
LOS orientales, con esa carita que tienen de no haber roto un plato nunca, se las saben todas.
Resulta que ponen nombres a las CARICIAS. Me parece una afición muy tierna y sensual elevar las caricias a la categoría de nomenclatura. En contraste con ese despliegue de erotismo artístico que se reservan para sus relaciones íntimas, apenas exhiben demostraciones públicas de afecto a través del contacto físico. Si le pones a un oriental una mano encima sin su permiso es posible que te lleves una patada giratoria o una patada inusitada en la cara al más puro estilo Bruce Lee. Si en vez de vivir en Cádiz viviera en Osaka, con lo tocón que soy, ya habría agotado las existencias de betadyne en las farmacias.
Pero ahí los tenéis, tan concienzudos y amantes de la perfección que ponen nombres a las caricias. Me fascinó leer que las caricias que practican los orientales se dividen en las siguientes categorías:
- El trazo de la pluma
- El punteado del kabuki ( es la guitarrilla ésa que hace klín-klín-klon-klín)
- El peine de la geisha
- El paso del Gallo Seductor
- El arañazo del Escorpión Escondido
- El rasguño Gota de Sangre
- El Cangrejo Incrustrado
- El pellizo Diminuto
- El Reverso Frotador
- La pata de Pavo Real
- La Garra del Tigre Dormido
- y, por último, el Anwartha-Nakhedana
¡Fantástico!
Una información así había que convertirla en praxis rápidamente. Aprendidas de memoria las distintas técnicas acariciadoras era ya cuestión de coronarme con mi pareja demostrándole mi impresionante incremento cultural. Para no perder tiempo en profusas explicaciones que quitan brasa al fuego, le entregué una lista escrita en una cuartilla y le dije:
- Chiki, elige tres, anda
- Luis, ...¡! ¿Qué coño es esto?
- Haz el favor de no romper la magia del momento y elige tres
- No. Me das miedo. Cada vez estás más tonto
- Son caricias orientales. Elige tres
- Bueno...., a ver por dónde sale esto. Elijo eehhhh....el Peine de la Geisha, eeehhhh el reverso frotador y elllll, eehhhh....el Anwartha-Nakhedana
- Perfecto, buena elección. Empezamos. Desnúdate
- hummmm...hummmmm,..., ¿qué es esto que me estás haciendo?
- Esto es el Peine de la Geisha
- ¡Qué agradable, sigue, sigue..! Parece un masajito, pero con maldad.
Sin transición, tras unos minutos, cambié al Reverso Frotador
- Oye, esto no está nada pero que nada mal....¿con qué me estás frotando?
- Pues con lo mismo que con el Peine de la Gehisa, pero con la púa salía
- Pues nada, aprovecha y ya me haces una permanente si eso con el peine de una sola púa que tiene mi peluquero
- No seas impaciente, que me falta el Anwartha-Nakhedana, que es lo más de lo más
- Pues ya estás tardando
Me puse manos a la obra con el Anwartha y.................se produjo un MOMENTO. Ya os he hablado de los momentos que construyen para siempre tu historia personal para lo bueno y para lo malo.
Mi pareja reaccionó con un alarido y un moovimiento reflejo, inventando de paso una nueva modalidad de caricia genital y únicamente habrá que exprimir un poquito la imaginación para denominarlo de alguna manera orientalmente evocadora.
Pero para mí que esa caricia genital ya está inventada desde hace muchos siglos, casi desde el comienzo de la Humanidad, porque lo que sentí fue un rodillazo en los huevos que me dejó orbitando alrededor de la Estación Mir como el gatito que folla una vuelta más y se va pácasa. Si hay que ponerle un nombre abogo por "la Rodilla de la Leona Rugiente".
Y es que parece que no tuvo mucho éxito la caricia Anwartha-Nakhedana, que es la única que voy a describir:
CARICIA ANWARTHA-NAKHEDANA son tres arañazos profundos practicados con las uñas de los dedos centrales sobre la espalda, el vientre, los senos o los glúteos. Se hace antes de una larga separación de los amantes para que quien se quede no deje de pensar en él o ella.
Bien. Es un deber avisaros que no todas las caricias orientales gozan de buena aceptación desde el punto de vista de nuestra sensibilidad occidental. Lo que me ha quedado de esa clase de caricia y su definición es la garantía de una separación porque preveo pasar una larga temporada pasando la mano por la pared.
Ahora que, debido al fracaso de la caricia Anwharta-Nakhadana, voy a tener más tiempo libre tengo en mente abrir una Academia de Caricias. Se abre el plazo de inscripción de matrículas. Las primeras diez matriculaciones se beneficiarán de acompañamiento con musicoterapia adecuada a cada caricia.
Lección aprendida: la piel percibe lo que la mano expresa. si dice .." te acaricio para proporcionarte placer y porque te amo", la piel se exalta.
Si dice..." te acaricio para que goces", la piel igualmente lo agradece, sólo que sin la banda sonora de Love Story.
Si la mano dice..." te acaricio pensando en otra cosa o con brusquedad o causándote daño", la piel experimenta malestar y te arriesgas a recibir el rodillazo de la Leona Rugiente.
Y es que la técnica sin ternura y complicidad estropea cualquier clase de caricia.
Nota: es curioso, pero tras recibir la caricia "la rodilla de la Leona Rugiente", te entran unas ganas de bailar " I feel good" que te cagas