COMER DE LUJO

Hora del café y el cigarrito en Sanlúcar de Barrameda, después de comer alguno de estos típicos platos lugareños, entre otros muchos más...Esta fotillo la saqué con mi paleomóvil el día que fuimos a visitar la Nao Victoria, fondeada al fondo de la foto, el puntito negro que se ve...en el barrio de Bonanza, donde también se come muy bien...Es el puerto de Sanlúcar

CAZON CON TOMATE

SALPICÓN DE FIDEOS

POTAJE MARINERO

Después de comer rico, rico..., el café y el cigarrito es algo más que un rito frente al Parque Nacional de Doñana, con la desembocadura del Guadalquivir ejerciendo de hidrológica frontera. La Naturaleza parece decirnos  " contempladme a distancia mientras saboreáis vuestros pequeños placeres mundanos, comparadlos con la belleza de mi paisaje y seguid así, respetando la distancia que separa la felicidad transitoria de la belleza duradera, tan duradera como lo sea vuestra voluntad de preservarme, y así nos llevaremos bien..."

En Sanlúcar no se come solo...Se llora de emoción cuando pagas la cuenta después de dar buena cuenta gastronómica de sus langostinos y gambas con denominación de origen, de sus consomés de rape y de galeras disputando a los demás caldos su primacía con aires de Armada Invencible, de sus campanitas de sopa de marisco, de su fideos chupones rodeados de almejitas y trocitos de choco que aparecen flotando en el plato como milagrosos salvavidas para la jámbre náufraga y llorona. Y los 15 euros que por comensal se pagan por comer tan bien y sano es lo que dispara la adrenalina que nos convierte en genios por haber elegido tan bien dónde comer bien y barato.

Si a la cubierta de este resistente barco, y por ventura, se sube la curiosidad de un experto gastrónomo titulado, le diré que las tascas, ventas, restaurantes, bares y ventorrillos de Sanlúcar son lugares idóneos para degustar las propiedades organolépticas de los alimentos...Y esta licencia de cultureta bobo significa que son lugares donde se puede percibir, la mar de bien y con el mar de fondo,  el sabor, la textura, el olor y el color de cuanta vianda nos pongan por delante. Para todos los demás, basta con decir que se come de lujo.

Después de este acto de coronación plebeya a la que todos tenemos derecho, tratarnos a cuerpo de rey de vez en cuando, solo queda el cafelito y el cigarrito y la copa frente a donde los últimos linces de Europa se las hacen pasar canutas a las más despistadas de las aves migratorias, en un bosque mediterráneo que, con permiso de los romeros de la Virgen del Rocío, se mantiene casi virgen de verdad.

El Bajo de Guía de Sanlúcar de Barrameda, un lugar donde comer bien, donde convertir los sonidos de tus jugos gástricos en celebradísimos castillos de fuegos artificiales y tu bolsillo en una Caja de Ahorros.

Me gustaría que destacárais un plato casero de vuestros lares que os guste especialmente y por qué. Y sobre todo, dónde..., que tarde o temprano cumpliré mi sueño de convertirme en un trotamundos.