lunes, 30 de diciembre de 2013

JUEGOS DE AZAHAR



Mr. Marshall, el Sheldon magnate de las Vegas ( curioso, con casi esas mismas sílabas se construye la palabra "mangante").., qué personaje, qué tipo más arquetípico, parece salido de los cómics de Miller o de las pelis sobre mafiosos de Coppola y Scorsese.

Al final, hemos descubierto que no es uno de los nuestros.

A cambio de un maná de dólares y puestos de trabajo en Alcorcón quería montar una sucursal de las Vegas por donde pasarse por el forro la fiscalidad del impuesto sobre el juego ( del 40% al 10%), poder edificar sin límites de altura, ¡un skyline en Alcorcón!, nada de competencia en el gremio durante al menos diez años y la ley nacional antitabaco dejarla en vigor únicamente para los que no se gasten el dinero en tragaperras y bingos. Bueno, eso me parecía coherente, porque la ruina económica y la ruina de la salud siempre van cogidas de la mano.

Pero qué pocos nos hemos enterado de la letra pequeña. Mr. Marshall quería, además por escrito, que su inversión estuviera garantizada. Es decir, que si Eurovegas resultaba ser un fiasco, el Gobierno español, es decir, nosotros los contribuyentes, estábamos comprometidos a revertirle toda la inversión realizada ( unos 17.000 millones de euros) MÁS las pérdidas e intereses.

Genial. Cornudos y apaleados.

Al final, menos mal que ha reinado el sentido común y hemos sacado a relucir el único reducto digno que nos queda en este país de nuestros pecados: la hidalguía del Quijote. No queremos Bucéfalos, ni Taurus, ni Ursus ni Tamerlanes de blanca crin. Preferimos seguir montando en nuestro escuálido Rocinante. Un poquito de dignidad no nos viene mal.

La primera vez que entré en un Bingo tuve la suerte de cantar el bingo estrella de la noche: 81.000 pts de las de 1978. Iba con cuatro compañeros más que me llevaron casi por la fuerza en plan amuleto, la suerte del novato. Y funcionó. Jugábamos en comandita. Iba tachando y tachando números hasta tachar los quince, pero como era muy vergonzoso, aún a la señorita  de nasal y cantarina voz le dio tiempo de cantar dos o tres números más, el tiempo que tardé en decirle a Andrés Amat, mi compi mayor, .." psshh, Andrés...¿si tengo tachados todos los números es bingo?" Mi compañero miró de reojo mi cartón, lo cogió de un manotazo, se levantó de un brinco y gritó "¡ Bingoooooooo..., collons, collons..., bingoooooooooo!" y yo me llevé un susto de muerte, casi me caigo de la silla, y comenzaron a arderme las orejas, y no me dio un infarto porque Dios no quiso, y las miradas de la gente fueron un anticipo de las que me dedican cuando ponígo multas. Y la voz de Andrés...bufff , es que Andrés tenía un vozarrón de cíclope, cantó Bingo como  Pavarotti el final de Nessun Dorma.... "al alba vincceráaaa.."

.- " ¡Me cagüen la mare qui t'a parit, si llegan a cantar otro bingo y tenemos que compartirlo, mañana te lamino como al hojaldre!" Creo que hablaba en serio. El resto de mis compis mayores me miraban con más simpatía que cuando se me olvidaba echar la levadura a los cincuenta kilos de masa para ensaimadas después de echas.

No nací para el juego, demasiado vergonzoso, aunque confieso que estuve un año bien enganchadito. Por eso me parece muy bien que el sr. Sheldon se vaya con su murga a otra parte, que aquí con los históricos bandoleros de Sierra Morena y los políticos, banqueros y sindicalistas de fabricación propia ya tenemos bastante. Y dice que se va a Corea o a Japón. Pues muy bien. En España todavía nos queda un poco de vergüenza.

Pdta al post: cuando llegué a casa, muy de madrugada, todo el mundo dormía. Me entretuve en pegar con tesafilm todos los billetitos como si fuera una orla en los azulejos de la cocina, en plan adorno navideño, para dar una sorpresa a mi madre cuando se levantara. ¡Y vaya que si se la dí!  Cuando mamá entró en la cocina y la vio alicatada de billetes, fue a mi habitación, me despertó zarandeándome...." Ay, hijo, hijo...¿qué es lo que has hecho?". Le dí un buen susto a mami. Para ella o había atracado un banco o había puesto el culo en alguna rotonda.

O sea, que casi le da un infarto a mi madre y  casi me da un infarto a mí por culpa de Polifemo. Nada.... nada bueno trae el juego.

Son mejores los de Sabina, los juegos de azahar


miércoles, 25 de diciembre de 2013

TE QUIERO

 
 
Se les preguntó a las mujeres: "¿Cuántas de vosotras aman sus maridos? Todas las mujeres levantaron la mano.

 Luego se les preguntó: "¿Cuándo fue la última vez que le dijiste a tu marido que lo amabas?

 Algunas mujeres respondieron hoy, algunas ayer, algunas no recuerdan...

 Entonces se le pidió que cogieran sus móviles y que mandaran el siguiente mensaje a sus maridos:

 “Te quiero, cariño”.

 Después se le pidió que intercambiaran sus móviles y leyeran las respuestas de sus maridos:

 Estas fueron algunas de las respuestas:

 1. Madre de mis hijos, ¿te encuentras bien?

2. ¿Y ahora qué? ¿Has tenido un golpe con el coche otra vez?

3. No entiendo qué quieres decir

4. ¿Qué has hecho ahora? No te voy a perdonar esta vez

5. Ein??

6. No andes por las ramas, ¿dime cuánto necesitas?

7. ¿Estoy soñando?

8. Si no me dices para quien es este mensaje, te mato...!

 Y la mejor de todas:

 9. ¿Quién eres?
 
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Después de leer este gracioso experimento, me puse manos a la obra.
 
Al revés, voy a ser yo quien diga que la quiero.  Telefonazo, ringggg..., (qué ring ni ring..., ya los teléfonos no hacen ring..., no me gusta un mundo en el que los teléfonos ya no hacen ringgg) ".....¿Qué pasa?...Nada, que te quiero....Vale, pero yo más....Lleva pan calentito hoy para casa, no se te olvide, que tus hijos se vuelven locos"......¡!
 
Prueba sí superada, pero sin demasiado mérito. Soy una persona que necesita repetir "te quiero" muchas veces a quien de verdad quiere, y además hace tiempo ya que descubrí que hay más proporción de te quieros en la frase "lleva pan calentito para casa, no se te olvide, que tus hijos se vuelven locos"...que en cualquier otra afirmación
 

sábado, 21 de diciembre de 2013

MOMENTO GIRASCOPICO


Como estoy solo este finde me járto de ver documentales. Anoche ví uno muy chulo sobre los búhos nivales, los impresionantes búhos blancos. Y me acordé de este post. Pues como habla de sustos, lo he hecho volar otra vez junto con los comentarios de entonces, y mañana domingo, a ver si es verdad que los Niños de San Ildefonso nos meten miedo en el cuerpo cantando nuestro números, jajaja...Mucha suerte, mucha mierda, y si no nos toca ná..., a seguir viviendo momentos

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Momentos.

Todo en tu vida ocurre por culpa de un momento. Gracias a los momentos somos como somos. O también somos como somos porque nos pasa lo mismo que a la oscuridad cuando se define como ausencia de luz, o sea, si no vivimos momentos. Si no vivimos momentos solemos convertirnos en seres más aburridos que una ostra.

No me gusta el cine de miedo. Salvo el Drácula de Coppola - una majestuosa obra de arte- y alguna otra como por ejemplo El Silencio de Los Corderos que me cae muy bien Hanníbal Lécter porque lo que hace es limpia de malos,..... los monstruos y psicóptas asesinos adictos a los espeluznantes y truculentos crímenes en serie no me gustan por culpa de un momento. ¿"Por qué"?, me preguntan mis cinefilillos amiguetes a los que se les llena la boca con el Carpenter y Murnau. Y contesto con algo anodino tipo " porque no".

Pero porque no..., no.

Diecisiete melenudos años. Mes de Julio veraniego y mediterráneo. Cuatro de la madrugada. Recién salido de la fábrica nocturna donde trabajaba generando ingresos a favor del pobrecito gremio odontólogo ( fabricaba dulces), con destino a Tavernes de Valldigna desde Valencia, circulando a cuarenta kilómetros por hora a bordo de una vespino que hendía la noche del Saler como hacía poco untaba de nata las tartas de San Marcos. Disfrutando de la delicia de la brisa nocturna y motera light que aliviaba mis atormentados poros cruelmente castigados con los 44 grados de temperatura ambiente de mi centro de trabajo. ( Secuelas: ventaja.- no sudo, algo que agradece toda aquella mujer que hace el amor conmigo en una cápsula de rayos uva, un invernadero o bajo un plástico. Desventaja.- no me funciona el termostato bien y me constipo mucho).

De tantas veces como había realizado el trayecto hasta las señales de tráfico me las sabía de memoria. Cualquier accidente del terreno o anomalía vial eran rápidamente detectadas por mis sensores diecisieteañeros.

Así que esas dos lucecitas nuevas a media altura que brillaban fijas a unos cien metros de mi meteórica carrera en vespino alcanzaban la categoría de novedad misteriosa de la noche. A medida que me acercaba, más refulgían las dos lucecitas fijas como candiles gitanos. Hipnotizado por las dos lucecitas no apartaba mi mirada de ellas conjeturando que Tráfico las habría puesto para advertir de un bache o yo qué sé..., pero...coño, las lucecitas eran muy brillantes, sí, pero muy pequeñas.

Las luces se hicieron más intensas, más intensas, más intensas..a medida que me aproximaba a ellas, y cuando en paralelo me puse a su altura, giré el cuello para discernirlas bien y tratar de averiguar su significado.

Y entonces...., se produjo el momento, ese momento a partir del cual ya no fue posible que me gustaran las películas de miedo nunca más.

Perdí el control de la vespino, me salí de la carretera, me estampé contra un muro, pero no contra un muro normal y corriente, sino contra el muro del cementerio de Cullera, superpegado en ese tramo a la carretera. Me dí un hostión de muerte. Darse un hostión de muerte contra el muro de un cementerio es algo que se ajusta a las leyes de la lógica, aunque no me detuve a hacer consideraciones cartesianas en ese momento, sino que deprisa y corriendo izé la motito gripada e intenté arrancarla para cuanto antes darme el piro de allí mientras a lo lejos un corro de perros del averno ladraban sin cesar. Pero el momento ya se había desencadenado con toda la fuerza del  cruel destino.

Justo por encima de la tapia del cementerio apareció la espectral calva de un ser de ultratumba que me gritó lo que me pareció una condena a muerte tipo " reclaaaamo tu mísera alma. No tienes escapatoria, ven conmigo al infierno de los condenaaaados". A mí me pareció oír eso, aunque lo que en realidad dijo, en valenciano, fue..." ¿Qué te ha pasado, xiquet? ¿Te has hecho daño, estás bien?"

A las cuatro y media de la madrugada, asomado a la tapia del cementerio con el aspecto de Nosferatu, el huesudo guarda del cementerio no se iba a creer que me iba a quedar ahí para que el mismísimo anticristo me hiciera un chequeo médico de urgencia.

Tiré la vespino a tomal por culo y comencé a correr a máxima velocidad y no paré hasta llegar al apartamento de mamá, diez kilómetros después. Lástima que ningún cronómetro oficial registrase mi tiempo, porque estoy seguro que esa marca continuaría hoy día imbatida.

Al día siguiente volví convencido de que la vespino me la habrían robado. Sorpresa. El señor guarda del cementerio tuvo el detalle de recogerla y guardármela dentro. Cuando me la entregó me preguntó que por qué había salido corriendo. Tuve ganas de contestarle que .. "porque eres muy feo, hijo de puta, que menudo susto me has dado", pero en su lugar también contesté algo anodino tipo " porque sí".

Pero porque sí, ....no. Cuando comencé a correr tras la fantasmagórica aparición del guarda del cementerio de Cullera, el corazón se me salió por la boca y llegó al apartamento de mamá nueve minutos antes que el resto de mi cuerpo.

Para los que todavía estén preguntándose sobre el desencadenante de ese momento crucial de mi vida , les diré que el responsable de las dos lucecitas intensas y pequeñitas fue un búho posado sobre una señal. Los búhos son animales muy curiosos, amén de cabronazos, porque entre sus particularidades únicas figura la de poder girar la cabeza casi ciento ochenta grados sin mover el cuerpo al igual que mi corazón puede salirse de mi boca y correr más deprisa que mis piernas. Se llama movimiento giroscópico, pero eso no lo supe hasta trescientos libros después. Y lo que ocurrió fue que al llegar a la misma altura que el búho los dos hicimos el mismo movimiento uniformemente girascópico y del susto me dí una hostia girascópica contra el muro fijo del cementerio.

Por eso. Por eso no me gustan las películas de miedo.
Por culpa de un búho y un vigilante de cementerio más feo que su santa madre que qué a gusto se quedó cuando le parió, el susto que me dio.....

sábado, 14 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD



En vista del aumento de la conflictividad en mi centro de trabajo, me atreví a solicitar algún tipo de refuerzo, alguien más, otro compañero, un vigilante jurado auxiliar, un Séptimo de Caballería , no sé, algo más....

Y esto último es lo que me han mandado, un perro policía solo que pasado por los recortes del Gobierno.

No me va a defender una mierda, pero le estoy cogiendo un cariñooooooooo...

Podría haber puesto una postal navideña, un arbolito, o la foto del Belén que montaron en casa mis amigos con tan buen gusto y generosidad como siempre, la foto de un paisaje nevado ...pero al final me he inclinado más por felicitaros las Fiestas con mi perro policía al que le he puesto nombre y apellidos. Mi perro policía se llama Assessins Creed

A mí me tocan un poco los güitos las fiestas "porcojones" como éstas, pero poco importan los motivos de mis miserables traumas navideños. Lo que sí importa es mi deseo sincero de que os lo paséis muy bien todos.

Y un año más, la misma canción, porque me gusta, y porque me gusta imaginar que la cantamos entre todos los que a trancas y barrancas hemos superado un año más refugiándonos en este rincón para lamernos los moratones y reirnos un poco, y emocionarnos muy mucho con tantos y tantos momentazos.

Felices Fiestas, queridos amigos, y gracias por acompañarme.....¡un año más...! ¿No estáis cansados? ..jajaja...

lunes, 9 de diciembre de 2013

EL NIDO DEL CUCO



Cuánto estrépito y valquirias cabalgando y aspas de helicópteros que ensordecen conversaciones de amor, mucha distracción y te tengo que dejar, he de irme, tengo que colgar, sin piedad ni calma, dichoso clamor diario, no hay tiempo para nada y amor sería hacer de tí una extensión al cielo , la buena costumbre de solo interesarse por lo que tiene corazón, y amor sería la memoria en mis ojos y que nadie vea en tí lo que yo veo, desvalijar con codicia la casa de tu cuerpo y amor sería quedarnos mirándonos más tiempo después de los besos,  y... ¿dónde están las mías?...  amor sería dejarme tus zapatillas para ir al baño y que siempre fuera así, un cobijo contra la estupidez y el daño.

Salir a la calle.
 Volver a casa.
Y que aún dure
y te aguarde 
ese milagro



miércoles, 4 de diciembre de 2013

SIN PERDON

El mordisco a la doctrina Parot ha beneficiado a un saco de hombres del saco que ya veremos qué tanto por ciento aprovechan su inmerecida libertad para no joder al prójimo, sobre todo en el caso de los más irredentos de todos, los violadores asesinos.

Ahora estoy pendiente de qué cadena y cuál programa van a ser los primeros en soltar una pasta gansa a Miguel Ricart. Están como a la espera, vigilándose mutuamente.

El caso Alcásser, Miriam, Toñi y Desirée, digamos sus nombres, no las olvidemos, pobrecitas, todavía me estremece hasta la médula. Me estremece lo diabólicos que fueron Anglés y Ricart y lo ridículos que fueron los medios de comunicación: Lobatón faltando a su imagen de rigor y sucumbiendo al sensacionalismo, Olga Viza olvidándose de su gran trayectoria, esa Nieves Herrero preguntando al forense que , a la vista de los detalles conocidos, si habían sufrido mucho las niñas, bufff.., ese Pepe Navarro y ese Mississipi convertido en una cruzada paranoica buscando a una secta de políticos asesinos....Y yo, yo  también formando parte de ese circo prestándoles oídos. Perdimos todos los papeles.

Si aún no le han comprado una cesta de Navidad a Ricart es porque está muy reciente todavía lo de la madre del Cuco poniendo la mano en La Noria y ésta llenándosela muy generosamente para mayor escarnio de los familiares de Anabel.

Ricart....por muchas cuentas que diga Estrasburgo que ha saldado ya con sus veinte años de reclusión, es un tipo sin perdón y ojalá que caiga en manos de algún William Munny si vuelve a cagarla. Y desde luego que no merece ningún tipo de atención mediática más allá de informar   dónde leches se va a empadronar antes de que Estrasburgo salga a la palestra otra vez diciendo que eso es anticonstitucional y que residan donde les salga los cojones sin que nadie se atreva a preguntar si el inquilino de al lado es a lo mejor él. Ricart es un individuo sin perdón y me hubiera gustado escuchar sobre él lo mismo que escuché sobre Anglés de labios de uno de mis compañeros de la Nacional, hoy inspector por aquí cerquita y entonces currito en Valencia, cuando en compañía de dos policías más les ordenaron acechar uno de los múltiples escondites que tenía Anglés por las huertas de Catarroja , Ribarroja y Benifayó,  y después de conocerse ya la identidad de los autores del terrible crimen.  A todo esto con el ministro Corcuera dirigiendo personalmente las operaciones desde Valencia. Me hubiera gustado saber sobre Ricart lo mismo que sobre Anglés de boca de este policía, que después de unas cuantas horas montando una espera de vigilancia, a las cuatro de la mañana recibieron por walkie la orden de que mira por dónde ya no hacía falta seguir montando el dispositivo. Y con el Ministro volviéndose a Madrid esa  misma mañana. Vendieron que Anglés había huído del cerco policial.

.- " ya podéis volver a Comisaría. Abandonad el punto"

En botella. Y blanco. Como la cal

Nota para los que no lo sepáis : Anglés, antes de lo de Alcásser, estaba condenado por un delito muy parecido cometido contra una ex-novia llamada Yolanda, solo que ella pudo contarlo ( la Guardia Civil se la encontró amarrada a un poste, ensangrentada , cubierta de excrementos y sin comer durante varios días) Le cayeron por esto unos cuantos años. Estaba en busca y captura por incumplir un permiso carcelario. Casi siempre iba a comer y a dormir a casa de su madre,  y para llegar a casa de su madre tenía que pasar por la puerta de la comandancia de la Guardia Civil, todos los días. Esta es solo una de las grandes cagadas que se cometieron.  Para los poderes públicos había que evitar a toda costa que este mamón declarara en un juicio con toda la que se lió.