¡BASTINAZO DE MAREA!

Esta foto la cuelgo para poneros en posición de preparados, listos, ya!. Esta es la Caleta, y éste el Castillo de San Sebastián, y aunque se vea a contraluz, ésta es la marea baja que normalmente se registra. Que se registra casi siempre, menos......¡HOY!

Nada más salir de casa a las 08:00 a.m. y enfilar hacia la bahía, ya me quedé asombrado. ¡Nunca había visto una marea baja tan bajísima! Y es que hoy resulta que la señora Luna está 58.ooo kilómetros más cerca de nosotros.. Los lunáticos hoy están de suerte, serán seres más próximos. Una vez cada 18 años se produce este fenómeno en la Bahía de Cádiz. Había que inmortalizarlo. Así que chupa de cuero, cámara en ristre, vespa páquétequiero, y a vivir el momentazoooooo lunar! Para variar fui solo porque mi pareja prefirió quedarse en la camita. Dice que ya irá la .....próxima vez. "Próxima vez" es una frase que debería pagar impuestos .

A medida que me acercaba a la Caleta de Cái, ya empecé a darme cuenta de que, para ser un sábado, mucha gente había madrugado. Mucha gente confiada en encontrar los tesoros que dicen que se encuentran enterrados en el lecho marino gaditano a cuenta de los muchos naufragios registrados frente a sus costas cuando volvíamos de tierras americanas de pedir prestado el oro y la plata a los mexicanos y peruanos. Qué tontos, no saben que se lo devolvimos hasta la última onza.

¡Oho, oh...! Esta es la entrada al espigón de acceso al Castillo de San Sebastián. ¿ Y cómo estaba la plaza?...¡Abarrotáaaaaa! Despertó mucha expetación la mareíta baja. Pero para mí que esta gente no se lo sabe montar, porque lo bonito y aventurero consistía en llegar y rodear el castillo que se ve al final por la playa y las rocas, no por el espigón en plan señorito. Si es que es lo que yo digo siempre: hay dos clases de personas. Las que se lo saben montar y las que no.

Númericamente, los que nos lo sabemos montar estamos en inferioridad con respecto a las masas aborregadas, pero aún así éramos muchos los aventureros sin miedo a partirnos la cara resbalando por la húmeda piedra ostionera.

No me resisto a colgar esta foto para los enamorados de Cádiz. Sí, ahí lo tenéis. El Balneario de la Palma, alma de la Caleta, actualmente convertido en un Centro de Arqueología Subacuática, muy recomendable y amena visita sólo en el caso de que ya sólo te quede contar moscas para entretenerte, porque sólo muestran cañones oxidados y ostras y ánforas y esas cosas tan emocionantes. Lo mejor, sin duda alguna, es el edificio y la cantidad de besos que hemos dado todos alguna vez bajo sus soportales.

.- Señora, por favor, ¿puede hacer una foto a un camarón de porreo?

.- ¿Dónde, dónde se esconden? ¡Yo también quiero fotografiarlos!

.- No, señora, le estoy pidiendo el favor de que me fotografíe a mí

.- jajaja...., ya entiendo.. ( qué bien suena la risa en la Caleta por la mañana)

Anda quéeee, anda que no se nota la de kilitos que llevo perdidos. Si es que es normal que, ahora que hay muchas mujeres al volante, se pare la circulación cuando me ven. Y conste lo que me dice mi amiga Rosalía, que el pelo blanco no es de mayor, sino que me estoy haciendo como Essaldir, me estoy haciendo elfo.

Este es justo el gran momento de la mañana. Un mariscador feliz, feliz, feliz..., con la mochila a reventar de sus capturas, atravesando la Caleta como Jesucristo el Tiberíades. Iba cantando cancioncillas de carnaval. Me vio haciéndole la foto y me gritó: " ¡amigo, pásamela luego al limeil!..jajajaja....

¡Qué espectáculo, de verdad! No me podía creer que estaba caminando por ahí
La gente decía, ..."mira que si se ha retirado el agua porque viene un chunami" ( ahora todo el mundo, gracias a la globalización, a los maremotos lo llaman tsunamis) El acompañante le contestó que " si tenemos que morir de algo, mejor fresquitos". Escuchando los comentarios de la gente me pasé una mañana muy divertida. No capturé animalillos marinos, pero sí marisqueé comentarios de todo tipo. La frase más repetida por todos era " Bastinazo de marea", que traducido al castellano antiguo significa "marea que te cagas"

Esta es la foto más significativa. Por ese puente nadie puede pasar nunca porque siempre está cubierto de agua. La piedra negruzca marca por dónde cubre la masa de agua normalmente en marea alta. Pues nada, oí decir a alguien que quien pasara por bajo el puente tendría veinte años de salud, y lo atravesé. Que la próxima marea superlunar me pille confesado y con buena salud.

Dos canastos de erizos de mar recién cogidos. En Cádiz son muy aficionados a las erizadas. Se comen crudos con un poquito de limón , como las ostras o las vieiras.. A mí me da un poco yuyu comerme casi todas las cosas crudas...Casi, he dicho.

Primer plano de los erizitos, que se movían todavía ignorantes de su destino. ¿A que parece el cielo de Valencia en la noche de la Nit del Foc?

Bien, os presento mi pretil favorito. Sentado justo ahí paso muchas horas leyendo con las piernas colgando hacia el mar. Verás el día que algún gracioso me empuje. Leo o pienso en las cosas de la vida. La última cosa de la vida que pensé ahí fue hace muy poco. Desde entonces, me siento mucho mejor porque me he liberado de una especie de obsesión. Y es que es muy importante elegir bien el lugar en el que quieres pensar sobre las cosas de la vida.

Al fondo, la población de Rota. Podéis ampliar la imagen si queréis. Un poco más e invadimos a los americanos y su Base Naval desde el mar sin utilizar ningún barco. Las gaviotas estaban como siempre, de vigías, diciéndonos con sus graznidos que el límite de chulear a la Caleta eran ellas. Más de uno se fue a hacer puñetas confiado en que seguiría cubriendo poco. ¡Uno se hundió con todo el equipo de fotografía! Por culpa de mi negro y jodido sentido del humor tuve que irme pronto de allí, no podía reprimir la risa.

Esta foto la saqué para tener una referencia científica y porque la del pantalòn vaquero me recordaba a mi prima Mari Fé. Vamos a ver, ..ejemm, atentos a mi explicación: esa piedra que aparece en primer plano, mucho más alta que nosotros y que Marc Gasol, se cubre con el agua con la marea llena, sin embargo, gracias a la visita de la Luna que ha tenido la deferencia de acercarse 58.000 kilometritos de nada a la Tierra, podemos graffitearla si nos da la gana.

Y yastá. Volví con un poquito de agujetas a casita, porque no es fácil caminar sobre la piedra ostionera sin hostiarte. Pero feliz de haber vivido un....MOMENTO. Un auténtico momentazo.