NO ES UN ARTE FACIL PROMETER

.- " Prometo cambiar, en serio. Puedo hacerlo. No quiero acabar así, son muchos años. Esta vez ha sido dura, me he pasado. No volverá a ocurrir. ¡Qué vergüenza, ..la policía..., los vecinos..., yo nunca he tenido problemas con nadie ni he dado que hablar. Mañana mismo me pongo en manos de un psicólogo, aunque no me va a hacer falta porque voy a cambiar....Tú....¿qué dices? No dices nada, claro!,  qué vas a decir, si el problema es mío"

Le miro fijamente, pero me quedo callado. Es el silencio del escepticismo. No es fácil cambiar , oh no.., nada fácil. La perogrullada de que cada uno es como es es la única teoría científica que no necesita demostración. Ni cambiar ni descambiar, porque continúas llevando el problema a cuestas. Sólo es posible reparar la avería un tiempo hasta que se vuelve a estropear , porque la gente no cambia y no es un arte fácil prometer.

Me gustaría decirle en voz alta en vez de callármelo: no desperdicies el tiempo ni te engañes a tí mismo con estériles intentos, porque tienes una posibilidad sólo si naces de nuevo. No volverá contigo y tú lo sabes, no regresará a tu lado para vestirte con sus caderas, con sus ojos y sus gestos, con sus manos y sus besos, hasta que abras la puerta oscura que te encierra y oculta y salgas desnudo por segunda vez al mundo llorando nacer de nuevo por todo lo que mataste en tu anterior vida.

Las conductas reprochables, los complejos personales, las reacciones incontroladas, los vicios erosionantes y los destinos autodestructivos no admiten parches ni retoques temporales, intentonas sucedáneas que engañan al Tiempo un tiempo.

Para los que conseguimos el pacto de estar a gusto con nosotros mismos, con reinventarnos de vez en cuando es suficiente, pero el arduo trabajo queda para tí, porque si provocas el rechazo, abominas de tí mismo y no te gustas cuando estás lúcido, sólo tienes una posibilidad si naces de nuevo