Biblioteca de la Abadia de San Florian ( Austria)
Biblioteca de Bwaldesen ( Baviera)
Biblioteca de San Galiano ( Suiza)
Bibliotea de la Trinity College ( Dublín)
Entre el asombro y el desaliento, también poseído por la emoción,....¿Existe alguna estación intermedia? Una posada en donde poder dejar descansar las ganas de saber.
Cada vez que acudo a una Biblioteca Pública, cada vez que con pasos procesionales, casi como los de un fantasma tímido, recorro los geométricos pasillos colmados hasta el techo de todo cuanto la Humanidad ha hecho y escrito para entenderse a sí misma y comprender el funcionamiento del Universo, me invade ese mismo pánico escénico que dejó a Borges sin vista y con la mirada para siempre orientada hacia la poesía del interior de todos los misterios.
Me explicaron un truco para poder superar la repentina falta de oxígeno que sienten mis pulmones cuando me asomo al abismo de mi propia ignorancia y al ansia de alimentar continuamente mi espíritu con conocimientos. El truco es el siguiente:
Hay que pensar en lo grande; o , mejor aún, hay que pensar en lo pequeño. Pensar en los miles de millones de años que tiene la Tierra, , pensar en el mordisco de un Tiranosaurio Rex, pensar en los once mil metros de las Fosas Marianas; en lo que un simple riachuelo ha sido capaz de hacer en el Cañón del Colorado como si se tratara del bisturí telúrico de un cirujano. En el diámetro del sol y en el calor que hace allí. Pensar en los miles de planetas habitados que existen en el Universo por una mera cuestión de estadística.
O bien pensar que en un cubito de hielo hay unos 45.000 millones de millones de moléculas. Y que los átomos son desorbitantemente eternos, inmensos en su número y persistencia, moviéndose en medio de un frenesí sinfónico de aquí para allá. ¿Habéis pensado que todos y cada uno de nosotros albergamos en nuestro organismo átomos procedentes de una estrella inconcebiblemente lejana que un buen día estalló como un globo que no podía inflarse más, que somos polvo de estrellas?
¿Que cada uno de nosotros es más que probable que tengamos miles de átomos procedentes de existencias pasadas? ¿Que tengamos en nuestro adn átomos de Shakespeare, de Dante, de Leonardo, de John Lennon, de mdme. Curie y María Callas? Y también de Calígula, de Jack el Destripador, de Hitler y de Torrebruno. Todos los seres humanos que han habido en la Tierra, y todos los seres vivos que nacieron, vivieron, se reprodujeron y murieron, habitan en mí y yo viviré en todos los que vendrán en el futuro. De manera que para perpetuar el rastro de tu paso por la vida lo esencial no es tener hijos, sino tener átomos. Y esos átomos, como los del uranio , sólo se pueden enriquecer con la energía espiritual que reside en el conocimiento y la poesía, los dos vehículos que tenemos aparcados a nuestro lado, esperando a ser repostados con nuestra curiosidad y nuestro afán de perfección y que nos pueden llevar lejos, muy lejos...
En definitiva, el truco para contrarrestar el vértigo de todas las urgencias consiste en aceptar nuestra propia insignificancia y que todo lo que aprendemos en nuestras breves vidas no es más que un algo minúsculo comparado con la enormidad de lo que nunca sabremos ni viviremos.
Por eso siempre me ha parecido que, indeciso, expectante y sobrecogido hasta la elección, pasear por los pasillos de una biblioteca enorme es la metáfora perfecta de tu papel frente al mundo.
Es hermosa y alentadora esa teoría de los átomos compartidos. Y muy cierta..., ¿cómo, si no, te explicas que una persona que acabas de conocer o a la que no has visto nunca, te caiga maravillosamente bien o te caiga como un jarro de agua fría? Cuestión de átomos comunes que se reconocen y saltan de alegría si nos caemos bien; o bien huyen por lo mismo. Se habla así de que existe buena o mala química.
ResponderEliminarPues esa es la explicación. Atomos enamorados, átomos malajes.
Aquel grupo de cientificos llevaban una década encerrados en un laboratorio perfeccionando un instrumento que iba a posibilitar la exploración del átomo.
ResponderEliminarHasta la fecha todos los intentos habían fracasado. El megahypermicroscopio de gran poder, que iba a facilitar el ver cómo era, mas allá de recreaciones, conjeturas, diagramas y análisis de comportamientos de particulas (incluido el acelerador), siempre se atascaba justo a un paso de conseguirlo...
Esta vez, el jefe de la investigación sabía que lo iban a conseguir: Se instaló frente al monstruoso microscopio, que ocupaba cási tres plantas de altura en el edificio que albergaba a los investigadores, y miró...Fué acercándose mas y mas hasta llegar a la barrera que hasta ahora se les había antojado infranqueable...¡Ya está! Las imagenes se iban amontonando en su retina y lo que veía, una vez dentro del átomo no podía ser mas sorprendente: ¡Algo parecido a varias constelaciones!
- "Aumentando...¡Una galaxia!"
Murmullos generales de admiración...
-"Aumentando...Un...un...¿planeta?"
Gritos ahogados de asombro...
- "Aumentando...¡No...no puede...no puede ser...un planeta como el nuestro, como la Tierra, azul...con...con océanos y nubes...y..."
Silencio general...y caras de preocupación...
- "No me atrevo a seguir...pero...¡vamos allá! Aumentando...aumentando...¡basta!
Se suspende la prueba. Desconecten el aparato y desmonten inmediatamente el último conjunto que perfeccionaba los resultados...Reunión inmediata de los Jefes de Investigación; esta prueba jamás se ha realizado, ¿queda claro?"
(Desde entonces él ya no fué el mismo, no pudo...Se retiró de la vida académica y de investigación para dedicar el resto de sus días a una pequeña granja en las laderas de una montaña perdida. Sólo en su lecho de muerte, contó a un amigo periodista, que acudía a veces a visitarle, que dentro de cada átomo hay constelaciones enteras, dentro de ellas hay galaxias y dentro de las galaxias hay planetas...algunos...idénticos al nuestro, y dentro de algunos de ellos...hay humanos como nosotros...que se aniquilan en salvajes guerras -¡algunas de ellas "nucleares"!- por pretender ser...los dueños y señores de su pequeño -en realidad...minúsculo- mundo)
¡Átomos! Ya nunca podrás verlos de la misma manera...¿Verdad?
¡Un fuerte abrazo!
Ananda
Pura química Luis.
ResponderEliminarSomos pura química.
A mi me produce ese vértigo el contacto con la naturaleza.
Pensar que esa montaña que piso, esa piedra ,ese agua del mar que tocan mis manos, llevan allí millones de años.
Han visto millones de amaneceres y anocheceres uno tras otro.
Han visto el paso de la historia con sus luces y sus sombras, y seguirán ahí después de que yo me vaya por cientos y miles de años más.
Pero..¿ Átomos de Hitler y Torrebruno ?
¡¡Dios!! no lo había pensado nunca.
Buen finde a TOD@S.
xulita.
Ananda: exacto. Querido amigo, como átomo pensante eres un universo. Otra imagen que me sirve son las muñecas katiuskas, una dentro de la otra, cada vez más pequeña, cada vez más pequeña, ....y todo ese afán de conocimiento sólamente podrá llevarnos a saber qué número de muñeca somos nosotros. Un abrazo, Ananda. Qué lugar más mágico el que muestra Angel en la foto.
ResponderEliminarSí, Xulita. Yo llevo muy mal la posibilidad de llevar átomos de Torrebruno, no le soportaba cuando se ponìa a dar la brasa con sus "tigresss, leonesss, ..todos quieren ser los campeonessss.." ¡
Arrrjjj ! Buen finde, Xulita
Hoy mientras paseaba con mi querida Mari por el monte hablabamos de quimica, llego a casa me ducho me quito la quimica sudada de mi cuerpo y me encuentro mas quimica en este rincon jajjajajaj LA QUIMICA ME PERSIGUE!!jajajajaja
ResponderEliminar¿No me digas que ibas andando con Mari por esos montes cántabros tuyos, en medio de esos paisajes de ensueño, y que el motivo de vuestra conversación eran los efectos del Nometil Pililina Oximitil Metil Congomina? ¡No me lo puedo de creeerrr...! jajaja...Un beso, guapa.
ResponderEliminarEsas mañanas de Sábado, tele en blanco y negro....Ese Torrebruno-Rocky.
ResponderEliminarUn brasas.Lo que se dice un átomo malaje
¡Que recuerdos! jajajaja
xulita
oh, Luis! Pensar lo pequeños que somos me da vértigo!!(y además se me baja la autoestima! jaja!)
ResponderEliminarUn besito,
Insignificantes, diminutos, así somos, opuestos a la ostentación dorada de las grandes religiones y gobiernos, y a la persecución de un supuesto 'exito' en la vida que se derrumba ante cualquier temblor, desnudándonos de todo lo superfluo.
ResponderEliminarInsignificantes, y sin embargo, potencialmente maravillosos. Sólo la humanidad en su conjunto podrá sublimar, como esa maravillosa cita 'Si llegue lejos fue porque me subí a hombros de gigantes'.
Esencia de gigantes dosificada en los pasillos de una biblioteca o en los servidores de internet.
Conocimiento, al fin y al cabo sobre el que basarse para poder aportar algo más.
Por mucho tiempo que haga que lo sé, nunca deja de asombrarme que seamos polvo de estrellas. Mi hijo abre los ojos como platos cuando le explico que todos nuestros átomos individuales han sido cocinados en el horno nuclear hace millones de años y expulsados al espacio en una supernova, que han viajado millones de años por el vasto vacío, y que la onda expansiva de otra supernova los ha colapsado en lo que hoy es el sistema solar.
Polvo de estrellas. Lo que yo disfruté en su día de la serie Cosmos de Carl Sagan, (y disfruto hoy cuando se la pongo a mi hijo y la vemos los dos).
Y vértigo, es lo que sentía cuando pensaba en ese universo más allá de lo infinitamente pequeño que tan bien ha descrito Ananda
Un abrazo.
Holaaaaa Luisitoooo, Hola a toda la cofradíaa¡¡¡ Vaya entradita, cariño¡¡¡ Te digo algo solamente: de pensar solamente en el mordisco del Tiranosaurius Rex, mis átomos quedaron paralizados y terminaron siendo visitados en un gran museo de París de Ciencias Biológicas, donde está el esqueleto de uno de estos "amigos"¡¡¡
ResponderEliminarSolamente te estoy haciendo una visita de "médico", pues he tenido trabajo durante todo el finde con "los inadaptados de siempre" -que me dan de comer, por cierto- y he estado "conversando" con tus correligionarios de la Seccional 16 de Montevideo. Jodido asunto y te diré que mierda de química he tenido con ellos, eh? Y mucho menos física:)
He leído todos tu post y los comentarios tan acertados de los amigos, como siempre, bah, no es de extrañar.
Les dejo un beso gigante y confieso que inexplicablemente algo de esta "atomicidad" debe de funcionar en tu casa, pues venimos como moscas aunque no nos llames. Te quiero, un besote
¿problemas con la autoestima, Pat? Pues ni hablar! Tú, no. Además, reconocer como tú haces la canijez de nuestros horizontes es propio de buceadoras grandes. Y tú lo eres. Un beso
ResponderEliminarEs verdad, Angel, qué gran serie. Lástima que no la repongan, joder. No pasaría nada con más programas como los de Carl Sagan y menos hostias tipo Sálvame de Luxe. lo más parecido que tenemos ahora es Cuarto Milenio y el programa de Edu Punset. Insuficiente, insuficiente comparados con esos programas de divulgación que existían antes. Televisivamente, la Humanidad no evoluciona. Un abrazo.
Bueno, al menos sé que en la Seccional 16 de Montevideo no hay ningún guayabo como yo, porque de lo contrario te hubieras lanzado en plancha a comprobar los efectos de la química mediante tocamientos físicos, jajajaja...Y yo te dejo un beso de Tiranosaurio Rex Cariñosus, múas, Zully.
¡Dios, qué feria más movida hemos tenido! ¡Dodge City ha sido esto!
Un abrazo para todos