jueves, 7 de febrero de 2013

TITANES



Me he encontrado con este texto, escrito hace cinco años. Ni siquiera me acuerdo por qué lo escribí. Seguramente tuvimos alguna bronquilla de esas que curamos siempre con un beso aplazado. A veces ocurre que leo cosas mías que las tengo por ahí arrinconadas, y me sorprendo, la verdad. Pues han pasado cinco años, pero sigo pensando lo mismo. ...Y seguimos casados....

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¿Por qué no admitimos  que la verdad no existe? Existe sólo el esfuerzo que tenemos que hacer los dos de tratar de entender las cosas todos los días… , de vencer el desafío de las pequeñeces diarias,  las insoportables molestias que llenan la esfera del reloj y te apartan de tus apetitos o simplemente del descanso.

Ya sé. Es un trabajo de Titanes. Pero es que el amor es un mito y los mitos se nutren de la fortaleza de los simples mortales que aceptan que  pueden equivocarse y que perseveran en el intento de que nuestra imagen real se parezca a la de  nuestros sueños.

Y como es una tarea de Titanes, no lo somos; no , y por eso nos podemos y nos debemos perdonar decepciones y fracasos.


Podemos errar en fines y objetivos.

En la elección de las relevancias individuales.

Pero imperdonable es que nos quedemos sin tiempo ni oportunidades para cambiar la jerarquía de todo aquello que nos unió ( Cuando me casé creí hacerlo con una mujer totalmente diferente a la
que me imaginé. Y no quiero pensar el sorpresón que se llevó ella, sobre todo el primer día que me vio meterme en la cama con una bolsa de agua caliente). Mucho cariño, pero también muchas diferencias. Supe casi de inmediato que teníamos que ponernos a trabajar como si nuestra unión fuera una empresa recién estrenada y sin saber qué producto fabricar para obtener beneficios.

Ser feliz es una cuestión de azar. No de pronóstico. No es algo que eliges tú. Siempre es la vida quien elige por tí.

Pídeme que comparta contigo amanecer cada día. Pero no me pidas que anochezca siempre con luna llena y sonetos de amor. No nos exijamos tanto, porque no tenemos suficiente inteligencia para no defraudarnos.

¿Que qué quiero entonces? Te quiero a ti como eres, a ti pero si tú me quieres como soy.

A ti y a tu gozo y felicidad si algún mérito tengo yo en ellos, pero no te niegues el triunfo del mérito independiente, que es lo que me gustó de tí y lo que un buen día hizo saltar la chispa que nos unió.

Deja que la vida sea la autora principal y no yo el único artífice de todo lo que te hace feliz.  No me gusta depender de nada ni de nadie. Y tampoco me gusta que el tiempo libre ni las veinticuatro horas de nadie dependa de mí.


 
Me halaga si me lo dices, no lo niego. Si te gusta, te lo digo yo a ti: me gusta pasar el tiempo contigo, la vida contigo. Pero para que las cosas vayan bien entre nosotros no debemos ser lo primero, ni lo último, y -ni mucho menos- lo único. Es más importante para que las cosas vayan bien saber disfrutar de canciones y ángeles como estos tan diferentes en su estilo y tan felices cantando juntos;  y que nos siga gustando deleitarnos juntos cuando llegan los momentazos al mismo tiempo que la empresa sigue funcionando.

Logremos existir para algo más que para ti y para mí y seamos egoístas en el hecho de no querernos con egoísmo.




3 comentarios:

  1. you talkin´ to me?viernes, 08 febrero, 2013

    Hola, Luis: has hecho muy bien al recuperar ese texto. No lo conocía, y da para debatir, expresar opiniones y contar viviencias,.., aparte la belleza con que reflexionas sobre el amor comprometido.
    La frase que me ha dejado pensando un buen rato es: "pero si tú me quieres como soy". Le daré vueltas a eso. Mira lo que has logrado, Luis.
    Antes de nada, desear que se mejoren los seres queridos de Cristina, Mariola y Lobo que están "malusquillos", como dices tú. Y de los demás lectores y comentaristas de tu blog que sufran también una circunstancia como ésa.
    Me has hecho sonreír con lo de tus bolsas de agua. En mi niñez recuerdo que usaban un ladrillo caliente.
    Lo mejor de las bolsas de agua es que, para expulsar el aire, las aprietas contra tu pecho, al menos yo lo he visto hacer así, ya que nunca las he usado,... las aprietas contra tu pecho,, y me supongo que la persona que se mete en cama contigo tendrá la incómoda sensación de que forma parte de un trío, y por mucho que uno le jure, "no, no, te aseguro que no hay nada entre la bolsa de agua y yo, que sólo te quiero a ti, no irás a pensar que .., vamos, es ridículo!" ,... no sé, la pareja, en este caso la más carnal de ellas, desconfiará un montón, y más si se da cuenta de que no dejas de darle vueltas a la bolsa con tus pies, y de mantenerlos sobre sus ardientes senos, y que le susurras palabras de amor ferviente cuando piensas que ella está dormida, ella, me refiero a la que sí tiene aire de sobra dentro de sus vísceras. E incluso te bajas a la fuente de calorías, ganas me dieron de escirbir "pilón",,y le acaricias las gomas,, y jugueteas con un juanete en su tapón, y le bisbiseas tiernamente, con una ternura que nadie imaginaría en tus callos: " Dulces sueños, sleep tight, bolsita de mi vida".
    Y, mientras tanto, una de los tres está de espaldas a ti, una lágrima corre por su mejilla, y piensa "¿quién me mandó a mí enamorarme de este depravado de pies fríos, por no decir otra cosa??", y se queda insomne toda la noche maldiciendo su destino, y tú, ajeno a ese drama a sólo una epidermis lejos de ti, empiezas a roncar mecido por el sonido marino de la bolsa, sus olas, orgullosas del amor que le profesas, regurgita de placer la muy intrusa, y tú sueñas con chavalas hawaianas, la noche es una guirnalda de flores (para ti. Para la insomne es una corona de flores en el funeral de su desolación).. y en esto que suena el despertador y compruebas que la bolsa es un objeto frío al fondo de la cama, y le dices a tu auténtico amor: "Buenos dias, mi niña, ¿has dormido bien?".
    Y ella te responde: "No demasiado, mi niño, he tenido escalofríos, debe de ser una gripe, o que te has olvidado de poner la calefacción, cariño, ensimismado como estabas con tu bolsa de agua". Y tú te vas al trabajo con las mejillas sonrosadas y los pies llenos de saudade. Y ella se levanta y va a la cocina y pilla un cuchillo de los de cortar jamón, y como diría Ángela Lansbury: "se ha escrito un crimen".
    En fin, lo de siempre: la gran perdedora es la entrometida, la bolsa de agua. Pero como ellas hay muchas. Y muchos.
    Un abrazo, Luis. Si me permites, dejo una canción para mi ladrillita :-)
    http://www.youtube.com/watch?v=NuNK4CScbc4

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  2. Jjjajajaaja...Sin comentarios, Talkin. Genial

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  3. Quizás sea una tarea de titanes, pero quizás sólo seamos niños a quienes no nos han dicho que no podemos conseguirlo.

    Quizás la verdadera recompensa sea el camino.

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