EL REY SIN MOTE

No tengo que recurrir a corrientes externas de opinión, más que afluentes el Amazonas ahora mismo.

El debate lo tengo servido en casa mientras comemos con las Noticias del Telediario como si fuera un condumio más, casi siempre indigesto por esa fijación que se tiene en destacar lo escabroso y violento.

Por mucho que la madre demuestra memoria histórica y concede a Juan Carlos el mérito indiscutible de habernos adelantado la democracia, de haberla salvado y de haberla pilotado bien y de forma neutral..., no puede ser.., no hay manera.....

Margui, con 21 años, no sabe por qué Franco eligió a Juan Carlos en vez de a su  yerno y a su propia nieta para restaurar a los Borbones. No sabe que lo hizo saltándose la férrea línea sucesoria que costó que padre e hijo estuvieran varios años sin hablarse. Juan Carlos, así, traicionó a su padre en plan shakesperiano. Después traicionó los Principios Nacionales del Movimiento que juró al viejo general salvaguardar ( no sé qué clase de movimiento era ése, sería un movimiento sexi, boooombaa, porque ahí no se movía nada) , y algo más tarde y en plena Semana Santa, traicionó a la Junta de Jefes de Estado Mayor sancionando de tapadillo la legalización del Partido Comunista. 

Margui tampoco estuvo frente a la pantalla de un televisor a la 01:15  horas de la madrugada de un 24 de febrero, cuando la Historia ya dirá con el tiempo si el Rey nos la jugó peligrosamente con tal de aparecer de superhéroe salvador de la Democracia o fue puro valor personal, compromiso y responsabilidad histórica. Si fuera lo primero, Juan Carlos, en connivencia con Armada y algún otro, volvió a traicionar a ciento y un militares más a los que se les hizo creer que respaldaba el Golpe de Estado. Todo esto se sabrá cuando se descalifiquen los documentos secretos de aquel infausto y, menos mal, sainetesco suceso. Cada uno tiene su opinión y todo son suposiciones. Pero es cierto que frenó de golpe el Golpe.

Margui no concibe que sus padres nacieran en una época en la que solo se podía votar barcos y siempre que ese infinitivo se escribiera con "b", una época en la que nuestros mayores llevaban toda su vida tratados como tarados mentales y niños irresponsables que necesitaban tutoría permanente.

Pero lo que no entiende para nada es que , para ocupar un puesto de la máxima responsabilidad y representatividad, se tenga primero que tener la sangre correcta..., y después ya vendrán los méritos. Si los méritos no se acreditan ni se demuestran, ...la sangre correcta es suficiente.

¿Y sabéis qué? Que yo entiendo a Margui y a todas las Marguis y todos los Marios sus novios y a todos los jóvenes de las nuevas generaciones. Entiendo que no lo entiendan.

Quien no parecen entenderlo son los que, con la excusa y el miedo a la desestabilización, van a sentenciar a la Monarquía prolongándola legal , pero inmoralmente,  sin preguntar a nuestros hijos mayores de edad si les parece bien que, para ser Jefe del Estado, baste con tener la sangre correcta.

No entiendo por qué se tiene miedo a votar las cosas. No entiendo por qué se tiene miedo a la esencia de la democracia. Y mira que estoy seguro de que la Monarquía que representa un chaval que cae tan bien y que está tan bien formado como Felipe,  saldría apoyada tras un plesbicito y legitimada por la fuerza de los votos..., por varias razones que no quiero examinar ahora. La República es una conquista de la educación y nosotros estamos en la cola en Matemáticas y Cultura General.

El noventa por ciento del Congreso va a ratificar a Felipe como Sucesor a la Corona sin preguntar a Margui,.... sin tener en cuenta que a Margui le importa una mierda Franco y los riesgos corridos en la Semana Santa del año catapúm en la que se pasearon por las calles, en vez de pasos de Nazarenos dolientes,  banderas rojas con la hoz y el martillo.

Y así no van a asegurar la continuidad de la Monarquía en España. Así no. A ese noventa por ciento le auguro, sobre todo al PSOE, que más temprano que tarde, saldrán a la palestra de las explicaciones usando la misma frase que el Rey tras su cacería en Botsuana: " lo siento, nos hemos equivocado, no volverá a suceder"

Pero volvamos a Juan Carlos ¿Qué sobrenombre le pondrá la Historia? Empezó siendo Juan Carlos I el Breve. Después, Juan Carlos I el Traidor....., y ahora que ha abdicado tras 39 años de reinado..., nadie se atreve a ponerle mote. Bueno, sí.., Jesús del Pozo se ha atrevido a llamarle el Follador..., pero el Follador no va a pasar de la puerta de la Academia de Historia por muy campechano que haya demostrado ser Juan Carlos. Además, los motes son mentirosos todos: Isabel muy católica no fue quemando herejes y expulsando paisanos judíos; el César Carlos V y su Prudente hijo Felipe II nos hundieron en la bancarrota con absurdas guerras religiosas que ni nos iban ni nos venían; El Hechizado Carlos II no lo fue por brebaje de meiga, sino por putadas consanguíneas y uniones endogámicas que todavía tienen escandalizados a los guisantes de Mendel; Felipe V el Animoso tenía de animoso lo que yo de hincha del Barça ( ¡pero si abdicó en su hijo Luis I, de 17 años, por problemas depresivos!); el Deseado Fernando VII pagaba de su presupuesto castillos de fuegos artificiales en Valençay para festejar cada victoria de Napoleón en España mientras estuvo allí retenido ( el Borbón más  felón y vomitivo con diferencia); Isabel II la de Los Tristes Destinos se cepilló a todo guardia de corps que pudo, yo quiero un triste destino como ése; a Pepe Botella el rey José I nadie nunca le vio borracho...; en fin, para qué seguir...

Mejor sin mote. Reinar y que no te pongan mote es buena señal y que no lo has hecho mal.

Ha sido un Rey que en esos 39 años de largo reinado ha hecho muchas veces lo contrario de lo que juró o dijo ( lo último, declarar que el paro juvenil le quitaba el sueño e irse de safari poco después), un Rey que cabreó mucho a su padre, y más todavía a quienes le nombraron. Pero, a cambio, ha hecho muy pero que muy feliz,  a Nicolás Maquiavelo.

Que cada uno de los que hemos compartido tránsito con él en esta vida decida si Juan Carlos ha sido un hombre como los demás reyes, o un rey como los demás hombres.

Felipe, te deseo suerte..., y no tengas miedo. Pregunta a Margui..... si quieres que tu hija reine algún día y tú mismo acabar tu inminente reinado.