miércoles, 29 de septiembre de 2010

AMOR DE GEISHA

Cuando uno ve una película así ( " MEMORIAS DE UNA GEISHA" - no confundir con el libro La Vida Secreta de una Geisha, nada que ver), tan intensamente plagada de emociones humanas, resulta inevitable sentirse hechizado. Y si , además, el hechizo viene acompañado de una música cautivadora y unas imágenes que más que fotogramas son postales bellísimas, todo ese efecto combinado consigue incrementar tu amor al cine como un arte imprescindible para comprender el alma humana.

Como siempre que hablo de una película en mis Asombritos, me guardo mucho de desvelar su final, incluso su argumento, por si alguno de mis lectores no ha tenido la fortuna de verla todavía.
Así que voy a hablar de las Geishas, uno que no ha pisado Japón ni estado en Kioto, paraíso de las geishas,. Pero entre lo que he leído y las pelis que he visto y las conversaciones que he tenido con un vecino que es maestro de guitarra española y que está harto de visitar Japón, pues me voy a atrever.

Lo primero, a reconocer un error de apreciación. Siempre he pensado que “aunque la mona se vista de seda, (y aquí hay mucha seda), mona se queda“. Por mucho que quieran disfrazar la prostitución con sedas y encajes y polvos blancos para un cutis inmaculado y peinados artísticos, el mundo de las geishas para mí no dejaba de ser un invento del machismo japonés de alto nivel al servicio de su caprichosa lujuria. Antiguamente, concebido para los emperadores y nobles ; actualmente, para los ejecutivos de las grandes empresas, porque por menos de diez mil euros no te sale una velada con geishas de verdad, según relata mi vecino. Qué jodío mi vecino…

Pero después de ver la película me he replanteado todo. Primero, que las geishas deben ser muy cultas. El étimo “geisha” significa “mujer de arte”. Eso ya explica lo que significa ser geisha. Su fin primordial es entretener a los hombres con danzas, ejecución de piezas musicales y de poesía, pero sobre todo, deben estar muy bien preparadas para conversar sobre cualquier tema. Son expertas en el arte del teatro, el kabuki, con una memoria prodigiosa para recitar los tan de moda haikus, versos cortos de diecisiete sílabas. Son auténticas sacerdotisas de la estética y, sinceramente, se comete una injusticia, la cometía yo mismo, equiparándolas con la idea occidental de prostitución de lujo.

Algo que me atraía mucho en la película era observar sus gestos. Más que gestos, componían un estilo: la forma de caminar, el manejo de las mangas y la forma de inclinar el cuello hacia los lados, consiguiendo que el rostro no perdiera nunca la verticalidad.

Y lo más curioso en el entrenamiento de una aprendiz de geisha, una maiko, a cargo de una maestra o mamasán que las recluía en un régimen de semi-esclavitud, , lo constituyen unas normas concretas de comportamiento en las conversaciones que deben mantener con los hombres. Son tres normas esenciales:

- Ser amable y no abrir nunca el corazón
- Decir lo contrario de lo que se piensa si eso puede agradar al hombre
- Observar bien qué es lo que el hombre espera que se le diga, y decírselo

¿Merecen ser llamadas prostitutas por observar estas tres normas ejecutando un trabajo que se define por la estética ? Creo que no.

¿Acaso en nuestras conversaciones diarias con familiares, jefes, compañeros, vecinos y panaderos no actuamos a veces como auténticas geishas y geishos ? Yo , desde luego, ya voy aprendiendo a abrir mi corazón cada vez a menos gente y a apreciar la economía de energía que significa dar la razón a los necios.

En fin, que después de ver Memorias de una Geisha en vídeo y charlar sobre la peli con mi pareja, le pregunté sin rodeos qué le parecía realmente el papel de la geisha. Mi pareja me respondió así:

- ¿Qué le gustaría escuchar como respuesta al señor?… ¡

- Bueno, ya que estás tan complaciente, preferiría que me recitaras en modo susurro y con sentimiento haikus de copos de nieve y sauces o algo verde

- “¿qué te parece éste? : “mi señor marido se puede ir a freír espárragos“. Tiene diecisiete sílabas y sale una herbácea.

( ¡la madrequelaparió !)

Realmente, aunque las respete, no me gustaría estar casado con una geisha. Prefiero a una mujer que me baje de las nubes diciéndome cosas que no quiero oír y me mande a freír espárragos de vez en cuando.


Preciosísima banda sonora:

19 comentarios:

  1. A veces. las geishas obtenían un gran triunfo porque lograban casarse con algún príncipe o shogún que otro, con algún alto ejecutivo de la Sony o similar.
    Aunque yo creo que el mayor triunfo de una gran geisha es conocer y dominar la vanidad y las debilidades del machito presuntuoso.

    En la película me gustó mucho que maiko Chiyu, la de los ojos azules, se mantuviera aferrada al recuerdo de su primer y único amor. Eso le da fortaleza, superación y, al final....¡el gran premioooooo ! Me encantó.

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  2. Iluso, no he visto la pelicula, he leido el libro...y me gustó mucho.

    Me apasiona la cultura japonesa, en todos sus aspectos y manifestaciones...Es como una caja realizada con una precisión y cuidado infinitos, pero de madera deliberadamente basta y tosca, que oculta en su interior el joyero mas hermoso con las mas preciadas piezas que se puedan encontrar...¡las personas y su particular psicología!

    Quizá me atrae tanto esa cultura porque en ella aún se pueden encontrar valores que en la nuestra, ya se están batiendo en retirada desde hace demasiados años...Con todo, hay cosas muy duras, tristes y difíciles de comprender (Essaldir, las rosas...las espinas...van siempre juntas ¿verdad?)

    Las geishas no eran prostitutas en modo alguno, se podría decir incluso, ¡que es al contrario, son ellas las que convierten a los hombres en simples objetos con los que satisfacen sus necesidades...a muchos niveles!...Pero como tú implícitamente apuntas, Luis, sin Libertad verdadera, todos somos como prostitutas desde que nacemos...¿Hasta cuando? Hasta el mismo instante en que perdemos el miedo y comprendemos nuestra verdadera naturaleza y nuestro poder: ¡Decir NO y ser capaces defenderlo incluso con la propia vida! El NO, nunca es una negación...es una afirmación...de poder, ¡el nuestro!

    Luis, las obras mas terrorificas de novela y cine...son las japonesas. No tienen parangón. Su profundidad psicológica le deja a uno en un total estado de indefensión. Pasa lo mismo con el erotismo japonés, refinado como pocos, sus obras literarias (alguna todavía me produce malestares sólo con el recuerdo), su teatro, el Kabuki y el "No", sus artes marciales, el Zen...Todo en lo japonés alcanza unas cotas de intensidad descomunales pese a la aparente y formal contención en todo...Intensidad y contención ¿juntos? Parece imposible pero no es así. En Japón...es lo normal...

    Te dejo un enlace de uno de los mejores concertistas de Shakuhachi...Observa no sólo las notas...observa la profundidad de los silencios...Parece que la vida se escapa del alma como en un lamento ¡Me apasiona!

    http://www.youtube.com/watch?v=ywJmActfnbY&a=GxdCwVVULXc03bcUBxO7e8B78r9d5VeG&list=ML&playnext=1

    ¡Un fuerte abrazo!

    Ananda

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  3. jajjajaj...eres la leche, iluso...¡¡¡
    Memorias de una geisha es una de mis películas favoritas.

    En efecto, has ido prestando detalle a cada uno de los vértices del triángulo de convertirse en geisha...

    Una esclava de la estética con una vasta cultura , pero con una existencia dura.
    Entrenarte para agradar a los demás puede ser un arte...pero si sientes cada cosa que haces y esperas a que llegue el momento de ser tú misma. Pero si nunca puedes ser tú misma...y todo es obligado...sólo por un puñado de yenes...qué le den con perdón, por culo al mundo.

    Y eso es que hay hombres que prefieren geishas a mujeres...para compartir su vida.

    Lo lamento, por las geishas y por los hombres.

    Besitos japoneses (con los ojos cerrados)

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  4. Bueno yo como siempre contracorriente, a modo informativo la peli no está mal, pero como peli me pareció un rollazo más que previsible. La verdad que estas tías son muy curiosas.

    Besux

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  5. Jajajjaa,la respuesta de Marga,estupenda,jajajaj

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  6. Yo Yo Ma y su violoncello...belleza pura.
    La peli,preciosa.
    No creo que se "elija" ser geisha,salvo algún caso aislado,con lo que se ejerce violencia sobre las mujeres que se ven en esa situación, más aún en la época en que transcurre la historia.Y siempre pringan las tías,porque me pregunto:¿dónde están o estaban los "geishos"?
    Besos***

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  7. Creo que una mujer gheisa es la sublimación de la busqueda del arte,hacerlo carne, mas o menos.
    Imposible entender para culturas occidentales como se puede llegar a entregar toda una vida a ello, podemos pensar que no es correcto o si lo es, pero no olvidemos que las culturas entienden de formas muy distintas las cosas, de ahi que la humanidad no se ponga de acuerdo nunca, no podemos sentir ni pensar como japoneses, no losomos, pero en cambio a todos nos pasa que admiramos la belleza de cada gesto de esas muejres, el cuidado con el que se hace todo y como se habla para hacer feliz a un hombre, no hay mas que eso: Belleza ( espinas y rosas)
    Escucha tambien el adagio for strings de samuel barber, hoy me hizo erizar el vello conduciendo hacia el trabajo

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  8. No he visto la pelicula, pero me has despertado la curiosidad...
    Tan distinta y rica la cultura oriental (japonesa en este caso), que algunas cosas parecen ser lo que noson, por la costumbre tan mala de occidentalizar lo que miramos.
    La musica... bueno... ureshinaki!

    Un Abrazo

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  9. Si ya es medio complicado ser mujer y llevar los ovarios a la altura de las circunstancias, pues ahora imagínate lo que implica nacer para ser Geisha!!
    La película me encanto en su forma contextual, cada personaje lleva merito, desde las hermanitas que de niñas viven situaciones que, si eres muy sensible, como yo, lloras porque lloras.
    La narrativa de la película es, hasta cierto punto, culturalmente educativa, creo que por eso me gusto tanto, porque aprendí todo eso que ignoraba sobre las geishas.

    Ananda, me súper agrada leer cada aportación que haces en tus comentarios!

    Saludos. Besos, Luis!!

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  10. No he visto la peli, y no conozco la cultura japonesa lo suficiente para comentar con propiedad, pero la primera imagen emocional que me provoca su descripción es de tristeza. Tristeza por tener que vivir escondidas tras un camuflaje perenne, encerradas en barrotes de seda.

    La segunda imagen: admiración. Debe ser de todo menos fácil convertir tu vida en una obra maestra de la interpretación, en un papel que se funde con tu vida pero que creo que nunca llega a ser TU vida. Es un grado cum laude de nuestra propia interpretación, que como apunta iluso también arrastramos sus cadenas.

    Y como apunta Ananda en otro de sus magníficos aportes: intensidad y contención. Personalmente pienso que ninguna represión impuesta culturalmente en contra de la propia naturaleza humana resulta beneficiosa para su psique. Cada país, cada región, tiene su idiosincrasia propia que cual bacaladilla muerde su cola en aras de su autojustificación, unas de cuyas principales armas son la 'tradición' y el deseo irrefrenable de ser diferentes/mejores que los demás.

    Para mi tiene como consecuencia el efecto tirachinas. Si tensas ambos extremos, la natural tendencia humana por algo y la imposición cultural 'politicamente correcta' (que por cierto cambia generacionalmente cual veleta venteada) el resultado es siempre el mismo, a saber, un latigazo que te suele llevar al extremo opuesto.

    Un abrazo a todo el que me lo acepte. Buen finde.

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  11. Me pido primer para ese abrazo, Angel.
    Y otros dos, uno para la canción preciosa que me ha regalado Anabel y otro para el que me ha hecho Ananda con Sakuhachi.

    Es impresionante el poder ramificador de internet y lo muy didáctico que puede llegar a ser.

    Gracias.

    Dalia, tienes que saber que, aunque ya no están en boga, también existían "geishos" en su tiempo. Un cambio en la moral japonesa determinó su desaparición. Pero haberlos, los hubo.

    Sux es más de orígenes, más de Kurosawa. Por cierto, voy a contar una anéctoda sobre este maestro:

    Cuando rodó Ran hasta dos veces tuvo que reconstruir la fortaleza al pie del Fujiyama, porque sendos torbellinos se llevaron por delante toda la construcción hecha con materiales reales y no decorados con cartón piedra. Todo el equipo reconstruyó sin quejarse por dos veces la fortaleza y desde entonces a Kurosawa se le llamaba con el sobrenombre de "kazeoto", el hombre del viento.

    En general, estoy bastante de acuerdo con vuestras opiniones. Ananda admira la intensidad y la contención del pueblo japonés, pero Angel advierte del peligro para la psique que eso conlleva. Lo que está claro es que nuestros genes latinos no están preparados para entender los usos y costumbres de otros pueblos.

    Besos y abrazos para todos, feliz fin de semana

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  12. Luis, yo creo que la genética en general no tiene la culpa de los distintos suburbios culturales de nuestras sociedades. De otras cosas sí, pero de la diferenciación cultural no.

    Pienso que, a pesar de nuestro bien conocido carácter latino extrovertido, si coges un bebé del más extrovertido rincón latino y se cría en Japón en el seno de una familia nipona cualquiera, será un Japonés más, con rasgos físicos occidentales, pero ya está.

    Genéticamente hablando la diferenciación cultural es demasiado reciente, fruto de un pequeño 'aislamiento' producido por la dispersión de la humanidad y la dificultad del transporte y la comunicación, al que se ha puesto fin en los dos últimos siglos y que está defenestrado con la actual globalización. Un suspiro insuficiente para que se haya marcado en nuestra memoria genética.

    Toda supuesta 'diferencia' desaparecería si cualquier bebé se criase en cualquier otra parte del mundo. Por lo tanto, la única diferencia es la impronta recibida en esas primeras páginas de nuestra vida que escribe nuestra familia y entorno social.

    Y en el caso Japonés, quisiera comentar que esa disociación entre la imposición cultural y la naturaleza humana les está saliendo muy cara si nos atenemos a su altísima e imparable tasa de suicidios. Tan contentos no tienen que estar.

    En cualquier caso, es muy difícil y pretencioso juzgar una cultura foránea, pues nuestra escala de valores es intrínsecamente distinta y de nuevo exige un alto esfuerzo de abstracción y empatía, de 'menta abierta', que suele ser frontalmente opuesto a la realidad de lo que acontece, pues se tiende a considerar como absolutos e inamovibles nuestros propios valores y prejuzgar (invariablemente de forma errónea) basándonos en ellos.

    Esto, además, se da a varios niveles. Hemos empezado hablando de culturas geográficamente muy alejadas y por tanto altamente divergentes. Según nos vamos acercando geográficamente, cambia la apreciación del hecho diferenciador, pero la base es la misma, el deseo de diferenciarnos del resto sigue estando intacto. Entre países vecinos siguen las diferenciaciones. Ni siquiera desaparece cuando reducimos el ámbito a un país, pues surgen rivalidades regionales. Dentro de las regiones, rivalidades entre las ciudades y pueblos (cuanto más cercanos peor); dentro de la ciudad entre los barrios, y finalmente hasta con el vecino y el de la acera de enfrente.

    En fin, para qué seguir. Se refuerza más (y se protege política y artificialmente) aquello que nos separa en detrimento de la propia naturaleza humana.

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  13. Iluso. ¡Si que estamos preparados para entender los usos y costumbres de otros pueblos! Tu...por ejemplo...con la película que ha dado inspiración a tu sentido artículo, ya has empezado a abrir los ojos ante la realidad apasionante que representa la cultura japonesa...Es sólo el comienzo...Comenzarás a interesarte, poco a poco y sin apenas darte cuenta, por todo lo que venga de allí, ya sea cine, literatura, religión, música, gastronomía...(en tu casa, por cierto...tienes dos hermosas y letales katanas japonesas...)
    A ellos les pasa igual con nosotros. Dicen de los españoles que tenemos un "Ki" muy parecido al de ellos, nuestro "Ki" y el suyo son como almas gemelas...de ahí que sientan tanto el cante Jondo y que las escuelas de castellano y de sevillanas arrasen en el país nipón. Te va un reto simpático: Escucha una grabación de cante Jondo y a continuación alguna pieza cantada de Kabuki o "No"...Je,je,je. Ya te adelanto que te vas a sorprender.

    UNANGEL tiene razón en lo que dice, es absolutamente cierto, pero también lo es que la tasa tan alta de suicidios tiene su origen en el proceso de cambio y apertura hacia lo occidental...mientras van perdiendo valores que les son propios desde hace muchísimos siglos...Muchos se sienten confundidos, perdidos y abandonados en el marasmo que implica el cambio tan tremendo de esa sociedad (cási feudal hasta hace bien poco).

    ¡UNANGEL! ¿No vais a dedicar algún artículo a SHOYA TOMIZAWA en MOTOACTUALIDAD? Entré y no he visto nada. Creo que no estaría mal un recuerdo a ese gran chaval ¿no crees? Ahí te va la sugerencia amigo.

    URLANDA. Muchas gracias por tu amable comentario, pero es gracias a la paciencia de Iluso que aún sigo comentando aquí. Cada vez que os suelto un "tochopost" me quedo "azorado" como dirían por allá. Una cosa es que Luis sea un amigo y otra que le invada la hermosa "casa" que es su blog...En cualquier caso, gracias a tí Urlanda y gracias a Luis...

    ¡Un abrazo a todos y buen fin de semana!

    Ananda

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  14. Para mí es un placer inmenso teneros aquí; es más, la mayoría de vuestros comentarios me deja con hambre de más. Me gustan las casas con mucha luz, y en esta mía la luz la ponéis todos vosotros.

    Eso sí, echo mucho de menos a mi otra tochocomentarista, a la que envío un rojo y escarlatado beso enorme. ¡Ánimo, Roji!

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  15. Ángel otro abrazo para tí. La verdad Luis que tampoco he visto mucho de Kurosawa, de hecho solo El cazador, que por cierto me pareció una película preciosa, y Memorias de un Geisha un rollo bastante comercial. Aunque el post me recordó a una escena de una peli de hace mil, que protagonizaba Bruce Willis con Kim Basinger, y ella se cogía un pedo tremendo y ... Cita a ciegas y eso...

    Besux

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  16. jajaja,..., sí que has podido, sí.
    He leído el libro, de Jerzy Kosinsky o como se digosky, pero esa peli no la he visto. ¡Pero si sale Bruce Willis con pelo, debe ser una de las primeras películas del cine sonoro, jajaja..!
    Entonces, si has visto Dersu Uzala, puedes decir con propiedad que has visto suficiente cine de calidad.
    Hay dos películas con ese título y ambas galardonadas con óscars. La de Kurosawa y la de Michel Cimino, quizás más famosa: El Cazador de Robert de Niro con su tremenda historia y su inolvidable banda sonora.
    Pobre Chumino, le llamo así a Michel, su " Las puertas del cielo" figura entre los cuatro fiascos más grandes de la historia del cine: Cleopatra, Waterword y la suya. No recuperaron ni el diez por ciento de sus gastos de producción. La cuarta es una de las últimas del monstruo Melón Blando, un remake de "La isla del doctor Moreau". En esa peli no llegué a ver el final: es la única vez en mi vida que me fui del cine a mitad de película. No podía soportar ver a mi ídolo convertido en un mamarracho.

    O sea, que directores y actores consagrados no están a salvo de ser llevados por el viento, como la fortaleza de Kezeoto Kurosowa, si no gozan del cariño del público y la crítica.
    Besuxsotes

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  17. Una geisha vende su virginidad al mejor postor eso es bajo para cualquier mujer aparte de que los hombres pasan con ellas mucho tiempo entre coqueteos y muchos son casados eso también es bajo

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