AHORRA AGUA, BÁÑATE CON LOS AMIGOS

 Parte de los chorritos del Spa donde me creí el Emperador Aurelio


.- “ SPA Barceló Costa Ballena, le atiende la señorita Vapores..¿en qué puedo ayudarle?

.- “ Buenos días. Quería saber si existe la posibilidad de disfrutar ahora mismo de una sesión de circuito termal en el spa”

.- ¿Posibilidad, señor? ¡ Toda!...hasta tenemos que encender los motores. No hay nadie. Van a estar ustedes solos. Esperen unos diez minutos, tiempo que tardará en ponerse en función todas las salas, el hammán, la terma romana, la sauna finlandesa, los chorros a presión y las tumbonas de piedra refractaria, y que el agua se caliente.”

…y así los dos dias que contratamos el circuito..¡Enterito para nosotros!

Metido hasta el cuello en la bañera de hidromasaje , veía a mi pareja deambular de una estancia a otra. Cerré los ojos y hice caso a Lennon con su canción…Imagine...Pensé “ ..ésa no es mi mujer, bueno, sí, es mi mujer, pero ahora es Gala Placidia Basilina y yo el emperador Aurelio, el emperador filósofo, ..con dos cojones”

Pero no solo me dio un ataque subidito de importancia, también me vino a la mente un cuadro que me gusta mucho. Sabéis que en vuestro blog dejo hueco para comentar los cuadros que más me gustan, y poco a poco iré desgranándolos. A mi entrada en el Spa me hubiera gustado encontrar lo que muestra Ingres en su cuadro “ El Baño Turco”, y otros dos que ví en el Louvre,  de Geróme

El Baño Turco de Ingres es el sueño de una noche de verano de todo varón

Sabemos que los precursores de los baños, de la higiene, del cuidado del cuerpo y la guerra a la mugre fueron los minoicos y los antiguos griegos ( que hasta el Minotauro se bañaba con sales) Pero fueron los romanos quienes perfeccionaron hasta lo epicúreo total la costumbre del baño con sus impresionantes termas públicas, construyendo ejemplos admirables de arquitectura urbana. Todo historiador sabe que,  si se mantuvo tanto tiempo el Imperio Romano,  no fue gracias a sus césares..oh, no.., sino a sus esclavos y sobre todo, gracias a sus arquitectos e ingenieros y agrimensores.

Pero.¡ay, mai…! cayó el Imperio y llegaron esa clase de señores que todavía sufren más y peores ataques de importancia subidita que la que sufrí yo en el hidromasaje, porque dicen que hablan ni más ni menos que en nombre de Dios..y claro…se fue todo al carajo..¡Adiós por siglos a la hermosa cultura del baño!…¡hola, olor de santidad!

Esa frase la habréis escuchado y leído muchas veces: 
“ murió.., ha muerto en olor de santidad”  Pues no significaba que la palmó rodeado de arcángeles custodios , sino que morían con olor a heno, pero no Heno de Pravia, sino de caballeriza y a Chanel de montunino número cinco. Contra más apestabas,  más alejado se había estado del placer voluptuoso del baño, considerado un pecado por los que tienen la virtud de saber siempre qué piensa Dios en cada momento.

Así que , cuando conocí este detalle, ( Isabel la Católica murió en olor de santidad, su hija Juana, también..Sor Patrocinio la de las llagas, también…total, que se podía estar poco tiempo en su capilla ardiente y oliente. Y en la de los santos eremitas, ya ni os cuento..), pues cada vez que escuchaba el salmo de “ Santo, santo, santo es el Señor..” no sabía a ciencia cierta si es que el Señor es muy bueno o si es que no había vuelto a probar el agua desde el Diluvio Universal.

Aunque ahora nos parezca increíble, hubo una época en la que las costumbres orientales nos daban sopas con ondas en todos los conceptos. Ir a un Hamman está prescrito por el Islam. Los más refinados fueron nuestros musulmanes hispánicos, nuestros antepasados, ..no se nos olvide nunca. Una cosa es que les discuta la pretensión de alguno de ellos de reconquistar Al-Andalus, y otra muy diferente es la de abjurar de sus genes y su hermoso legado. Más de una batalla ganó el ejército de Almanzor porque el cristiano daba el cante de tal manera que los olfateaban a kilómetros, dándoles tiempo a preparar la emboscada. Bueno, vale,…exagero como siempre.., pero me entendéis.

Ingres tenía 82 años cuando pintó este hermoso y sensual cuadro que tanto inspiró a Picasso en sus Señoritas de Avignon…, pero qué os queréis que os diga.., prefiero el de Ingres. Los cuadros de Picasso y de arte abstracto en general,  los entiendo todos….Lo que no entiendo es lo que cuestan. Hoy Ingres es muy valorado y ocupa un lugar de honor en el Parnaso de los artistas revolucionarios, pero en vida fue tratado como un viejo verde y sufrió muchísimos menosprecios por la moral hipócrita de siempre. Lo que le importaría a él mientras contemplaba su Baño con ojitos de fauno alegre. A falta de viagra buenas son tortas…o turcas.

Comparto con vosotros una descripción maravillosa. Su autora es  una aristócrata inglesa que describía en una carta de 1717 un baño en la ciudad de Sofía. 

Que la disfrutéis, así como la contemplación de los cuadros de Ingres y Geróme

EL BAÑO TURCO, de Ingres

 Y dos obras más pertenecientes al extraordinario JEAN LEON GERÓME

“Había unas doscientas mujeres (yo estaba en traje de viaje); los primeros sofás se hallaban cubiertos de cojines y ricas alfombras, y las mujeres se divertían. Las esclavas las peinaban; todas estaban como vinieron al mundo, desnudas, pero no había ni gesto indecente ni postura lasciva: ¡caminaban y hacían sus movimientos con gracia majestosa! Tenían la piel de una blancura brillante, sus bellos cabellos estaban separados por trenzas que caían sobre sus espaldas con perlas y rubíes. Mujeres bellas en diferentes posturas, unas charlando, otras trabajando, otras tomando cafés o sorbetes, otras repasando negligentemente sobre sus cojines.
Llegan muchachas de 16 a 18 años para trenzarles el pelo estupendamente, durante 4 o 5 horas, y les cuentan noticias y escándalos de la ciudad. La dama que me parecía de
más alta alcurnia me suplicó que me sentara a su lado y me invitó a desnudarme para gozar del baño. Me excusé con cierta dificultad, pero me miraban tanto que finalmente me abrí la camisa y mostré mi corsé, lo que les agradó mucho. Yo estaba encantada con su educación y encanto. Un hombre no se tendría que morir sin haber visitado uno de estos baños de mujeres. Tras la comida, me dieron café y perfumes lo que es marca de un gran aprecio”.