Este bonito cuadro se encuentra en el Teatro Judío de Moscú,
mejor dicho, es un mural, no un cuadro. Seguro que los más insignes graffiteros
actuales y tan de moda lo tienen entre sus favoritos. Lo pintó el hijo de un
pescadero judío, Marc Chagall, en los felices y locos años 20. Eso de locos, me lo creo. Seguimos en las
mismas, pero lo de felices lo tengo que investigar bien. Bueno, felices eran
para América y Europa. Para la Rusia de Chagall eran locos, en medio de un país
campesino y hambriento convulsionado por
su Revolución. La Revolución Rusa ha sido siempre para mí, la más justificada
de todas. Y, de entre todas, la más decepcionante.
Este mural tan grafitero sirvió de inspiración al musical “
El Violinista en el Tejado” y sus posteriores versiones cinematográficas, una
de las cuales interpretada por el jocundo actor Topol, que construyó un
personaje entrañable como pocos.
Una vez más, en esta obra, se retratan las penurias y
maldiciones bíblicas que arrastra el pueblo errante por antonomasia, el pueblo
judío. Igual de errante fue Chagall, que huyó de los pavorosos pogromos de
Stalin para refugiarse en Estados Unidos, donde consiguió abrirse paso en el
mundo teatral.
El Violinista en el Tejado es una historia de supervivencia,
de conflicto con las tradiciones y de amor paterno-filial. Pero, sobre todo, es
una historia que demuestra una vez más que la única forma de enfrentarse a las
miserias materiales, políticas y morales, exclusivas de nuestra especie, consiste en no
perder la fe, el buen humor, la humanidad, el ingenio…y el amor a la música.
Vivir con la esperanza de que cambie nuestro sino, de que
“si yo fuera rico” nunca más estaría triste y siempre tendría ganas de bailar,
aunque fuera en los tejados.
En el barrio del Carmen, en Valencia, el año pasado, paseé
disfrutando de los innumerables graffitis que adornan el más antiguo barrio de
la ciudad. Muchos de esos murales me recordaban a Chagall y su Violinista,
tanto, que no pude reprimirme y seguí paseando entre graffitis muy artísticos canturreando
el “ si yo fuera rico”. La gente me miraba, y sonreía. Hasta que un señor de mi
edad, más o menos, que estaba sentado en el bar de una plaza, se sintió
contagiado por la canción y se puso a bailarla. En fin, que acabamos los dos
bailando un amago de sirtaki griego y pidiendo al camarero divertido que nos miraba
una provisión de platos…, no nos hizo
caso, obviamente, pero se quedó con las ganas de unirse al baile. Al final, me invitó a una cervecita y me contó que él era un hijo del barrio del Carmen y que estuvo trabajando en el precioso Mercado Central la tira de años en un puesto de frutos secos.
El poder del Arte y de la Música, que a veces nos vuelve
locos de felicidad.
Os dejo con una muestra de variopintos y artísticos graffitis que se pueden contemplar en dicho barrio histórico. Es un placer pasear por ahí.
En realudad, los primeros graffitis fueron los de Altamira, Lascaux, Creta, Pompeya...Pero el primer graffitero moderno fue Chagall
ResponderEliminarLa gente no suele ni darse cuenta de la cantidad de arte que anónimamente está expuesta ante nuestros ojos, en las paredes de naves, en los puentes, en las calles de los extra radios, en las aceras de los paseos, hay grafiteros que van a pueblos recónditos y con permisos municipales los llenan con sus imágenes y sus colores y les devuelven a la sorpresa y a la observación. Como los que nos has colgado aquí, precioso arte callejero y nunca mejor dicho, arte en la calle que casi ni valoramos…si nos lo pusieran en una sala de exposición le daríamos más eco. Somos generalmente ciegos y necios en nuestro comportamiento.
ResponderEliminarMuy acertada la observación de las pinturas rupestres, da a pensar lo poco que hemos cambiado, tal vez…solamente el ‘asunto’ a pintar pero la necesidad de hacerlo visible a los demás, de materializar nuestros deseos en una pintura y mostrarla y darle forma al pensamiento, sacarla de la imaginación y volverla pura realidad, llenarla de colores y de trazos y líneas que delimiten aquello que pensamos y lo muestre a los que pasan por allí, en esa necesidad no hemos cambiado en los miles de años de evolución humana. Hacer visible nuestros deseos y nuestro sentir.
mgts
http://diario16.com/lost-in-tabarnia/
ResponderEliminarA ver si hay suerte hoy y me lo publica... No me extiendo, por si acaso.
ResponderEliminarHay otra película sobre los pogromos... Dirigida e interpretada por Brabra Streisand. Se titula Yentl.
Uno de los hobbies de mi hijo mayor es fotografiar graffiti en sus muchos viajes por el mundo. Sacó muchas en Brlin, en el muro y la ciudad. Ahora lleva un mes en Bostón.
Os dejo un video de la tempestad de las Symphonies d'Alcione, obra de Marin Marais, violagambista de la corte de Luis XIV. Dirige la orquesta Jordi Savall, que fue profesor en el Palau de mi nuera barcelonsa. Creo que ya dije aquí que es cellista e imparte cursos de Música medieval. Una chavalina joven. Cuando me visita, tenemos un acuerdo: ella habla catalán y yo, gallego. La verdad es que ella pilla las frases mejor que yo.
https://www.youtube.com/watch?v=1yItpKx7KBs
Bueno, en vista de que el detctor de robots se ha portado bien, os recito un poema de Blanco White. Otro exiliado -en Inglaterra-, éste por sus ideas religiosas y políticas. Los ingleses, que son muy listos, lo hicieron suyo. Como intentaron, sin éxito, los franceses con Picasso.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=3xe2Vd_VUsE
declamación muy sentida Talkin, gracias por ponernos a alguien que combatió la intolerancia.
ResponderEliminarMgts
Me ha encantado!Gracias , Talkin
ResponderEliminarMe aguanto las ganas de hablar sobre la noticia que, ahora, ya no interesa como noticia ni en las radios, ni en los periódicos ni en las tertulias españolas: el juez ha archivado la causa contra todos los profesores del instituto del Palau de sant Andreu de la Barca a los que se les había acusado de humillar y señalar a los hijos de los GC, no existió nunca ni los señalamientos ni las palabras que se les atribuyeron. Lo que lo hace aún más lamentable es que tanta gente lo quisiera creer, que se publicaran sus fotos y se inundara de calumnias a la escuela catalana. Pero, ya digo, no voy a extenderme. Ya está hecho el daño a los niños, a los profesores, y a la sociedad, estarán contentos.
ResponderEliminarSustituyendo política por cultura, me he hecho la propuesta de recomendar libros, por ejemplo.Te recomiendo un pequeño libro que me ha encantado, sé que te gustan los viajes y las historias que se desprenden de ellos, así que te lo recomiendo.
Se trata de ‘Seda’ de Alessandro Baricco, italiano, es una historia tan breve, concisa y enigmática que me ha parecido perfecta.
No voy a adelantarte la trama, te encantará, pero te haré un brevísimo apunte para abrirte el apetito:
Hervé, el protagonista, realiza tres viajes a Japón en busca de capullos de seda, atravesando todo el continente.
A mí me ha parecido que el tema principal es la complejidad del alma, aunque también subyacen otros temas que me atraparon como la cultura oriental contrapuesta con la occidental. Los viajes con su contenido de aventura y esfuerzo. El negocio de occidente con la seda a finales del siglo XIX. La paz que nos dan las costumbres rutinarias y la belleza que observamos en todo lo que nos es extraño y sorprendente, como la fascinante seda conseguida gracias a unas larvas de gusanos.
Y al final a mí me pareció que el autor nos presenta el verdadero tema: el arte de encontrarse en equilibrio siendo asistente de tu propia vida
Si puedes, léelo, es diferente!
Mgts
Tomo nota, Gracias!
ResponderEliminarLuis
Hay que rendirse a la evidencia: España se rompe. Tenían razón al alertarlo primero en el Partido Popular, fundadores y padres de la franquicia, y ahora en Ciudadanos, orgullosos y dignos continuadores de la tradición rompepatrias. España se rompe, pero no por donde ambos avisaban. España se rompe por donde menos se podían esperar, por lo único que siempre les había parecido seguro, un bastión en donde refugiarse cuando realmente les dolía España: el Real Madrid.
ResponderEliminarEn la misma semana en la que descubrimos que Felipe VI tiene mucho que decir sobre cómo deben comportarse Catalunya y los catalanes pero ni una palabra que decirnos sobre su cuñado, Iñaki Urdangarin, camino de la cárcel por corrupto, o que constatamos que el gobierno de Pedro Sánchez, que venía a hacer política, empieza por dejar la decisión de acercar a los presos en manos del juez Pablo Llarena, exactamente igual que hacía Mariano Rajoy, nada ha desestabilizado tanto España como el fútbol. La bandera de la división no era la estelada sino la enseña blanca madridista.
Resulta que la gran amenaza para España no era Carles Puigdemont sino que se ocultaba en Florentino Pérez, el presidente del club blanco. Los traidores no estaban en la plaza de Sant Jaume ni en Berlín sino en el Santiago Bernabéu.
Resulta que la gran duda sobre el compromiso con los colores de España no estaba en Piqué, ni en los demás jugadores del Barça, sino que anidaba en el seleccionador nacional, Julen Lopetegui, y en el hombre que amenazaba con ponerse a hablar en andaluz, Sergio Ramos, más preocupado de ejercer como enlace sindical de su nuevo entrenador en el Bernabéu que de capitán de sus compañeros de selección.
Tanto decir que la pela era la pela, que lo de los catalanes se arreglaba con dinero, que lo único que querían era no pagar, que eran unos insolidarios que solo iban a lo suyo y va a resultar que los mercenarios se escondían en las mismas entrañas del templo más sagrado del sentimiento español, la Roja, y sus pagadores se acochaban en el único estadio de la primera división española donde aún ondean al viento las banderas con el aguilucho franquista. Lo patriótico ahora sería que España ganase el Mundial y el gol decisivo lo marcase Piqué; qué desconcierto nacional.
Antón Losada, Santiago de Compostela
Hola. A ver si así..
ResponderEliminarUn abrazo, megustas, Luis
Talkin
ya sé..lo lamento, pero es que cuando leo un artículo tan currado y con tanta profundidad de análisis, abriendo ventanas y haciéndonos ver lo que hay realmente detrás, no puedo reprimirme las ganas de compartirlo al menos con dos o tres o cuatro personas que quieran leerlo
ResponderEliminargracias, ahora más que nunca nos hace falta ver más allá
http://diario16.com/no-catalanofobia-enfrentamiento-organizado/
El fútbol es puro divertimento, algo frívolo y muy superficial que nos da vidilla a los que nos gusta. Convertir el asunto Lopetegui en una cuestión de Estado y en la traición de Audax, Ditalco y Minuro a Viriato es demasiado....Mira, cuando España en la Eurocopa del 2012 llegó a semifinales, Luis Aragonés anunció que dejaba la Selección porque le habían fichado en el mercado árabe. Y no pasó nada. Pero como, en esta ocasión, han sido Florentino y el Real Madrid quienes estaban detrás, se ha magnificado todo y se le ha dado unos tintes calderonianos. Es solo fútbol, un entremés.
ResponderEliminarSe castiga mas votar que violar.
ResponderEliminarVergüenza de mentalidad
Tengo motivos muy, muy personales, para desconfiar de la acción de la Justicia. No me ha extrañado
ResponderEliminarCalor. Ya se ha ido la tormenta. Aparte de los grandes males --esos que precisan de grandes remedios--, los pies se hinchan, los acúfenos me recuerdan que estoy vivo, y mucho debo de estarlo, a juzgar por su insistencia. Abouxante. Abombar, aturdir a gritos, asordar.
ResponderEliminarAhora que les pongan un detective a cada uno. El menor atisbo de levísima sonrida será considerado como prueba de que se lo pasaron en grande cuando permanecieron recluidos en su cubículo. Estoy utilizando la misma lógica de los abogados defensores.
Caballero fue portero del Celta. Ya me había olvidado de eso. Pensé que estaría más que jubilado.
Me gustas, yo seré uno de esos 3 o 4 que leen tus adjuntos. El otro día escribi aqui acerca de Antón Losada, cuyo artículo enlazaste. Fue relator de un máster (dos años de duración) de un hijo mío. Aparte, su militancia en el Bloque.
A ver si hoy hay suerte con los coches, las señales de tráfico y los autobuses y los escaparates. :-)
Calor, hace calor. Calor, tormentas que se alejan, humedad del río, hogueras de san Juan.
Un abrazo, Luis, megustas.
Os imagináis a Chagall pintando aquel otro cubículo? Mas bien Otto Dix, no?