rosa o La Quimera del Oro, de Jack London. Pero si me dicen: "noooo, tramposo, sólo uno y no tan largossss", entonces las letras de las canciones de Sabina.

    Dicho lo cual, me pongo mi camiseta del Madrí, bajo otra vez a por chuches para los invitados, y me convierto de nuevo en un Australopithecus futbolensis.

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  8. jijijijiji.... es que este post, quedó chulo, chulo...çbesos

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  9. Las letras de Sabina...y, ¿a quién no?
    Pero no olvides que Sabina las canta
    y eso las lanza la espacio y es obvio que es un genio...como Silvio y otros,
    pero nosotros debemos también lanzar nuestros escritos...¿concursos? no, no se trata de eso, es más bien trabajar en equipo con honestidad.
    ya te envié la idea, ya dirás...

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  10. Hola, Daky.¿Cómo va todo?. Un beso, superguapa.

    Ok, Ardaire, voy a echarle un vistazo y espero que se trate de una oferta que no pueda rechazar al estilo de d. Vito Corleone, jajaja..Gracias.

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  11. Disfrutas dando rienda suelta al vómito imaginativo en forma de letras, y eso se nota , Iluso.
    No pares y mucho menos, desfallezcas.
    Te sigo, lo sabes. Y aunque mis comentarios no aporten ni un miligramo de buena literatura, aquí sigo.
    Un abrazo.
    ( Joder ! hoy no he dicho ninguna " parida ". Que raro )

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  12. Ojala fuera posible redecorarnos la vida, borrar ciertos errores y reeditarnos la biografía. Sin embargo, somos tal cual somos precisamente por todo eso que ya vivimos, que ya probamos, que ya experimentamos.

    Esto que has escrito me recuerda una conversación que tuve vía e-mail con una persona que me decía y platicaba sobre redecorar su “casa vital”. No olvido esa conversación, ni las posteriores.

    Un beso.

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  13. Hola, Manu. Sabes que fue un gran placer departir contigo durante algunas horas. Eres un tío muy legal y tu compañía me resultó muy grata, por eso es un doble placer que me digas que sigues mis escritos y que me animes a no dejarlo. Muchas gracias, Manu. Y tu sentido de humor que sepas que me encanta, me has hecho reír muchas veces.

    ¿Sabes, Urlanda? Ayer visioné un tráiler sobre un grupo de amigos que se meten juntos en un jacuzzi y cuando comienzan las burbujas a borbotear, viajan hacia atrás. La película debe ser muy divertida. ¿Te imaginas meterse uno en un jacuzzi y viajar al lugar y día que tú eligas? Estoy seguro de que corregiríamos o ampliaríamos muchas vivencias o decisiones, pero no me cabe la menor duda de que cometeríamos otros errores. Es ley de vida

    Un beso

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  14. Perdón, sigo con mi guerra de ges y jotas: elijas.

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  15. Pues yo creo que hasta en la gilipollez, o incluso, hasta en las carencias de cada etapa...el ignorar, la inocencia...los pasos en falso...

    no te creas, que a mí todo eso, me gustaba mucho.

    Un besito (en cuanto sepa algo te lo digo).

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  16. A mi me encantó!
    Me reí, me emocioné, admiré tus preguntas y me acorde de mis tonterias de niña tambien!
    Que cambiaria yo?
    No sé, quizas muchas cosas, pero el lugar que elegiste para ir con Paloma es maravilloso!
    Te abrazo?
    Si, claro!

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  17. you talkin´ to me?martes, 11 mayo, 2010

    Rediseñar la infancia.
    Yo tenía 12 años y todos los días las seguías,a ella y a su amiga. Me enamoré de las dos muy vagamente, como me suele pasar aún ahora. Inconsistentemente.
    Al final acabé prefiriendo a Manoli. Era la hija del Comandante de Marina.
    Ya han pasado muchos años, pero me acuerdo de su nombre y de que con las consonantes del mismo me dibujaba una especie de logo en la palma de la mano. Cuando hice la mili en Cataluña aún seguia dibujándome aquella especie de ex-libris.
    Una noche, en una verbena, bailé con ella. Agarrado. Creo que fue uno de los pocos momentos salvables de mi vida. Al día siguiente mi padre me dijo que nos trasladábamos.
    Tengo que darle las gracias a mi padre por ese recuerdo de Manoli y yo bailando bajo un arce junto al muelle.
    Manoli tenía una larga melena rubia. Nunca oí su voz.
    Con el teclado no puedo representar aquel signo.
    Es igual, me lo voy a dibujar ahora mismo. Me siento particularmente muy triste esta noche, Manoli, wherever you are.
    Una canción que compartí varias veces con una mujer que ni la locura ajena podrá desenterrar:
    I_wanna_drown_my_sorrow

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  18. Talkin, te he imaginado bailando bajo un arce junto al muelle y me he tomado una cerveza a vuestra salud. Un abrazo, poeta.

    Carla, tengo verdaderos problemas a la hora de recordar mi infancia. Sólo algunos retazos sobreviven. Debí padecer Alzhéimer prematuro. Envidio a los que se acuerdan con deliciosa nostalgia de su infancia. Es lo que tuvo crecer en Madrid y sus pueblos de alrededor: las grandes urbes ahogan los recuerdos.

    Lidi, cariño. Te he enviado un correo. Ya no es preciso. Seguramente nos vamos a apañar con uno de Sevilla que dicen que es igual de bueno. Muchas gracias de todas formas. Me resulta fácil imaginarte a tí de niña porque creo que has cambiado en lo sustancial poco. Sólo los niños contagian entusiasmo y tú eres una epidemia. Un besazo

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