SUPERHÉROES

A la vista de mi colección de Superhéores Marvel, un asombrado amigo me dispara con munición de fogeo: “ siempre has sido un mitómano”…..Mi réplica no se hace esperar: “ ¿Tú crees que coleccionar superhéroes es un rasgo infantiloide?”
.- “ Sí, porque no existen los superhéroes con esos poderes y a mí, por lo menos, me aburre todo lo que no sea real. La realidad ya es suficientemente increíble”…bueno, pues nada que objetar…, es cierto…Es más, una de las frases más escuchadas es que la realidad supera siempre a la ficción…Reconozco que es una buena respuesta. Alguien que tiene tan clara la frontera entre lo imaginario y lo real es alguien que goza de ciertas ventajas prácticas. El tiempo lo emplea en cosas que se pueden traducir en beneficios tangibles y nunca se pierde por los Cerros de Úbeda.

Yo los necesito…Necesito a los superhéroes, pero….¿sabéis por qué?

El mundo de los superhéroes no supone para mí únicamente una evasión inconsciente hacia un mundo de las fabulaciones extraordinarias que me hacen olvidar por unos momentos la inevitable rutina cotidiana.

Lo que me gusta sobre todas las cosas de los superhéroes es que encarnan a una de las cualidades que más aprecio de nuestra especie: el instinto de exploración, de desafío, de afrontar lo desconocido o lo injusto, de enfrentarse a los riesgos que conlleva, a esos peligros que, si los superas, te recompensa con una estimulante gratificación psicológica, y si no, te permite mantener intacta tu dignidad.

Por eso, el mayor superhéroe que ha existido no es el poseedor de un martillo desencadenador de rayos y truenos, ni un joven imberbe dotado de instinto arácnido, ni una viuda negra letal con sus infalibles aguijones….El mayor superhéroe ha existido de verdad y es a él a quien rindo culto a través de mis figuritas de plomo primorosamente hechas a mano. Y no es otro que ese mono peludo que un buen día decidió comportarse de modo distinto, bajar de su protector árbol, erguirse sobre sus patas traseras y otear el horizonte para ver por dónde resoplaba Moby Dick y darle caza y cambiar las tornas. Dejar de ser él la presa propicia y facilona.

Desde entonces, incontables superhéroes han poblado la Tierra marcando el camino a los demás. Y la mayoría, anónimos.

Me acuerdo de un precioso libro de Thomas Carlyle. Habla sobre los Héroes. Y de él anoté en mi cuadernito este pensamiento suyo: “ de nada sirve lamentarse de los tiempos que vivimos. Lo único y más heroico que se puede hacer es intentar mejorarlo”

Mirad a vuestro alrededor….Fijaros en vuestra familia, pensad en vuestros amigos, reconoced a ese compañero de trabajo…Estamos rodeados de mala hierba, es cierto…, pero también es innegable que existen ejemplos admirables de coraje y tesón….¿Por qué, entonces, nos dejamos acobardar por quienes ensucian la convivencia y el progreso? 

Os voy a decir por qué…Porque no nos terminamos de creer que en el interior de cada uno de nosotros respira un superhéroe adormilado.

Si las normas sociales y leyes que ordenan nuestra vida cotidiana no nos sirven nada más que para deteriorar nuestra calidad de vida y frenar nuestro crecimiento interior, como se ha visto con el ensayo del denominado “austericidio” que se ha llevado por delante a Grecia y mucho me temo que los siguientes seamos nosotros, tenemos la obligación de actuar como superhéroes desmesurados, apasionados, transgresores, excéntricos y sin miedo a colisionar con los intereses de los supervillanos a los que les jode tanto que nos hagamos cruceros como ellos y que Almendralejo y Lepe tengan el mayor parque móvil de Audis por cada mil habitantes y nos hayan frenado en seco…Los supervillanos a veces están cubiertos con pellizas de corderos….( qué fuerte y decepcionante lo de Imanol y Ana. No les critico que quieran pagar menos impuestos. Mantengo que me parece abusivo que las rentas de más de 200.000 euros tributen a un 56 por ciento, más de la mitad de lo que se gana, es una burrada..Si fuera millonario tendría sarpullidos. No lo soy, tributo lo que me corresponde, pero manda huevos…No comulgo con la demonización de los empresarios….Se matan a trabajar la mayoría de ellos. El modelo de sociedad que vaya contra los emprendedores, está condenado al fracaso estrepitoso. Que a mí, particularmente, me guste deleitarme más con una puesta de sol que con el balance mensual de beneficios, no significa que no reconozca la estricta necesidad de personas a las que les gusta ganar dinero honradamente. No veo a partidos políticos con la varita de guardar un equilibrio….O consienten todo a las grandes fortunas, o las persiguen )…Lo que me hace daño de Imanol y Duato es que se hayan dado el lujo de impartir lecciones éticas a los demás. Desde este punto de vista, superhéroe es quien paga religiosamente sus impuestos sin chistar y también quien está hasta los cojones de tanto latrocinio institucional a costa de su trabajo y legítimamente acaba pensando que ya paga bastante. 

En fin, se me ha ido la olla un poquito. Perdonad. Acompaño este post con una imagen poderosa. A mí me fascina…Sí, es Brad Pitt…, muy seductor y guaperas y lo que queráis, pero un actor como la copa de un pino, enfundado en la piel de Aquiles.

Aquiles representa mejor que nadie mi personificación de superhéroe, tan formidable en su imbatibilidad y aureola mítica como frágil con sus sentimientos atormentados por sus arrepentimientos y errores. A su lado, el humano Héctor condenado de antemano a perecer con dignidad pagando las consecuencias de los caprichos humanos. También es un superhéroe indiscutible.

Cuando vi Troya, me fascinó el Aquiles que se había sacado de la manga Brad. 

Aquiles no obedece a nada ni a nadie. Sus acciones eran regidas por la iniciativa libre y personal frente al conformismo y obediencia de los demás. 

Este post lo he escrito con todos mis superhéroes expuestos en la cabecera de mi cama. Creo que ellos me lo han inspirado y por eso no tiene ni pies ni cabeza…solo corazón y el que quiera criticármelo va a tener a su disposición más de un talón de Aquiles…