En Puerto Banús, al lado de un complejo de apartamentos de lujo, vive ( o vivía) un mendigo adherido a la artificiosa opulencia marbellí como una rémora al cuerpo de un tiburón. Contrario a todo, por principios y por costumbres, hasta el punto de hacer pensar que este mendigo de edad indeterminada es una estatua superviviente de alguna erupción volcánica, surgido entre los escombros de una ciudad sepultada por el oropel del lujo, el dinero y la frivolidad.
En estos tiempos colmados de neuróticos, la sabiduría es cosa tan rara que no pude resistir la tentación de conocer a ese hombre. Su aspecto físico es algo intermedio entre un borracho de Velázquez y un bont-vivant de Toulosse -Lautrec.
Le hice notar lo sabias que me parecieron sus primeras palabras cuando iniciamos una típica conversación de extraños con ganas de hablar, tipo Leaving Las Vegas. Le dejé explayarse a gusto. Es curioso el nivel de intimidad que somos capaces de entablar con absolutos desconocidos sólo a condición de pillarte con ganas de escuchar cosas interesantes o sintiendo la necesidad de la comunicación. En mi caso ocurre raras veces, porque soy más bien introvertido, pero aquel hombre despertó mi curiosidad. Y juzgar vosotros si no mereció la pena:
- " Los amigos de por aquí se mofan de mi sabiduría. No la tratan con respeto como tú. En realidad, mi sabiduría consiste en haber rechazado todas las formas de la vida. No he querido estudiar porque siempre he sabido, y esto por instinto, que muchos de los conocimientos se olvidan, muchos otros hacen tristes a las personas y los más son inciertos y engañosos.
Jamás me enamoré porque esa estúpida forma de locura que consiste en preferir a una sola criatura sobre todas las demás es una aberración contraria a nuestra naturaleza, y el empeño de ser fieles o la desesperación de no poder serlo conduce a la angustia, al delirio, al engaño, causando desilusiones y furores homicidas. Al sexo hay que considerarlo como una simple necesidad fisiológica, como lo que me induce a comerme una fruta, una necesidad tranquila y natural, y hay que probar cuantas más frutas mejor porque cada una es portadora de una vitamina diferente y necesaria para fortalecer tu salud vital. Y el amor es una fantasía inventada por la urgencia por calmar el ansia sexual que desaparece cuando se instala la rutina. Lo que queda después, es miedo a quedarse solo.
De ese modo me salvé de la familia y de los innumerables fastidios, trabajos y servidumbres que surgen por tener esposa e hijos. Ni siquiera quise obstaculizar mi vida con la política. Y poco me importa ser gobernado por los rojos o por los azules. Sé perfectamente bien que, tanto los unos como los otros, arrebatan pedazos de mi libertad y sacan provecho de mi dinero. Cualquiera que sea el partido dominante, el buen ciudadano está condenado a vivir en una jaula y a pagar impuestos y tasas.
¿ La religión? Sería añadir suplicios y tormentos. No hay más que dos caminos razonables: o negarlo todo sin discutirlo o aceptarlo todo al pie de la letra. Por diversas razones de comodidad personal y social he elegido lo segundo: creo en todo pero jamás pienso en nada. Si la religión es esencialmente un misterio conviene dejar en el misterio lo que en el misterio se halla.
Ya he notado que lees mucho. En un momento me has recitado una lista de vagabundos famosos de la literatura. Para pasar mejor el tiempo me aficioné durante un tiempo a la lectura de poemas y novelas. Enseguida lo dejé. Los poetas me parecen niños patéticos que andan a la caza de mentiras; los novelistas me narran historias de ciertos hombres y mujeres que, si los hallara por casualidad en la vida, con sus ridículas miserias y actitudes fijas, huiría de ellos como el diablo huye de la cruz. Y , en general, cualquier persona a la que le guste escribir o leer son Ulises desesperados por volver a una Itaca inexistente o simplemente desordenados seres que intentan en vano poner orden a sus caóticos sentimientos y a sus pretenciosas ideas.
Vivo de una pequeña renta y de amigos que, como tú, me hacen compañía de vez en cuando y me invitan a comer. Soy algo exótico y a los ricos les enloquece el exotismo. Por eso vivo en Puerto Banús. Me cuentan sus cuitas como si fuera un confesor. Me piden consejo a veces y se van satisfechos, con el alma desahogada. Vivo sin lujos, pero sin estrecheces, y Dios me ha salvado de la carga asnal del trabajo y también de la maldición, todavía más atroz, de buscar, acumular y administrar dinero, responsable de la esquizofrenia moderna.
Tal es, estimado amigo desconocido, mi verdadero secreto, ya que me has preguntado por él. Soy un renunciante universal y perpetuo, soy un desertor de la vida tal y como se ha prefabricado. Rechazando todas las trampas y cadenas, he llegado a la quietud de la carne y del espíritu. Lo llamáis sabiduría y no eres el primero en apuntar el dato, pero ese es mi secreto cabal para lo malo y para lo bueno.
--- ¿ Pero eres feliz así?, me atreví a preguntarle.
Cerró los ojos, trasegó una buen buche de cerveza, se limpió con la manga la comisura de los labios, se pasó la mano sobre sus largos cabellos ensortijados a modo de peine y mirándome con fijeza exclamó:
-" No, ni siquiera soy feliz así. Y tienes que saber que la verdadera sabiduría no tiene relación ninguna con la felicidad, sino con la muerte"
Esta fue, más o menos, la disertación del hombre sabio de Puerto Bánús, decorada con algunas licencias que me he permitido y que no puedo evitar como la gaviota de Juan Sebastian Bach no podía evitar las filigranas en el aire. Además, es una forma de suplir a la memoria, que no es fiel a todo el contenido de una larga conversación.
Desde esa charla, casi soliloquio, me han pasado tantas cosas, que al librarme del embrujo que aquella noche arrojó sobre mi cerebro sensibilizado a tope con cuatro o cinco cubatas, pienso en el sabio del muelle de los yates y no siento envidia. No puedo sentir envidia. Tampoco le considero un desertor, ni un cobarde. El es necesario y yo también. Tú eres necesario y todos prescindibles. Podrían ser las cosas de otro modo. A mí no me gusta su modo de vida, y , a la par, a él tampoco la mía.
Siempre que veo a un mendigo me pregunto qué vida llevan tatuada en su biografía para haber llegado a esa situación. En mi pueblo, una indigente australiana a la que llamamos Pipi por sus deslavazadas trenzas pelirrojas, vive de los contenedores. En Australia, sus padres tienen una de las grandes fortunas de ese país. Han venido a buscarla varias veces. Siempre se ha negado a abandonar su modo de vida y por aquí continúa, empujando su carrito de la compra y dando de comer a todos los gatos pardos. La limosna que busca ella no es el dinero. Cuando los crueles niños le apedrean y viene a Jefatura para quejarse en inglés, siempre le atiendo con la esperanza de que me cuente su historia. No lo he conseguido. Es una mujer absolutamente hermética, aunque noto que me mira con buenos ojos pese a su hosquedad.
De todo lo que me dijo el mendigo de Marbella sí me causó una honda impresión algo que llevo tiempo barruntando: la felicidad y la sabiduría no tienen nada que ver con la vida, sino con la muerte. Me siento incapaz de descifrar el oculto significado de este pensamiento, pero siento su verdad en lo más profundo de mi ser.
En estos tiempos colmados de neuróticos, la sabiduría es cosa tan rara que no pude resistir la tentación de conocer a ese hombre. Su aspecto físico es algo intermedio entre un borracho de Velázquez y un bont-vivant de Toulosse -Lautrec.
Le hice notar lo sabias que me parecieron sus primeras palabras cuando iniciamos una típica conversación de extraños con ganas de hablar, tipo Leaving Las Vegas. Le dejé explayarse a gusto. Es curioso el nivel de intimidad que somos capaces de entablar con absolutos desconocidos sólo a condición de pillarte con ganas de escuchar cosas interesantes o sintiendo la necesidad de la comunicación. En mi caso ocurre raras veces, porque soy más bien introvertido, pero aquel hombre despertó mi curiosidad. Y juzgar vosotros si no mereció la pena:
- " Los amigos de por aquí se mofan de mi sabiduría. No la tratan con respeto como tú. En realidad, mi sabiduría consiste en haber rechazado todas las formas de la vida. No he querido estudiar porque siempre he sabido, y esto por instinto, que muchos de los conocimientos se olvidan, muchos otros hacen tristes a las personas y los más son inciertos y engañosos.
Jamás me enamoré porque esa estúpida forma de locura que consiste en preferir a una sola criatura sobre todas las demás es una aberración contraria a nuestra naturaleza, y el empeño de ser fieles o la desesperación de no poder serlo conduce a la angustia, al delirio, al engaño, causando desilusiones y furores homicidas. Al sexo hay que considerarlo como una simple necesidad fisiológica, como lo que me induce a comerme una fruta, una necesidad tranquila y natural, y hay que probar cuantas más frutas mejor porque cada una es portadora de una vitamina diferente y necesaria para fortalecer tu salud vital. Y el amor es una fantasía inventada por la urgencia por calmar el ansia sexual que desaparece cuando se instala la rutina. Lo que queda después, es miedo a quedarse solo.
De ese modo me salvé de la familia y de los innumerables fastidios, trabajos y servidumbres que surgen por tener esposa e hijos. Ni siquiera quise obstaculizar mi vida con la política. Y poco me importa ser gobernado por los rojos o por los azules. Sé perfectamente bien que, tanto los unos como los otros, arrebatan pedazos de mi libertad y sacan provecho de mi dinero. Cualquiera que sea el partido dominante, el buen ciudadano está condenado a vivir en una jaula y a pagar impuestos y tasas.
¿ La religión? Sería añadir suplicios y tormentos. No hay más que dos caminos razonables: o negarlo todo sin discutirlo o aceptarlo todo al pie de la letra. Por diversas razones de comodidad personal y social he elegido lo segundo: creo en todo pero jamás pienso en nada. Si la religión es esencialmente un misterio conviene dejar en el misterio lo que en el misterio se halla.
Ya he notado que lees mucho. En un momento me has recitado una lista de vagabundos famosos de la literatura. Para pasar mejor el tiempo me aficioné durante un tiempo a la lectura de poemas y novelas. Enseguida lo dejé. Los poetas me parecen niños patéticos que andan a la caza de mentiras; los novelistas me narran historias de ciertos hombres y mujeres que, si los hallara por casualidad en la vida, con sus ridículas miserias y actitudes fijas, huiría de ellos como el diablo huye de la cruz. Y , en general, cualquier persona a la que le guste escribir o leer son Ulises desesperados por volver a una Itaca inexistente o simplemente desordenados seres que intentan en vano poner orden a sus caóticos sentimientos y a sus pretenciosas ideas.
Vivo de una pequeña renta y de amigos que, como tú, me hacen compañía de vez en cuando y me invitan a comer. Soy algo exótico y a los ricos les enloquece el exotismo. Por eso vivo en Puerto Banús. Me cuentan sus cuitas como si fuera un confesor. Me piden consejo a veces y se van satisfechos, con el alma desahogada. Vivo sin lujos, pero sin estrecheces, y Dios me ha salvado de la carga asnal del trabajo y también de la maldición, todavía más atroz, de buscar, acumular y administrar dinero, responsable de la esquizofrenia moderna.
Tal es, estimado amigo desconocido, mi verdadero secreto, ya que me has preguntado por él. Soy un renunciante universal y perpetuo, soy un desertor de la vida tal y como se ha prefabricado. Rechazando todas las trampas y cadenas, he llegado a la quietud de la carne y del espíritu. Lo llamáis sabiduría y no eres el primero en apuntar el dato, pero ese es mi secreto cabal para lo malo y para lo bueno.
--- ¿ Pero eres feliz así?, me atreví a preguntarle.
Cerró los ojos, trasegó una buen buche de cerveza, se limpió con la manga la comisura de los labios, se pasó la mano sobre sus largos cabellos ensortijados a modo de peine y mirándome con fijeza exclamó:
-" No, ni siquiera soy feliz así. Y tienes que saber que la verdadera sabiduría no tiene relación ninguna con la felicidad, sino con la muerte"
Esta fue, más o menos, la disertación del hombre sabio de Puerto Bánús, decorada con algunas licencias que me he permitido y que no puedo evitar como la gaviota de Juan Sebastian Bach no podía evitar las filigranas en el aire. Además, es una forma de suplir a la memoria, que no es fiel a todo el contenido de una larga conversación.
Desde esa charla, casi soliloquio, me han pasado tantas cosas, que al librarme del embrujo que aquella noche arrojó sobre mi cerebro sensibilizado a tope con cuatro o cinco cubatas, pienso en el sabio del muelle de los yates y no siento envidia. No puedo sentir envidia. Tampoco le considero un desertor, ni un cobarde. El es necesario y yo también. Tú eres necesario y todos prescindibles. Podrían ser las cosas de otro modo. A mí no me gusta su modo de vida, y , a la par, a él tampoco la mía.
Siempre que veo a un mendigo me pregunto qué vida llevan tatuada en su biografía para haber llegado a esa situación. En mi pueblo, una indigente australiana a la que llamamos Pipi por sus deslavazadas trenzas pelirrojas, vive de los contenedores. En Australia, sus padres tienen una de las grandes fortunas de ese país. Han venido a buscarla varias veces. Siempre se ha negado a abandonar su modo de vida y por aquí continúa, empujando su carrito de la compra y dando de comer a todos los gatos pardos. La limosna que busca ella no es el dinero. Cuando los crueles niños le apedrean y viene a Jefatura para quejarse en inglés, siempre le atiendo con la esperanza de que me cuente su historia. No lo he conseguido. Es una mujer absolutamente hermética, aunque noto que me mira con buenos ojos pese a su hosquedad.
De todo lo que me dijo el mendigo de Marbella sí me causó una honda impresión algo que llevo tiempo barruntando: la felicidad y la sabiduría no tienen nada que ver con la vida, sino con la muerte. Me siento incapaz de descifrar el oculto significado de este pensamiento, pero siento su verdad en lo más profundo de mi ser.
Tochopost al canto, lo siento. Pero os puedo asegurar que está muy resumido, porque dos extraños con ganas de hablar y varias copas en el cuerpo da mucho de sí.
ResponderEliminarHe conocido personajes semejantes a este, y siempre he visto en ellos cierta tristeza... no estan de acuerdo con mi forma de ver la vida, y, a veces, yo tampoco con la de ellos... sin embargo ahi estan...
ResponderEliminarQue curiosidad... si...porque en realidad si la sabiduria tiene que ver con la muerte... solo aceptando lo inevitable se está en condiciones de no poner limites al aprender... la felicidad en si no es un estado fijo, mas bien es un ascenso... algo para ser construido dia a dia... para ser reconstruido cuando se desciende, asi se puede avanzar en esa construcción. Renunciar a todo como forma de evitar el dolor o la perdida... o las cadenas... es un escape, uno mas de tantos, y como los demas ni valido ni falso en si mismo, solo compensatorio...
Ahora me retiro infaltilmente a cazar alguna mentira por ahi... o dos.
Un Abrazo
Essaldir, no está mal eso de "cazadores de mentiras", los poetas. Y no lo está porque entre las verdades ásperas de quienes no conocen a Neruda o Miguel Hernández y sus mentiras, prefiero mil veces antes las mentiras piadosas de los poetas.
ResponderEliminarUn abrazo de verdad de otro mentiroso
¡Maravilloso Post!
ResponderEliminarIluso Luis, no te concedo el llamarlo "Post" y mucho menos "Tochopost"
Sería algo injusto tras la lectura de un articulo magnífico, que debería estar publicado como una colaboración de un excelente columnista en un diario, o mejor, en un suplemento semanal de tirada nacional.
Lo he disfrutado de verdad...¡Gracias!
Facundo Cabral contaba un día la transformación personal que sufrió tras el encuentro con un personaje parecido...que le cambió completa y radicalmente la vida.
http://www.youtube.com/watch?v=K0zG5izoMqU (lo comenta aquí, sólo de pasada, sobre el minuto 7, pero merece la pena ver la entrevista entera)
De momento, aún no he llegado a la conclusión de este Maestro con el que te has encontrado.
Para mí la felicidad depende directamente de la Sabiduría, ¡ojo! no del conocimiento...
Los ignorantes son los mayores expertos en la infelicidad, siempre la tienen a su lado; no son capaces de valorar el momento, no saben apreciar lo que tienen...porque siempre están centrados en lo que les falta. Y siempre les falta algo...y no necesariamente del presente, pueden echar en falta cosas del pasado...¡e incluso del futuro!
Si en tu vida consigues evitar tener a gente ambiciosa a tu lado...tienes una posibilidad ¡maravillosa! de conseguir ser feliz...
Siempre que me aparece la tristeza...y aparece cuando a "ella" le da la gana, me pregunto a mí mismo "de qué te estás olvidando, ¡no te pierdas!"
Un remedio directo y maravilloso es...dar un paseo por el cementerio y reflexionar en todos aquellos que "descansan" allí. Te imaginas los deseos, las pasiones, los sufrimientos, las esperanzas...y ves en qué queda todo...¡en nada!
De pronto todo cobra sentido...
La vida se justifica por sí misma, es para reir, amar, disfrutar y compartir...por el placer de hacerlo...
¡Un abrazo y gracias!
Ananda
ay, Iluso Luis ...
ResponderEliminaryo ...
no estoy de acuerdo ...
ni con tu mendigo, ni con todos los mendigos que he conocido a lo largo de mi vida ... en algunos de ellos ... también me ha parecido encontrar esa paz, ... esa quietud ... que algunos llaman ... sabiduría ...
... pero ..., yo no lo veo así, para mí su quietud, su paz, es otra cosa, ... es ... resignación, es conformismo, es abandono, es estar ... pero un estar no por lo que eres, sino por lo que NO eres, ... a lo mejor me equivoco ... pero para mí no es más que tristeza apagada, ... si es que la tristeza ... se puede apagar ...
hay varios tipos de tristeza ..., pero yo me he fijado en dos ...
hay personas que en su tristeza se convierten en seres cautos, prudentes, seres que miden sus palabras, que temen ofender, que se limitan ... personas en las que a través de su tristeza dejan ver un jardín florido, de sentimientos puros, intensos ... en su tristeza desnudan su corazón, se cae su coraza, esa que lo protegía tan celosamente, y que a veces, lo ocultaba ... dejan ver su corazón, dejan tocar su corazón ... cuando encuentro a personas así, en esos momentos de su vida en los que se dejan ver a través de su tristeza, a veces me estremezco, porque temo que en mi instinto carnívoro ... al ver esa bella, dulce, tierna, indefensa flor ... no pueda reprimir mi deseo de tocarla ... de cogerla ... acariciarla ... sentir, percibir aún más si cabe esa belleza ... su belleza...
... a veces, lo he observado, no nos llega con verla, no nos llega con ser testigos intrusos de esa belleza, deseamos alcanzarla ... y es entonces, ... cuando la belleza se oculta ... desaparece ... y a veces, incluso, se daña ...
la belleza de la tristeza ... no es fuerte ... es tan delicada ... tan débil, tan frágil ... tan tierna ... como su propia esencia, porque es el propio corazón ...
¿qué hacer cuándo la ves? ¿cómo hacer? Yo no lo se ... no sirvo ... no se hacer nada ... nunca he sabido ...
pero hay otras personas ... en las que su tristeza no es bella ... y cuando no es bella su tristeza es porque en su tristeza no se ve su corazón ... y sin embargo, está ahí, ... su tristeza, ... es como si hubieran abandonado la lucha de la vida ... es como si hubieran convertido la coraza de su corazón, en su propio corazón y su corazón en la nada ... cuando abren su coraza y te dejan ver ... no ves nada, ... porque no hay nada, ... nada protegen, nada cuidan, nada estiman, nada importa ... nada buscan, nada anhelan, nada sienten ... nada tienen ... nada son ... solo su coraza ... y su coraza solo es tristeza ... apagada ...
Cuando un corazón pierde la esperanza, cuando un corazón se convierte en coraza, ya solo sabe escapar de lo que ha perdido ... pero la huida no es sabiduría ... yo no lo veo así ... la sabiduría no está en la huída ... sino en la llegada, no está en recibir ... sino en entregar, ... entrega sin coraza ... solo entrega ... de ti mismo ... de tu corazón ...
tu mendigo, como tantos otros que he encontrado en el camino, me venden su huida ... y yo no quiero huir, no se huir ... ¿de mi misma? ... no, no, no gracias.
"La felicidad y la sabiduría no tienen nada que ver con la vida sino con la muerte" ...
lo siento, de veras que sí, pero yo no lo veo así ... acaso no es evidente que es la propia VIDA la sabiduría y la felicidad ... acaso no es evidente que la sabiduría y la felicidad no existirían si no existiera la propia vida?
pero, ... es tan solo una opinión, la mía.
rojoescarlata
si no te importa yo prefiero quedarme con este otro ... Maestro ... :->
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=ieYQKS9-Is0&feature=related
rojoescarlata
(alias Roji)
:-)
"Si en tu vida consigues evitar tener a gente ambiciosa a tu lado...tienes una posibilidad ¡maravillosa! de conseguir ser feliz...", Ananda, Ananda....¿hace cuatro años vivías en Puerto Banús, llevabas puesto un jersey de pico de color beige y unos gastados zapatos castellanos de marca? Es que después de leerte aquí parece que ya nos hemos visto.
ResponderEliminarGracias, supermajo. Un paseo por el cementerio...., recomiendas un paseo por el cementerio para ahuyentar la tristeza..., jajajaja...Bueno, no creas. Te entiendo. Pero yo prefiero ver fotos antiguas en blanco y negro, o documentales en los que lo único que queda vivo es el nitrato de plata de su cinta. Y pienso lo mismo que tú..." joder, aquí tóquisqui la ha espicháo, no queda nadie.." Y con ese pensamiento, se me animan las ganas de vivir en el sentido de aprovechar mejor el tiempo. ¡Pero un cementerio..., jajajajaja...! Pero si esa moda acabó con Lord Byron.
Un abrazo muy fuerte, sabiote Ananda, trémulo Lord Byron motero.
Rojita, qué comentario más emocionante el tuyo. He tenido que leerlo dos veces seguidas, y eso es señal de que todavía lo leeré varias más. No porque no lo entienda, sino por lo mucho que me ha gustado.
ResponderEliminarOye, en este blog no hay que lamentar con ayes de dolor metafórico que no se esté de acuerdo con mis opiniones o las que recojo de la calle o de los libros. Todo lo contrario, se saluda con fruición la opinión manufacturada, con denominación de origen , personalísima y no sospechosa de haberse globalizado. Las divergencias inteligentes me encantan aunque socaven mis ideas. Además, es cuestión de higiene comparar tu universo con el de los demás para darte cuenta de que muchos de tus planetas giran al revés o están estáticos.
Sí, es verdad. Aquel mendigo pertenecía al grupo de los tristes renunciantes. El mismo se autodefinía así. Y también es verdad que esas personas, aunque están orgullosas aparentemente de no formar parte del guión que nos fija la sociedad, noté que el sabio de los yates ocultaba algo. Era un algo que no llegó a desvelarme, pero que le producía un gran resquemor. Siempre he pensado que la verdadera libertad está íntimamente relacionada con tu propia capacidad para vencer obstáculos. Y él , a pesar de tanta capacidad de reflexión, carecía de capacidad de autoanálisis. Sencillamente había llegado a esa situación por su incapacidad para superar las trabas que todos nos encontramos día a día. Eso, Roji, efectivamente, se llama huída.
Ejem, he cambiado la canción..., pero ni pá tí ni pá mí. Me quedo con Charles, pero cambio la canción. Al fin y al cabo el post va de un bohemio.
Un beso, cangrejilla.
¡Ja,ja,ja!
ResponderEliminarQue genial el cambio,Iluso.
Le decía yo a la Cangrejita que, en francés, el cantante que mas me gusta es Joe Dassin.
Consigue en sus canciones que ame un idioma que apenas conozco...¡Y ahora has cambiado la canción inicial y has puesto a Aznavour... (eso sí, "ni para tí ni..." ¿para ella?, no, no lo creo: Estará sonriendo de oreja a oreja, si es que le deja la piel...rojita)
¡Un fuerte abrazo a los dos!
Ananda
La referencia a la idea de la muerte y su aceptación filosófica y resignada como premisa para ser felices ..., no sé...Es que ya te digo que siento su verdad, pero no consigo desenredar la madeja de ideas que se me cruzan como coches de choque en mi cabecita loca.
ResponderEliminarMe siento respirando como si estuviera dentro de un prototipo que hay que probar. Y presiento que si la prueba ha tenido éxito, lo bueno, lo realmente bueno, empieza cuando mi prototípico cuerpo deja de contaminar el mundo.
Ya veis, qué desastrosa forma de explicar una intuición que tanto se me resiste.
"¿Si es que le deja la piel?",
ResponderEliminar¡mecagüen..., ya se ha vuelto a echar botox Rojita!
Pero shiquiya, si eres una pipiolina, que no te hace falta entoavía..!
¿Joe Dassin era el que cantaba " a tí, a tu belleza tan particular, a esa manera tuya de mirar,? ...pero, Ananda, ....¡si tiene cara de vendedor de seguros! ¡Y ese peluquín, joder, que parece Camilo Sesto centrifugado!
Con el francés me defiendo en pé porcuá mes papuás vendimiaben en la cité de Fronticnang et là un chien hijoputé m'a mordu au cul
jajajajaja
ResponderEliminares que sois terribles vosotros dos, ¿eh?
me encantan las canciones francesas "antiguas" (jeje, sin mosqueos, eh?, ... jajaja) ... Ya de niña mis padres me hablaban de esos cantantes que habían alegrado e inspirado sus pasos emigrantes por esas tierras extranjeras, ... siempre que volvían a escucharlas por la tele se les ponía una sonrisa en los labios, y viéndolos cantarines a ellos también, yo aprovechaba para acribillarles a preguntas inquisitivas e inquisidoras, para así conseguir que me narraran sus pequeñas aventuras, ... por eso quizá, cuando puse mis pies entre los correctos, espigados y encantadores franchutes, me contagié tan rápido de la magia de la musicalidad de su idioma y sus sonidos, ... me encanta esa lengua, me encanta hablarla, y oirla hablar, o cantar ... el francés es un idioma especial para el cante romántico, ... el español para el cante jondo (jiji), y el inglés para el cante (punto) ... aunque ya puestos podríamos hablar del italiano, del alemán, del noruego, del árabe ... jajaja
mi piel?, ... ahora, mejor, ... ¡afortunadamente! Tras mucha sombra, tapamientos variados, y diversos y profusos remedios caseros, ya se me han ido pasando los efectos del arma bacteriológica que atacaba únicamente a las rubias de carácter latino, abogadas y con pasado camareril parisino (y que Iluso conoce bien ... gamberro!!), y que consistía en una rojez y un picor descomunal, ... insoportable!!! ... desconocido hasta ahora en el planeta terrícola!!! Uf!!
Os hago una pequeña confesión? ... a mi la muerte me importa tres pepinillos fritos ..., no me preocupa la muerte, ni me apena tampoco, me trae sin cuidado, ... lo que me ... frustra ... es pensar lo que me voy a perder con ella, ... las cosas que aún me faltarán por aprender y las que vendrán después de que yo muera, los descubrimientos que hará la humanidad, sus progresos, sus guerras, los personajes maravillosos que verán la luz, y que iluminarán con sus palabras y su presencia ..., también las catástrofes que vendrán, o los personajes oscuros que ensombrecerán las futuras etapas de nuestra historia, y que vendrán para hacernos cambiar y mejorar, ... todo ... todo ... ¿Se erradicará el sida algún día? O tantas otras enfermedades que nos acechan? ... ¿se conseguirá alguna vez sembrar la idea inquebrantable del respeto por el otro, por lo ajeno? ... Los derechos humanos ¿alguna vez serán una realidad ... en tantos países? ... ¿Llegaremos algún día a colonizar otros planetas? ... ¿conseguiremos quizá cambiar el destino de la tierra y alejarla del Sol? ... tanto, tanto ... por aprender y por ver ..., por entender ... todo lo que este mundo puede y tiene para ofrecer ... y ofrecerá, ... cuando pienso la cantidad de luchas en las que no podré participar, la cantidad de cosas que me voy a perder ... que no seré capaz de abarcar, y las muchas que vendrán que ya no veré ... me digo yo, jobá, que rabia! ... Yo me siento feliz como una perdiz solo por el hecho de estar viva, y de tener todo lo que necesito para vivir ... dos ojos que me permiten contemplar lo que me rodea y más allá, ... que me permiten ver, observar, leer ... y qué placer la lectura! ... dos oídos que me permiten escuchar y percibir las más terribles noticias, pero también los más hermosos sonidos ... como esas preciosas canciones francesas ... o la música de Tchaikovsky ... o la de Verdi (estoy escuchando ahora mismo Il Trovatore), mi nariz ... ¿alguien se ha dado cuenta alguna vez de lo maravillosos que son algunos olores?, mis piernas, mis pies, ... me llevan a todas partes, sufridos y constantes me transportan a donde quiero ir, ... mis brazos, con ellos abrazo, abarco ... doy cobijo ..., mis manos, no sólo me dejan escribir (un vicio recién descubierto) sino que además me permiten tocar, acariciar, sentir, ... ¡el tacto! ... ¡qué gran invento, el tacto! ... y un cerebro, que funciona, y que es imprescindible para que todos mis otros sentidos trabajen como deben, ... que es el motor de mi vida ...
ResponderEliminar¿la muerte? Va!, qué más da! ... si tiene que venir, pues que venga ... cuando sea, a mi me da igual ... si le toca a alguno de mis amores, no dejaré de amarlos por ello, y aunque me apene no poder tocarlos o hablar o reir con ellos, tengo gravado en mi mente todo su ser, ... sus risas, sus enfados, su olor, sus gestos, su tacto, sus formas, su esencia ... y si me toca a mí, ... pues, no sé ... o bien descubriré lo que hay después de la muerte, lo cual también será interesante, ... o bien no descubriré ya nada. Pero la nada ... es nada ... y si no hay nada ... ¿cómo voy a sufrir o a preocuparme por la nada?
En conclusión ... la muerte para mí ... solo existiría si estuviese muerta en vida, porque ya no podría vivir (que es de lo que se trata), estando viva, ... pero mientras tenga vida, y pueda vivirla ... como sea, ... me importa un pepinillo frito la muerte. Ni me preocupa, ni me interesa, ni me importa.
¿la acepto? Es que ni me interesa ... no se si la acepto o no ... ¿es eso aceptarla?, ¿quizá?
pues no se, yo más bien ... pienso que estoy hecha una pasotilla
jajajaja
Besos no pasotillas,
rojoescarlata
Oye, ¿qué le pasa a los pepinillos, fritos o no? Están riquísimos sólos o ensartados en una torerita. De hecho, lo que más me molestaría de morirme sería dejar de comer pepinillos.
ResponderEliminar¿Pasado camareril que yo tan bien conozco - y encima me llama gamberro-? ¿Qué pasa, que era yo el cliente de gabán gris y mirada a lo Alain Delon que se iba sin pagarte el caféolé avec deux croissants? jajajaja..., ¡nunca me pillaste, garzsona! ¡Pues no corría yo ni ná Avenue de Champs Elysees pábajo mientras la camarera rubia corría tras de mí y gritaba "au voleur, au voleur". Desagradecida. Gracias a ese entrenamiento pudiste participar en las Olimpiadas de París de 1924.
Ahora en serio: Roji, no dejes de escribir. Conozco a pocas personas que sean capaces de transmitir tan sinceramente sus sentimientos como tú. Pero no vuelvas a pronunciar el nombre de pepinillo en vano.
:P
jajajjajaja
ResponderEliminarmi pepinillo adicto ... jajajajaja ... eres tremendo!!!
Alain Delon? No, no, ... más bien tentía el aspecto de Paul Newman ... con rasgos algo más suaves y redondeados ... sus mismos ojos ...
Así que te pareció verme en las de 1924, eh?
Siento decirte, pequeño ... que no era yo ... sino tu subconsciente que ya te jugaba una mala pasada y tenía pesadillas con un futuro muy muy lejano ... (jajaja)
bien, voy a ver si encuentro por ahí algún pepinillo ...
aparecerán en google recetas de pepinillo?
... hasta, a lo mejor, se celebra en algún lugar el día del pepinillo ... tendré que investigar ...
por cierto ... ahora que lo pienso ... no tengo ni idea de dónde salen los pepinillos ...
ummm! ... Podría también disfrazarme de pepinillo en los próximos carnavales ...
besazos!
rojoescarlata
(alias ensayando con el pepinillo)
pues, efectivamente ... parece que hay que tener un respeto por el pepinillo ...
ResponderEliminaren una búsqueda sencilla he encontrado:
- recetas con pepinillo
- el Capitán Pepinillo
- el Pepinillo descafeinado
... hasta una canción del pepinillo:
http://www.youtube.com/watch?v=wRRgUUkAWWg
:-)
rojoescarlata
¡Menos mal que la Rojita está sin inspiración...!
ResponderEliminarEl día que la recupere, le dan el sillón "Alfa" en la Real Academia (con su correspondiente coche de idéntica marca), para los dias pares...y el sillón "Omega" (con su correspondiente reloj de la misma marca) para los dias impares...
Aún estoy "procesando" su primer comentario y ya nos ha obsequiado con dos mas...¡excelentes!
Rojita, Rojita...¡que te nos estás convirtiendo en imprescindible!
Coincido con Iluso. ¡Por favor, no dejes de escribir!
Cuando nos cuentas las cosas...así, nos conviertes en tus amantes, no hay otra elección, ¡no podemos resistirnos!
Me dan ganas de decir "por Dios, por favor, sigue, sigue, sigue y no pares, no te calles, no te ocultes, no hay plazo de tiempo, no hay reloj de arena, no hay límites, no hay prisas, entra en cada detalle, en cada rincón, en cada recuerdo, no hay tabús ni exigencias...sigue, sigue...¡siiiiiiiiiiigue!" ¡Ufff!
Iluso, cuando escucho a Joe Dassin me importa muy poco el aspecto físico que tenía; me importa lo que me transmite, adonde me transporta, qué sentimientos o recuerdos me afloran...
Respecto a lo que comentais de la muerte...¡Claro que sientes la verdad que te cuenta el "Sabio de los Yates"!
Cuando hablas con alguien y te cuenta algo así, de esa manera... rápidamente sabes si es verdad o no por la manera que tiene de decirlo...¡Pero jamás será verdad para tí hasta que llegues a la misma conclusión por tí mismo!
Las cosas que contamos...o que nos cuentan...tienen el valor de la experiencia vivida, pero hasta que no las experimentamos por nosotros mismos, son sólo pistas, indicios, destellos de luz...
Una vez que ves la luz que se filtra por debajo de la puerta...ya sabes que al otro lado...¡hay luz! pero hasta que TU no te decidas a abrir la puerta, no sabrás cúanta, ni su procedencia, ni su calidad...ni si te gusta.
Para mi la aceptación de la muerte NO es una premisa para ser feliz...
La premisa para ser feliz está en comprender que TODO es natural, TODO forma parte del proceso de la vida, y la muerte no escapa a eso. No hay muerte, hay transformación...¡Pregunta a las personas que se han sometido a "regresiones" o que, a través de meditación, se han descubierto a sí mismos en "otras vidas", qué opinan de la muerte! ¡Preguntale a ellos, que refieren haber muerto en multitud de ocasiones y explican con pelos y señales cómo vivían y las causas de sus muertes!
Es imposible que alguien que ha pasado por esas experiencias, vea la muerte igual que los que no han vivido eso.
¿Y los soldados que han entrado en batalla? ¡Preguntales qué piensan de la muerte!
Somos piezas pequeñitas de un TODO muy complejo y a la vez muy simple...Pensamos que estamos separados los unos de los otros...y no es así, nada está separado de nada: la muerte sólo existe porque existe la vida...
Creo que sólo aceptando la muerte como algo natural se puede vivir la vida con plenitud, pero también creo que nos olvidamos de VIVIR, algo que jamás deberíamos permitirnos...
Entramos con demasiada facilidad en preocupaciones absurdas e ilógicas, en fantasías, en acorazamientos ante el miedo a nosotros mismos y a los demás, tememos a nuestros sentimientos, tememos al amor, tememos...¡a la vida!
Mira de qué hablan y descubrirás a qué temen. ¿Hablan de la muerte?: ¡Temen a la vida!
Nadie que esté vivo de verdad se ocupa, y mucho menos se pre-ocupa, de la muerte.
Un trinomio que se nos escapa a menudo y Rojita creo que ve muy claro es VIDA-AMOR-MUERTE...
Os va la pregunta...¿Cual es el vértice del triángulo?
En función del vértice que elijais...Llegareis a diferentes conclusiones...¡Ahí os queda el reto!
¡Un fuerte abrazo!
Ananda
TEngo antojo de pepinillos. Voy al mercadona a comprar pepinillos.
ResponderEliminarAnanda..¿has leído "El vagabundo de las estrellas"? Fue este escritor quien me acercó por primera vez una idea trascendente de la muerte, y el gran Jack London se apropiaba de la idea de la metesimpcosis, de la reencarnación, para tratar a la muerte como fases de una evolución. Hasta ese momento, la idea de "muerte" que tenía era la de la desaparición de mi padre. Mi padre murió, luego desapareció para siempre y nosotros permanecimos. Es algo muy rudo y elemental. Tiene que haber algo más.
No le tengo miedo, pero sí me daría muchísimo coraje dejar de comer pepinillos por culpa, por ejemplo, de que a la vespa se le estalle una rueda, como conté hace poco. En general, las ideas necias, las experiencias necias y las muertes necias me exasperan.
Lo dicho: operación pepinillo que no estoy de broma. ¡Tengo antojazo! Y toedo por culpa de la Roji.
Iluso...No hay ninguna muerte necia, no hay experiencias necias y no hay ideas necias...¡Los necios somos nosotros...que nos exasperamos por no comprender que la vida es como es, no como a nosotros nos gustaría que fuera! (esta idea la cuenta de maravilla Facundo Cabral, y hacen hincapié en ella cantidad de Maestros de meditación, yoga, budismo, hinduismo, taoismo...)
ResponderEliminarEs nuestra resistencia a aceptar la realidad la que nos impide vivir la vida y aceptar la muerte tal y como es.
Las teorias son todas una basura porque nunca reflejan la realidad tal y como es, me da igual que hablemos de religión, de política, de economia, de amor, de sexo, de familia...Lo importante es TU descubrimiento de TU forma de ver y vivir la vida a través de TU experiencia, no de las experiencias de los demás.
Si te hablo de regresiones es porque las he vivido y experimentado en MÍ mismo, pero de nada me sirve leer un libro de un Lama contando su experiencias en otras vidas, salvo para comprender que la realidad es mucho mas rica de lo que imaginamos...y salvo para que, si en un momento dado experimento una vivencia perteneciente a una, vamos a llamarle, "vida anterior", no cogerme el susto del siglo...y que me tengan que meter en un frenopático por ver todos mis esquemas mentales irse a la porra.
La imagen de la rueda delantera estallando...¡La tengo grabada desde muy joven!
Es un miedo real que te puede salvar la vida: Hay instantes "perfectos" (la ola perfecta" que buscan los surfistas) en los que todo parece tan fácil y armónico...la velocidad, las lineas de la carretera, el ruido del motor, el paisaje, esa sensación de paz y de que todo encaja...Si en ese instante te aparece la imagen...¡Hazle caso!, desacelera, presta atención y recuerda SIEMPRE que lo ESENCIAL está permanentemente amenazado por lo INSIGNIFICANTE.
Es curioso...nunca había comentado este miedo al estallido de la rueda delantera con nadie, ni familia, ni compañeros moteros...Creí que sólo me pasaba a mí...
Mira...No puede darte miedo dejar de comer pepinillos porque eso es intrascendente, no eres tú...Si reflexionas y vas eliminando todo aquello que NO ERES, empieza a aparecerte una sonrisa de comprensión: Todo lo vas a ir dejando atrás...cuando ya no te sea necesario para tu crecimiento...es "Ley de Vida"
Aceptar, aceptar y aceptar (y si con el tiempo, bastante tiempo y toneladas de paciencia, aparece la comprensión...¡todo encaja!)
No, no lo he leido pero tomo nota.
Pepinillos...Prueba a darte un hartón y te ayudarán a conocerte mas a tí mismo...¡Ja,ja,ja!
¡Un fuerte abrazo!
Ananda