Sin oxígeno la belleza de esta foto no es posible
El regocijo de los plumajes y los silbidos necesitan del silencio de un bosque
y los niños que juegan solitarios necesitan el velo de un espejo
¿Qué fulgor en la belleza existe?
¿Qué luna de corsarios en el amor?
En el oráculo de lo invisible se esconde
todo lo que alegra al corazón
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Luis! Me ha encantado el poema, un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo igualmente, querida Ardaire. Gracias
ResponderEliminarComo bien sabes, Luis, la belleza siempre está tras los ojos, y nace en el corazón, como tus palabras.
ResponderEliminarY voto a bríos que no hay más puro oxígeno que el que nos hace arder de pasión.
"El regocijo de los plumajes y los silbidos necesitan del silencio de un bosque"
ResponderEliminar.....se siente, se ve, se oye...
Precioso el poema Luis y preciosa e inspiradora foto.
La belleza es el único alimento del corazón, que sólo conoce el idioma del amor.
Alejandra
El prisma a través del cual mira la vida el poeta, será más o menos real, perfecta o imperfecta, ¿será ilusa? no lo sé, pero lo cierto es... que siempre es BELLO.
ResponderEliminarPoesía es belleza y esa es la que se refleja en tu poema, precioso.
Feliz de que tengas el corazón contento.
https://www.youtube.com/watch?v=oofSnsGkops
Besos y abrazos,
Nuria
El corazón...ese desconocido...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Acvfh2GoNFg
¡Un abrazo muy fuerte!
Ananda
Se habrá acordado de adelantar una hora en el reloj?
ResponderEliminarAquí estoy, en la cima, he escalado la montaña,, ya me tardas, amor, me voy a convertir en un carámbano impaciente.
Oigo pasos en la nieve, ¿eres tú, mi miña? No convoques al alud, no sonrías, no derritas galciares y morrenas.
-Larga se hace la espera Talkin. Yo perdí a mi amada cuando se instauró el calendario gregoriano. Mi chica, la Yeta, no apareció, la vieron años más tarde arrodillada en un risco, convertida en una estatua de ansiedad y desamparo. Desde entonces camino por estos precipicios, en mi deambular desesperado, grito su nombe a la ventisca. El eco de mi voz, un cristal en su frente, un alfiler en sus sienes.
Amigo Yeti, abominable hombre de las intemporales cumbres, cada año, cuando ella se olvida del primaveral horario, tengo que soportar tus monsegas. Tú, que eres de desmedido tamaño, álzate sobre esa cresta y alza tu voz, ya sabes su nombre, cinco siglos llevamos con esta misme despiste de la amada. Lanza un berrido que abarque cordilleras y cañadas. Más, más fuerte, a pleno pulmón, acércate al borde, que tu clamor trapase las vaguadas y regatos. Así, más decibelios. Qué murmuras? Por qué te tiembla la voz? Qué me cuentas? ¿Que estás pisando una pastila de jabón? Que te deslizas hacia el abismo y no puedes frenar tu excelso patinaje ? Cuántos metros llevas en caída libre? ¿Son aquellos, de allá abajo, tus despojos?
Vaya, por fin se presenta la amada, una hora de retraso, le diré que se me hizo breve, pensando en ella. Dice que ha oídoo su nombre, a gritos de desesperación. Era yo, mi niña, la soledad de la montaña, abrázame fuerte, fuerte.¿me permitres tu reloj? Lo voy a enterrar en la nieve, como símbolo de un amor que se conservará por toda la eternidad. Aquí arriba, en la cúspide del Monte del Olvido. Que qué hace una pastilla de jabón en el borde del talud? Pregúntaselo al Yeti. Te espera desde hace una hora en el fondo del despeñadero. Yo me vuelvo a casa, llega hasta mí el canto del cuco del reloj tirolés de mi abuelo. Abrígate bbien, un invierno entero en estas latitudes es fatal para los bronquios. Ea, me voy: cantando,====> reloj, no marques las horas, porque voy a enoloquecer, ella se irá para siempre, la la la la..
http://www.youtube.com/watch?v=xkB904ttTD0
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Merece la pena la patada al reloj biológico para que Talking destile su magia.
ResponderEliminarUn abrazo.