Y no los de la Marvel que colecciono con una pasión infantiloide. Me refiero a los superhéroes de verdad.
Equipo parolímpico de baloncesto español. He visto todos sus partidos durante sus Olimpíadas.
Fascinado, boquiabierto, haciendo honor al nombre que escogí para este blog, también parolímpico porque el pobre no tiene ni pies ni cabeza, nunca sé por lo que me va a dar y con lo único que cuenta es con vuestro calor y cariño.
Esos jugadores haciendo gala de una destreza increíble con sus carritos adaptados, derrochando fuerza física el doble, el triple que los jugadores de la NBA, concentrados en la estrategia, emocionados con la celebración de sus victorias, unidos en el desconsuelo sólo transitorio de la derrota que a ellos les sabe a miel porque lo único que cuenta para ellos es que.....han podido jugar. Jugar
Cuando leí el comentario de Lobillo Javi hace unos cuantos post acerca de que nos quejamos de vicio, mi mente fue rápidamente asaltada por el ejemplo de estos superhombres y supermujeres.
"Tengo que escribir algo sobre ellos".... Y es que no basta con pensar un pensamiento. Escribir sobre lo que tu mente divaga es una forma de construir artesanalmente un mueble y después pintarlo. Como dar gomina al pelo para que el peinado dure más.
Es asomobroso que personas con limitaciones físicas tan graves realicen verdaderas proezas deportivas, y aún más asombrosos la alegría y el entusiasmo con el que participan en cada prueba resultando ser lo de menos quedar los primeros. No pierden la sonrisa, no sucumben al veneno de la autocompasión, no se adentran en el laberinto inútil del por qué yo . Son maestros en el arte de una esperanza que saben conservar en las peores tormentas. Saben mirarse con serenidad en el espejo.
No digo que no estemos todos sujetos a nuestros estacionales estados de ánimo, que nos podamos sentir decaídos, melancólicos, pesimistas, deprimidos ( pues sí que es rica la Lengua Castellana, sí... :P ,) Motivos no nos han de faltar en estos tiempos tan sacudidos por las cuatro esquinas por la incertidumbre y el canguelo que nos da hasta apretar el botón del televisor para ver un telediario.
Pero veo a estos deportistas, hombres y mujeres que se resistieron en su día al desmoronamiento total y que en su lugar se inocularon en la sangre una hermosa proteína que llamo sensatez del agradecimiento. Agradecimiento por el milagro de la existencia, tan incompresible como soberbia. Estar sano y completo es ya un inmenso regalo.
Sintámonos tristes si algún nubarrón cruza por nuestro cielo y hace callar a nuestros pájaros cantores, pero nunca claudiquemos. Tengamos la honradez de situarnos en el lugar preciso de la escala y no insultemos con nuestros problemas, con la mezquindad de nuestras quejas, con lo estrafalario de nuestros lloros, a tantas y tantas personas que no darían un brazo o una pierna por ser como los demás, como nosotros, ... y no los darían porque ....no los tienen , y a pesar de sus terribles carencias físicas descubrieron que para seguir dando mordisquitos a la manzana de la felicidad, no hace falta tenerlo todo.
Es mi pequeño homenaje a estas admirables personas y se lo quiero dedicar a mis queridos amigos Antoñita y Pedro.
...y ahora.., os aseguro que no cobro comisión por insertar publicidad, pero desde que ví este anuncio, me gustó muchísimo :