Recorro los viejos barrios
con el asesino propósito de matar recuerdos
y lo único que consigo es poner trampas
a voces que se escabullen
a través de la totalidad expresiva
del silencio
Cállate
Cállate
muchacha dorada
en perpetua puesta de sol
con piernas y senos
devorados por mirones
Un joven continúa
asido al timón
de su deseo
quieto en la misma esquina
por donde tu estela quedó
como un rumor de hojas
mecidas por el recuerdo
Ahogado en un charco de nervios
No he vuelto a sentir tanto placer
como cuando agonizaba
como tigre de hojaldre
aguardando el milagro bailarín
de tu presencia
Casi hollada por la suela de mi zapato
Miro esa esquina despintada
donde apostaba toda la alegría de la tarde
en la ruleta de tu sonrisa
para siempre inolvidable al verme
La primera emoción de las cosas
tan verdaderas
tan resistentes
tan cálidas
que no se dejan refrigerar por nada
tienen, sin embargo,
el poder de que sea posible
morir de sinceridad
ante el descubrimiento
de que, desde entonces,
vamos de fraude en fraude
con el asesino propósito de matar recuerdos
y lo único que consigo es poner trampas
a voces que se escabullen
a través de la totalidad expresiva
del silencio
Cállate
Cállate
muchacha dorada
en perpetua puesta de sol
con piernas y senos
devorados por mirones
Un joven continúa
asido al timón
de su deseo
quieto en la misma esquina
por donde tu estela quedó
como un rumor de hojas
mecidas por el recuerdo
Ahogado en un charco de nervios
No he vuelto a sentir tanto placer
como cuando agonizaba
como tigre de hojaldre
aguardando el milagro bailarín
de tu presencia
Casi hollada por la suela de mi zapato
Miro esa esquina despintada
donde apostaba toda la alegría de la tarde
en la ruleta de tu sonrisa
para siempre inolvidable al verme
La primera emoción de las cosas
tan verdaderas
tan resistentes
tan cálidas
que no se dejan refrigerar por nada
tienen, sin embargo,
el poder de que sea posible
morir de sinceridad
ante el descubrimiento
de que, desde entonces,
vamos de fraude en fraude
Pues si, luis si.
ResponderEliminarSi algunas esquinas hablaran tendrían mucho que contar.
Que bonito es recordar,aunque a veces duela.
¡Qué bien escribes! Jodío.
Un beso de buenas noches.
xulita.
No intentees matar recuerdos, Luis...es imposible.
ResponderEliminarHay cosas que se quedan grabadas a fuego...
Disfruto de tus recuerdos, me dejas verdad?
Besote,Luis, pasa bue finde, y no dejes de ser feliz, porfa!!!
Idem al restooooooooooo
Como comentaba en otro sitio hace poquito, es curioso lo que pasa con los recuerdos, por lo menos a mi. Se van acumulando en la mochila de las sonrisas, de las miradas, de los corazones desbocados, de las puestas de sol, de las miradas ardientes, ... y sin embargo, la otra mochila, la de los recuerdos amargos, dolorosos, sangrantes, debe estar estar deshilachada, descosida, como un saco de rafia de otros tiempos, porque antes o después acaban hundiendose en la laguna del olvido o, cuanto menos, difuminados, casi invisibles, en su bruma.
ResponderEliminarEvidentemente nuestros sueños y deseos son como una aguja de gramófono que recorre la grabación de nuestros recuerdos, los proyecta de nuevo en nuestras retinas, y a la par, profundiza el surco para evitar que el polvo del tiempo lo haga desaparecer, como así ocurre con los otros.
Al final es una cuestión de lo que tu eliges.
Buen Finde.
!Hombre! Ahora mismo estoy escuchando a Ennio Morricone. Preciosa película "Erase una vez en América..." Me gustaría ponérsela a mis hijos, pero algunas escenas...en fín, me parecen un poco fuertes para ellos.
ResponderEliminarTienes razón en tu última estrofa; y es glorioso el final:"vamos de fraude en fraude". ¿Será la querida, estimada, necesaria socialización?
Gracias Luis, (porque este post me lo has regalado a mí -jajaja!!!-¿verdad?)
Digo...Sugiero...mientras espero lo del Caribe...
ResponderEliminarSin embargo, Pat, es muy sano el lema de pensar que el mejor amor es el siguiente. Prefiero regalarte ese lema, esa actitud, , ese arquetipo, aunque la experiencia maldita lo convierta en una quimera. Mejor deja que pase un poco de tiempo más para ver el testamento de Leone en compañía de tus hijos. Es mejor que no aprendan tan pronto el significado de la palabra traición.
ResponderEliminar¡Qué gran película!, ¿verdad? Muchos viajes al Caribe tendría que regalarte para poder compararse a la banda sonora de Morricone. Pero sé que te gusta tanto como a mí, y sí, te la regalo mientras tanto. Un beso, salá.
La memoria es mentirosa, Angel. Y el caso es que uno lo sabe pero te da igual. Su mentira distorsionada por el tiempo, corregida y aumentada, nos hace melancólicamente felices. Un gramófono dices, ...¿ves? hasta para las comparaciones los recuerdos son románticos. Un abrazo
Carpita, pues ya me conoces yn poquito, y sabes que procuro siempre pasármelo bien. Este finde nos vamos de Spa. Sólo por hacerte caso, jajja.., un beso, guapa.
Xulita, si es que creo que al final me ha salido un homenaje a las esquinas donde nos comíamos las uñas aguardando a nuestras fantasías. Un beso
Creo que eso debería de ser así...Pero en fín...una quimera, al fín y al cabo, una quimera.
ResponderEliminarBesotes y buen finde,
Preciosos recuerdos plasmados en tus letras, Luisín.
ResponderEliminarBuen finde en ese Spa para tì y Marga
Una maravilla Luis!!
ResponderEliminarmuy bello.
Un beso
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ResponderEliminarJunto a las sensaciones chungas conviven como vecinos inseparables las sensaciones reconfortantes. Gracias, Aidílderi. Tú me has procurado una muy grata y tampoco he podido darme la vuelta. En su lugar, me ha alegrado sinceramente "verte". Gracias. Me gustaría poder recordar a quién se lo leí, pero uno de esos genios observadores de la vida opinaba que las tres palabras más importantes del diccionario eran las palabras "No", "gracias" y "lo siento", siempre que se digan con convicción. Tú me has hecho decir las tres ya. ¿Por qué "Aidilderi"?
ResponderEliminarUn beso
Zuly, pues acabo de volver de los Spases, uno magnífico que hay en Costa Ballena, Rota, y estoy tan relajadito que estoy tecleando con las pestañas, jajaja..., Un beso, guapetona.
Brujita, un beso también para tí. Enseguida te visito, que necesito mi chute de brujita Ardaire.
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ResponderEliminarConchi. Se llamaba Conchi.Los dos entramos con 14 añitos a endulzar la vida a los observadores y a los no observadores. Nueve años siendo compañeros de trabajo y riéndonos de tó, se juntaban un risueño y una andaluza salá . Creí que no hacía falta salir juntos porque para eso ya estábamos tres horas al día compartiendo un gigantesco obrador. Apenas tenía tiempo libre, y para cuando me quise dar cuenta de que era absolutamente necesario salir juntos fuera de la fábrica , ya era tan tarde que dependí de un sorteo de vacaciones. Si coincidíamos, nos iríamos a Osuna de camping. Pero el azar jugó sus dados.No coincidimos. Ella se terminó de ennoviar con un chico de Cuenca y yo me despedí de la empresa. Doce meses después el azar volvió a lanzar sus dados e hizo que se cruzara por mi camino la muchachita con la que me he pasado un fin de semana de relajaxáo-desestresáo que no se lo salta un gitano de bien que lo hemos pasado en compañía de unos cuñaínos que no me merezco.
ResponderEliminarMuy resumidamente. Conchi entraba a las 14:00, yo a las 20:00. Si no tenía clases o sacrificaba mi "dormida" me iba a buscarla a la salida de la estación de autobuses, en una esquina con vistas a su aparición. Nunca le decía cuándo iba y cuándo no. Y le acompañaba andando hasta la fábrica. Más o menos un trayecto de quince minutos. Y como dice la canción de Víctor Jara, "Te recuerdo Amanda", eran quince minutos, pero la vida era eterna en esos quince minutos.
Te aseguro que no importaba nada, iba a reunirme con ella.
Ella no es mejor que mi actual pareja, y mi actual pareja seguramente que no sería mejor que otra mujer que vuelva a derribarme por completo ( ni yo tampoco si decide descambiarme en el Ikea sentimental por otro pollo), pero esas sensaciones y emociones y pensamientos son únicos por ser los que estrenaron la necesidad que tenemos unos cuantos ilusos de ir por la vida diciendo "te quiero" a la gente que quieres.
Jóer, cómo se nota que vengo de un Spa
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ResponderEliminarPerfecto. "Aidílderi" significa navegar cautelosamente por la red y enviar besos no necesarios.
ResponderEliminarPues me he quedáo como un tío en Graná, ná de ná capitto.
A mí me suena a música celta galleguiña vía gaitero. Un aidílderi sería, pues, un soplido sostenido de soplete punteado con un ronquillo que emana del fuelle después de recorrer los flecos, la borla y el ronquete. Así: ¡ Piiiiuuuuuufffffiiiffffffiiiiihiihihi!".
Ese es el famoso tono aidílderi.
Anda que no
Estoy pensando en comercializarlo como politono para móviles de última generación. "Bajar tono Aidílderi. Mensajes al 3334. Costo de la llamada 59,40 euros"
ResponderEliminarNos forramos si me das permiso