martes, 23 de octubre de 2012

¡AY PENA, PENITA, PENA...!



.- " ...y no sé si es porque te pones en su piel y te entra un yu-yu llorón o porque tenemos todos excedentes de lágrimas deseosas de tomar el aire, el caso es que yo no lloré, y eso que cuando terminó la película y se encendieron las luces miré enseguida sin disimulo al tío detrás mío que no paraba de llorar. ¡Era un tío como un trinquete! Todo el personal con los ojos bañados en lágrimas, arrasados por un tsunami de pena, penita, pena."

.- "Amariconáos hay en todas partes"

(comentando la peli Lo Imposible con un compañero de trabajo, los dos fuera de servicio. Cuando de patrulla coincidíamos, siempre nuestras conversaciones eran así)

.- "Ya no me acuerdo de la última vez que he llorado. Un entierro, seguramente,.- me contestó.- Y tampoco me acuerdo de la última vez que creí en algo o en alguien"

...y a partir de ahí...vaya aluvión de pensamientos íntimos. Una vez más convertí una intrascendente conversación de compañeros de trabajo en una invitación a abrirse sin reservas y a desnudar el corazón.

Se tiene acceso al pasillo que conduce al corazón de la gente cuando se posee el don de saber escuchar. Yo lo tengo tan afilado y receptivo que también he aprendido a no regalárselo a cualquiera. No estoy para perder el tiempo.... El tiempo, como la verdad, tu verdad, es para quienes la merecen.

"...y tampoco me acuerdo de la última vez que creí en algo o en alguien"...., frase que remató con una sonrisa. He descubierto que cuando las personas no pueden soportar algo que les duele demasiado, recurren a la sonrisa para ocultar su pena.

Creo que los psicólogos lo llaman "deformación profesional" : una profesión determinada te machaca tanto en sus aspectos más duros y  sórdidos que acaban configurando tu percepción de las cosas.

Os aseguro que si pudiera comparar a mi compi con algún personaje que todos conociéramos, sin duda lo asemejaría con un  tipo duro,  así tipo John McClane de la Jungla de Cristal, con su mismita calvita incipiente y esa cara de aguilucho que se le pone cuando un ciudadano se caga en su puta madre después de ponerle una multa o alguien intenta tirarle una silla. Da miedito ¡Me da hasta mí!

Y además le cuesta horrores soltar una lágrima. A la lectura y a la convivencia con personas espontáneas debo haberme librado de ese arquetipo y de esa calcificación de las arterias emocionales, de esa inmunidad a los sentires, aunque no haya llorado en Lo Imposible, accidente que me preocupa en serio.

No hay cosa peor que perder las lágrimas, porque las lágrimas lavan, porque cuando se pierden las lágrimas se va perdiendo la tristeza, y al perder la sensibilidad se pierde el rumbo que conduce a la alegría y a la dicha de vivir y ser vivido (¡coño, parezco al Maestro Yoda!)

También creo que, detrás de esta actitud tan callosa, ...una de dos..., o se encuentran los nervios doloridos de un sentimental víctima de un pudor insuperable a mostrarse al natural, o a un holgazán que ha renunciado a querer y a valorar a sus semejantes por conveniencia y egoísmo.

Mi compañero es de los primeros. Una vez, de patrulla, me confesó que se rompió con los Puentes de Madison. Yo también reconocí que tuve que recoger mis lágrimas de San Lorenzo esparcidas por el suelo del cine en la jodida escena de la despedida y con la Meryl a punto de abrir el picaporte del coche para irse con Clint...., pero no lo hizo y el muchacho se quedó empapándose de sus propias lágrimas caídas del cielo en forma de lluvia, que también eran las mías solidarias.

En fin, que fueron muchas las intimidades de su vida privada que me desgranó durante nuestra relajada charlita, y lo que más me gustó es que se despidió de mí con un abrazo de oso que a punto estuvo de .....hacérseme saltar las lágrimas.

No creáis que una charla de polis que se lleven bien en un  patrullero difiere mucho de la del vídeo que os voy a poner.

Oh, no. No quiero que me digáis cuándo fue la última vez que llorásteis. Pero sí que tengo interés por saber con qué película os rompísteis más. Nosotros, en casa, cuando vemos una película lacrimógena, nos vigilamos con el rabillo del ojo a ver quién es el primero en desbordar, para enseguida soltar la risita nerviosa y triunfal..."jijiji..., estás llorando"..."¡calla, imbécil y déjame en paz. No me mires!"...jajaja...


24 comentarios:

  1. Luis, yo tb lloré el sábado con " lo imposible" en dos escenas sobre todo, me emocioné muchísimo.
    Y ahora os cuento películas q por muchas veces q vea siempre lloro, Top Gun, ese momento en el q Goose se muere por el accidente aéreo, cuando está Meg Ryan y llega Tom,, pufff es algo inevitable, a llorar,, ( niña tas toli?? q te creías q te iban a cambiar la escena??)bueno pues con Arma Letal me pasa lo mismo, cuando esta Mel ahi con la foto de su difunta esposa a punto de volarse la tapa de los sesos, la musiquilla y tal,, a llorar,,,,"En sus zapatos", al final de la pelicula dos hermanas intercambian unas palabras y joder,,, a llorar,,, " tomates verdes fritos" me parece una pelicula tann emotiva q creo q en esa lloro por no perder la costumbre,, Elegy solo la vi una vez y jamas pensé q Penelope Cruz me haria llorar, pero me pegué tal pechá q las ganas de verla de nuevo se me han quitado,,y como no, con el Diario de Noa q la he podido ver unas diez veces, siempre lloro, y con unas cuantas más, pero no es plan de brasearos.
    Un saludito
    Doctora Membrillo

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  2. Joder, Doctora, ...me has puesto perdido el blog...., jajajaja...Voy a tener que llamar a los Bomberos para que desagüen. Mirad a la Doctora, y parecía de mármol de Carrara....Ainsss...Un besito

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  3. Luis y ahora q estoy en un atasco y estamos tu y yo solos, tengo q confesarte q cuando se cargan al padre de Simba en el Rey Leon,, tb.
    Doctora Membrillo

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  4. Con "Tengo ganas de ti" y antes con su primera parte: "Tres metros sobre el cielo". Salí del cine llorando como la Zarzamora y Suso diciéndome que no íbamos a ir a ver más pelis lacrimógenas en la vida, porque no le gusta verme llorar. Curiosamente, nunca he sido de llorar. Me costaba muchísimo. Siempre he sido muy contenida por mi naturaleza introvertida y lloraba hacia el interior, como lo llamaba yo, pero no había manera de arrancarme una lágrima.
    Cuando por fin alguna vez conseguía romper, me caían dos lagrimillas y hasta el cuerpo me dolía por la tensión pero no acababa de desahogarme agusto por muy partida que estuviera por dentro.

    El día de mi boda me desbordé por completo y hasta hoy. Menuda terapia, Luis. Tenía que casarme para empezar a llorar a moco tendido y relajarme jajajajaja
    Me pasé toda la eucaristía llorando, hasta el punto que mi padre me preguntó si estaba segura de lo que iba a hacer y Javi mi sobri, me decía: tita, tú si no quieres casarte, no te cases, pero a comer vamos ¿eh? jajajajaja Estaba tan feliz, que cuando entré y vi allí a Lobo tan guapo, mirándome todo emocionado, me agarró una congoja tremenda y no había forma de pararme. Venga pañuelos y venga a suspirar. En todos los vídeos salgo llorando y Suso consolándome nerviosísimo y todo apurado. Menos mal que para las fotos ya me había tranquilizado y salimos sonrientes y sin rasto de lágrimas. Él también lloró, yo creo que por solidaridad conmigo, aunque es verdad que Suso le cuesta mucho menos llorar que a mí. Siempre le he envidiado mucho eso.

    El diario de Noa, madre mía cuando ve todas las cartas que nunca le llegaron? Ese momento es...a llorar se ha dicho! jajajaja

    Buenas noches para vosotros y un beso Luis y compañía.

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  5. Cristina, hace poquito asistí a una boda preciosa de una hermosísima por dentro y por fuera compañera de trabajo llamada Susana. La sorpresa de la sencilla pero muy dulce ceremonia fue que los novios se habían escrito algo , ignoraban el contenido del otro, y se le tenían que leer en voz alta. Susana estuvo en sus letras tan resplandeciente como en su faz y su vestido. Leyó segura, firme, vocalizando estupendamente y casi con ganas salvajes de soltar lo que ardía en su interior por decir a su novio, lo mismo que llevaba todo el tiempo diciéndole en silencio desde que le conoció pero ahora con palabras y en voz alta.

    Le llegó el turno al novio.......¡Se rompió con estrépito de cristales de murano y no pudo apenas leer nada! Una invitada que estaba a mi lado , sin conocerme de nada, me preguntó que qué había dicho el novio, que apenas se le había escuchado. Yo, muy cachondón como siempre, le contesté " creo que el novio ha dicho que "él no dice nada que después tó se sabe". Nos reímos.

    Eso es muy bonito, Cris. Hummm, muy interesante....O sea, que el llorón de la casa no es Valvanuz..., muy interesante, jajajaja...Un beso, preciosa. ¡coñe, que empieza la segunda parte del Barçca..! ¡Qué bien juegan esos cabritos, grrrrrrr....!

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  6. Si excluimos las lágrimas peliculeras cuando veo pelis, las lágrimas emotivas cuando me emociono, las lágrimas oftalmológicas cuando se me resecan los ojos, las lágrimas festivas cuando me parto de risa, las lágrimas terapéuticas cuando me desfogo con un amigo, las lágrimas explosivas cuando la rabia me puede, las lágrimas de cocodrilo cuando me interesa y las lágrimas depresivas cuando me doy pena.... ¡joder! ¡me paso la vida llorando!

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  7. Javi " tita, tú si no quieres casarte, no te cases, pero a comer vamos ¿eh?" ...qué chavalote, jajaja...Es único

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  8. Noimporta...." Me paso el día llorando"..¿no es una canción de Alaska? . Y los vecinos....¿no paran de protestar? jajaja...Un becho

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  9. Jajajaja, es "bailando"... que también! Yo no le encuentro nada malo a ser de lágrima fácil. A mi me va muy bien. Pero ahora en serio: la última vez que lloré "de verdad" fué el día que pensé que no podría volver a hablar con una persona. Afortunadamente acabé teniendo una última oportunidad y desde entonces procuro decirle a todo el mundo lo que siento, por si acaso se van o me voy sin avisar...

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  10. Y voy a llorar de un momento a otro si el Barça no marca un golito jajajaja

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  11. No soy familia de Bustamante, pero si hay que llorar, lloro y no se hable más. Poco me importa a mí con quién esté o quién me vea desbordarme. Será cosa de la misma tierra que nos vio nacer o que cuanto más duros parecemos, más sentimentales y sin complejos nos mostramos en ciertos momentos.

    La última vez que lloré no fue viendo una película; con las pelis no suelo llorar, como mucho me emociono un poco y se me pone nudito en el gaznate. Lloré como magdaleno cuando me pasaron hecha un paquetuco a mi Valvanuz recién salida del horno. Estaba para comérsela tapándose la carita con las manos después de los nervios que nos había hecho pasar la muy rubia adelantándose 3 semanas. Ella también lloriqueaba con ganas y y yo me hice un mar, hijos míos.
    Mi fama de cántabro tipo duro debe de estar ya en horas bajas, pero es lo que hay. Soy un llorón. No es que me pase la vida con el clínex en la mano, pero no me avergüenza reconocer que lloro cuando lo necesito y el cuerpo me lo pide. Ni se me ocurre tratar de evitarlo. Es inútil y se me termina cayendo tremendo lagrimón delator y detrás de él, van todos los demás.
    Es muy malo contenserse -en toooodo- me llevo una vida diciéndolo, y llorar es sanísimo. No lo veo como un síntoma de debilidad. Después me quedo mucho más liviano y reconfortado. Lo recomiendo. Además tié su puntito eh? Cuando te ven llorar dicen, joder con el oso peludo, si tiene corazón y ya...se derriten y son tuyas ¡ja ja ja!

    Si el Barça no gana, no voy a llorarrrr, pero se me van a quitar las ganas de siesta y de fiesta.

    Un abrazo para todos, llorones míos!

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  12. Con " Campeón". Esa peli de un boxeador. La primera vez que la ví era pequeña, y ya entonces lloré. La escena del último combate y el niño diciéndole que no se muera.....ufff...ni sé las veces que he visto esa peli y siempre digo, venga bah, esta vez no lloras..jajajajaja...imposible.
    Por lo demás, no soy llorona, aunque cuando me pongo....
    Buenas noches y dulces sueños.

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  13. ¡Cómo está el panorama de llorones!La pena penita pena es que ya no se contrate a "plañideras profesionales"que ahorita mismo monto un negocio y contrato a los anteriores. Empezando por la Maridoc, que yo cro Luís que es cierto lo de sus congojas viendo esas películas, pero que sé de buenísima tinta que el "atascazo" en pleno centro de Madrid la estaba afectando. Jatetú que le dije yo que era cuestión del rodeo al Congreso (vamos que vía messenger la informé)y me dijo que se iba a entretener que habías puesto post nuevo(y yo dándole al ordenador no me había enteradoooo), menos mal que me tuve que poner a hacer la cena, que si no, Luís ,entre las dos te plagamos esto de comentarios, que la Doc estaba dispuesta, al estilo de nuestro amigo.
    Lloros, lloreras, lagrimones a mansalva. No hace mucho lloré lo que no creí sería capaz desde la muerte de mi padre y fue cuando se fué nuestro amigo.
    ¿Por películas?Estoy pensando y no recuerdo. Ahora que con esa de lo Imposible, que no he visto, ya le leído a mucha gente y además lo he escuchado en la radio.
    Noimporta, menuda colección de tipo de lágrimas que nos enumeras, jamía,buena clasificación.Un abrazo. Por l menos te has evitado el lloriqueo ,que tu equipo marcó un gol del empate y el otro para ganar. Y digo yo que el korokota no llorará y disfrutará de la siesta y el fiestorro, pero sin mucha bulla que a lo mejor en los "iu es ei" esos no entienden las algarabías made in Spain futboleras

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  14. es cierto Susana,esa de Campeón como la de Kramer contra Kramer. ¡Menudas dos!, de antología. Síiii, las lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, sí que se me pusieron. Ahora pienso en Holocausto-la serie- y Imitación a la vida, muy antigua y en blanco y negro que de pequeña vi en la tele

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  15. Por favor, ese momento, en el " Ultimo Mohicano" donde los hermanos de los protagonistas las pichan o les ayudan a picharlas???es la BSO, si no, no me lo explico,Elegir un amor,ver a Julia Roberts tan derrumbada,diciendole a Victor q luche,en Leyendas de Pasión cuando Tristan va a ver a Isabella y luego ella le visita a el en la carcel...La vida es bella..Gladiator,Dragonfly,Yo soy Sam,tengo q reconocer q viendo peliculas soy emotiva,creo q me meto demasiado en los personajes.
    Perdona Luis ya te la he liado otra vez,, pero es q yo y el cine,,, cuando desayune pongo alguna mas,,
    Doctora Membrillo

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  16. Soy bastante llorona en mi vida diaria. No es que vaya por ahí como un alma en pena, pero si se me saltan las lágrimas las dejo fluir y descanso. No siempre lloro porque algo me entristece, muchas veces lo hago de emoción, alegría, o porque me superan muchas pequeñas cosas, que sumadas hacen que un momento dado, "explotes" por lo último que te sucede y te pilles una jata morrocutuda.

    La última vez que lloré fue la semana pasada. Llegamos a casa después de una tarde de perros, lloviendo a mares y nada más entrar y dejar las mochilas, escuché llorar a mi hija, con mucho desconsuelo. Salí pitando a ver qué le pasaba, porque no es nada llorona y pensé que le había pasado algo gordo. Sus peces estaban muertos, flotando todos en la pecera con una pinta horrorosa. Daban hasta miedo. Ella pensaba que estaban "dormidos" pero su hermano le había sacado de dudas. Me temo que les dimos demasiado de comer, al menos es la explicación que me han dado en la tienda de animales en donde los compramos y los pobrecitos, pues reventaron.
    Se los quería llevar a dormir con ella a la cama metidos en una bolsita y no había forma de hacerle entrar en razón. No cenó nada y no paraba de llorar. Les habíamos comprado con toda la ilusión y ella estaba encantada con los peces. Lo primero que hacía al llegar a casa, es entrar a ver qué tal estaban. Ya está mejor, pero vaya semanita de llantos que hemos tenido, Diostodopoderoso!
    Con las películas no sé qué me pasa, pero no consiguen llevarme a ese punto de ebullición. Trago saliva y noto en la garbanta el bolón emotivo pero no termino de meterme en la trama. Sin embargo, hay una peli que tiene muchos años, que cuando la vi por primera vez me impactó hasta el punto que me hizo llorar y siempre que he vuelto a verla, he llorado. Tal como éramos, con Robert Redford y Barbra Streisand. El momento final cuando se encuentran después de los años, se abrazan y cada uno sigue por su camino con su actual pareja, sabiendo lo que sienten el uno por el otro...ayyyy po favó! me dan ganas de meterme en la tele y decirles algo ja,jaja!

    Delfín saca la fregona que vamos a salir a nado! Besucos para todos.

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  17. Personalmente he de decir que me emociono con mucha facilidad, aunque he de reconocer que en público me cuesta aún dejarme llevar cuando son las lágrimas las que aparecen, aunque cada vez me importa menos, la verdad :-D Es fácil que si estoy hablando con alguien con quien me siento cómodo y tratamos ciertos temas, me deje arrastrar por la empatía y se inunden mis ojos.

    Que recuerde, hay un par de películas que no he podido volver a ver, pues más allá de las lágrimas sentía que me deshacía por dentro, y aún estoy reuniendo valor para volver a verlas de nuevo. Una es Siete Almas, de Will Smith, y de la otra no recuerdo el nombre ahora mismo. Sin embargo sí tengo un par de favoritas que veo a menudo, como son el último mohicano y grandes esperanzas, y en ambas me hundo en el sofá mientras me dejo llevar.

    Sin embargo, los libros son mis canales emocionales favoritos: es leyendo libros donde más intensas y duraderas son las emociones que me arrastran. Si el autor ha conseguido plasmar bien esa emoción, yo por mi parte soy capaz de zambullirme en plena corriente y dejarme arrastrar, lo necesito. Mi mente se adentra tanto que aunque me hables no me entero, y la imaginación... Ah!!!, mi imaginación se desborda al construir el mundo, la historia descrita, las situaciones, los detalles,... hasta los olores se hacen reales en tu mente, y lo sientes en primera persona; incluso en esos momentos ralentizas los instantes para hacerlos más vívidos, más intensos, el tiempo casi se detiene, y el placer que te invade se mezcla con las lágrimas en un crisol de sentimientos que se expande más allá de ti por cada poro de tu piel. En una película mis emociones son conducidas; en un libro las creo yo a mi ritmo y las potencio al máximo.

    Otras veces, no me hace falta ni siquiera un libro, sólo una canción y mi imaginación, si tengo la paz interior suficiente y me noto en armonía conmigo mismo, con lo que me rodea, para que las emociones fluyan libres y se derramen en lágrimas, especialmente de felicidad, y es en esos momentos cuando más me gusta escribir mis poesías, porque acostumbran a nacen entre lágrimas y bañadas en un mar de emociones que realimento en una espiral ascendente hasta que me hacen volar :-D

    Hay algo mejor que dejarse llevar por las emociones, sentirlas, vivirlas, disfrutarlas... Como muy bien dice Ananda, SENTIR, con mayúsculas, sea lo que sea, pero sentir. Nada nos hace estar más vivos :-D

    Cristina, casi he podido estar allí viendo esa emocionante ceremonia. Muchísimas gracias por compartirla con nosotros.

    Besos a todos.

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  18. Los chicos no lloran...cantaba Miguelito Bosé, pero después de leeros ya veo que no es más que una canción pegadiza. Estaba esperando a que algún macho se sincerase, para contar que yo también he llorao mucho en el pasado y no ser el único nenaza llorón del blog. La fama de pelotari machote cuesta mucho ganársela pero la de blanditruchi gusiluz, en dos minutos te cuelgan.
    Tuve una racha muy jodida hace años y un mal de amores que casi me lleva a la sepultura. No exagero ni trescientos gramos, si no llega a ser porque lo que la vida te quita por un lado, te lo da por otro, en forma de excelentes amigos, no sé que hubiera sido de mí. Se ve que entonces quemé todos los cartuchos y se me secaron los lacrimales, porque después he tardado en volver a llorar muchos años.
    El día de mi boda me propuse decir unas palabras después de la misa y al igual que el marido de Susana tu amiga, no dije una puñeta. Me arranqué con ganas, pero se me fue la voz. Empecé a poner unas caras que parecía que me estaba comiendo un limón y lo dejé estar. Me lo sabía de memoria y era bien sentido lo que tenía pensado decirle a mi mujer, que es lo mejor que me ha pasado en la vida, pero no hubo manera, hijo mío, me entró la llantina y era muy pronto para echarle la culpa a los blancos.
    El último mohicano, tela, hay que ser muy pelotari para no echar el alma chica por los ojos y Noviembre dulce o la Milla Verde? Hale, a sacar los tisús.

    Abrazo Luisito y otro para el resto de cofrades.

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  19. Reconozco que soy de lágrima fácil.

    Lloro con las pelis,con la música...Me emociono con mucha facilidad y últimamente ando con la sensibilidad a flor de piel.No sé si la culpa será de las hormonas,del otoño que me pone tonta,de que estamos pasando momentos de incertidumbre en casa pero estoy más sensible de lo habitual.

    He llorado con todas la películas que mencionáis.Los puentes de Madison...¡Qué panzada a llorar!
    El último mohicano,también¡Que bonita historia de amor!Mi hija se llama como la hija del coronel.

    Cuando vemos en casa alguna película lacrimogena acabamos con los pañuelos de papel y hasta con el rollo de cocina.

    Por dar un titulo diré "Mi vida sin mi".Recuerdo que fui a verla,hace ya tiempo, a la playa (cine de verano) con una amiga.Lloramos las dos muchísimo.

    Lobo,Patxi está más tranquilo.A veces se descontrola un poco y hay que llamarle al orden pero se porta mucho mejor.

    Un abrazo fuerte para tod@s.

    xulita

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  20. Pues mira, Luis, te voy a contestar...He llorado con más de una película, pero a la que nunca me resisto es a "Cinema Paradiso". La música de Ennio Morricone y ese "lo que pudo ser, pero nunca fue" asociado a un momento muy especial de mi vida (cuando la vi por primera vez) se me hace irresistible.
    A veces, pienso en ella u oigo su musica y...
    Besos,

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  21. Uf...he llorado con muchas, pero con la última que gasté un paquete de pañuelos, fue con: Postada: te amo. Me parece que los protas hacen una pareja preciosa y serán cosas mías, pero yo creo que todavía te da más pena todo, cuando el prota está como un tren y ella es una monada.
    Parezco masoca o que me va la marcha, porque sabiendo lo mal que me ponen algunas películas, las sigo viendo, aunque cuando terminen me quedo con el moco colgando un buen rato. En el fondo es que me encanta cuando terminan mal jaja!
    Otra que me dejó hecha polvo fue: Amar peligrosamente. Angelina Jolie me parece un bellezón impresionante y Clive me parece un morenazo muy atractivo ;-) Ese trágico momento en el que ella pisa la mina antipersona y se despiden...son de tila o copazo en una mano y rollo de papel higiénico en la otra porque te hartas a llorar. Y ya cuando él va a conocer a la hija que tuvo con Angelina y de la que desconoce su existencia, la niñina tocando el piano como su madre...la musiquita de fondo, ¡a llorar!
    Después para mis cosinas soy mas pudorosa y me cuesta mostrarme mal o de bajonazo, pero lloro con frecuencia, aunque a veces preferiría reír ;-)

    Un beso desde Asturias para todos.


    Blanca.

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  22. ¡Esa es la que no recordaba el título, Amar peligrosamente! Gracias Blanca.

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  23. ¿Soy el único que no puede con La Lista de Schindler y La Vida es Bella?

    ¡Me han encantado todos vuestros comentarios! Angel, el tuyo, para enmarcarlo

    Muchas gracias

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