Es impactante ver en una pantalla de cine cómo se desarrolla la historia de un ser vivo al que has conocido en vida, una historia no exactamente la de él, pero calcada de la que fue su epopeya de lealtad y que consiguió convertirse en una hermosa leyenda en Cádiz.
Me estoy refiriendo a dos historias paralelas y reales. Una, la de Hachiko, de actualidad gracias a la sobria y hermosa película de Lasse Hallstrom ,un perro de la milenaria raza Akita Inu oriunda de Japón; y la otra de Canelo, un perro de la anónima y sin pedigrí raza de vulgares chuchos callejeros gaditanos.
Richard Gere es el promotor, productor y actor de la película “Siempre a tu lado. Hachiko” y no os voy a contar nada de ella. No…, porque es una película que se merece ver con los sentidos vírgenes de impresiones ajenas. Sólo os diré que os va a provocar una reacción emocional tremenda, a no ser que seáis marmóreos muermos. Que recorre sin dejarse un centímetro todos nuestras instintivas grutas de emoción animal , ésa a la que se la pela los dicterios del cerebro. Una historia de amor sin etiquetas , una relación entre hombre y animal no basada en sumisión ni obediencia ciega , sino en una conexión profunda de amistad pura. Tan profunda que los que de ese pozo extraen su metal precioso, les sirve para comprar sin dinero y para siempre el más hermoso vínculo emocional que existe.
En el Rincón de la Michi ya colgué la historia del perro Canelo. Después de ver la película, no he podido reprimir visitar las calles que recorría Canelo, las mismas calles alrededor del Hospital Puerta Del Mar de Cádiz que recorría como un autómata para proveerse de la comida gratis que le proporcionaban generosamente los comerciantes de la zona, sobre todo un carnicero al que todavía se le llenan los ojos de lágrimas en su tienda cada vez que alguien le recuerda al perro Canelo. Nunca se alejaba demasiado de su punto de espera y tenía la afianzada costumbre cuando se daba el paseíto de girar la cabeza continuamente. Terminé ese recorrido que él hacía siempre donde siempre lo terminaba: en la puerta de entrada del Hospital, aguardando a su amigo, un amigo del que nunca dudó que si había entrado por esa puerta, por esa puerta saldría para reunirse de nuevo con él.. He querido meterme dentro de su corazón.
¿ Y sabéis con qué me agasajó su espíritu? Con un regalo en forma de pensamiento, o sentimiento, o lo que sea que me abrió las venas para mezclarse con mi sangre: Nunca, nunca, nunca, dejes de ser leal a todo aquél que te hacer ser mejor persona.
“ Te quiero no por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo”, parece decirnos cuando nuestras mascotas nos miran con esas miradas de inescrutable cariño.
Lo que lamento es que nadie hablara a Richard Gere de Canelo antes de conocer la historia de Hachiko. Tan pronto como este gran actor imbuido por una espiritualidad especial conoció su historia, se puso manos a la obra para darla a conocer. Hachiko estuvo nueve años esperando a su amigo. Canelo....doce
Me vas a hacer llorar ainssss que yo la he visto y he llorao muchooooo.
ResponderEliminarY no pienso ver a canelo otra vez,que cuando lo hice me harté de llorar...y yo digo...cuánto más conozco a las personas más quiero a mi perro.
Mira...que se me saltan las lágrimas
Uffff... no pienso verla. No estoy para sofocones innecesarios... Los perros son increíbles. No sé cómo se atreven a compararlos con cualquier otro animal.
ResponderEliminarChechos.
Como amante de los animales, especialmente el mío, es emocionante... pero es que estas pelis pa mi que no...
ResponderEliminar;)
Besicos
TEnéis razón. Voy a quitar el vídeo y en su lugar algo más optimista y esperanzador, algo que me gustaría mucho que se produjera.
ResponderEliminarPodíais hablarme un poquillo de vuestros amigos, lo que os encorajina de ellos, lo que más os gusta, las trastadas que hacen, con quien prefieren estar, cuál es su juego favorito, si leen la prensa, etc...
Muchos besos. Buf, menos mal que no soy yo aquí la única llorona.