LA LOLA SE VA A LOS PUERTOS

El brillo de la cara de nuestra querida Lola acabó contagiándose, y no solo eso, sino que queríamos jubilarnos e irnos todos con ella por sevillanas

 

Trabajar en compañía de todas estas mujeres y hombres ( tres gavilanes hay en este palomar, nos falta Jesús), me ha permitido redescubrir varias cositas que más o menos las tenía claras, pero las he remachado.

Aunque existe la interpretación medio chistosa, medio cínica, de que el trabajo en equipo es genial porque te permite echar la culpa a otro si algo sale mal, el tópico principal que he descubierto es que no hay nada..¡nada!... más productivo que un buen ambiente de trabajo,  sean cuáles sean sus condiciones, y que por gratitud sincera muchas veces haces las cosas por los demás o te esmeras en el perfeccionamiento de tu labor.

El buen compañerismo es algo que se dilata a través del tiempo y no se puede simular. Es como el valor, la audacia. Y es que, bien pensado, el compañerismo sano es una forma de audacia. Es tener siempre a punto el valor de perdonarse los pequeños defectos, fortalecer las inseguridades, cultivar la estima por las posibilidades de un compañero en horas bajas o ante retos difíciles, y sobre todo, tener la paciencia y sabiduría necesarias para comprender que un mal día lo tiene cualquiera. Una audacia que no tiene inconveniente también en ser combativa si se ve obligada a no tolerar los grandes defectos individuales que arruinan la convivencia de todo el grupo.

La primera parte corre a cuenta de toda la plantilla. La segunda parte reposa sobre los hombros de los jefes, de las jefas en este caso,  y no hay que restarles ni un gramo de su inmenso mérito. Bueno, vale,...llamarme pelotilla... lo asumo..., jajaja..Pero es que esto es algo que también valoro mucho, que me puedo permitir incluso el lujo de pensar en voz alta en mi centro de trabajo y hacer el ridículo porque sé que voy a ser juzgado por la indulgencia del cariño.

No sé dónde está exactamente el truco para conseguir un buen ambiente de trabajo. A lo mejor es que no existe y es solo producto de una mera coincidencia de varias personas excelentes dentro de un mismo espacio.

Pero, ... sí hay truco, ..sí lo hay, y creo que consiste en trabajar como socios y cuidarnos como familia, el hoy por tí y mañana por mí sin cómputos ni reniegos.

A todas estas mujeres y hombre excelentes les iba a decir que les quiero, que les valoro, que les admiro y que es un orgullo trabajar con ellas ¡ y ellos dos...(jooó,... Juanma, Jesús,  me jodéis el género del discurso..)..., pero mira por dónde ha caído una frase de Baltasar Gracián en mis manos que me ha hecho cambiar automáticamente de opinión.

Dice:

" Triste cosa es no tener amigos ni compañeros, pero más triste es no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal es de que no tiene:

.- ni talento que le adorne

.- ni valor al que respeten

.- ni honra que le murmuren

.- ni cosa buena que le envidien"

Miro una a una las expresiones de sus caras y llego a la conclusión de que todas son odiosas.., muy odiosas si fuera su enemigo....

Aquí, en la foto, la Lola se nos va a los puertos. Y no a Puerto Real, o Puerto de Santa María, ni mucho menos a Puerto Hurraco. Se nos va a los puertos, pero de Crucero en Crucero y de forma indefinida.

Se lo merece

MUCHISIMAS GRACIAS, LOLA