miércoles, 25 de abril de 2012

UN OCTAVO PASAJERO

Un cuerpo extraño dentro del cuerpo es una redundancia morbosa que se quiere hacer sin gracia la graciosa. No terminamos nunca de conocernos a nosotros mismos y cuando creemos que ya nos tenemos explorados hasta los confines del yo y todas sus posibilidades y reacciones, ...aparece la cábala, un enigma policromado, un pie de ciego caminando a tientas. Creo que es la mayor paradoja de la vida: una aflicción, una pesadumbre, una preocupación  como espinosas zarzas trepadoras, un agobio sobre la marcha que dispara el ansia por levantar cuanto antes de nuevo la paz y la alegría. Ahh..! la carne melindrosa, infectada con células cabronas empeñadas en echar el telón al alma. Selva impredecible y enmarañada donde los días se hacen duros y las noches se hacen blandas. Cerco de finas púas que ciñen el corazón y le quitan el ancla.

Al menos estoy curado de varias cosas: de las ganas de vivir y de morir cuando toca, de la belleza y el frío, del infierno, su fuego y su suplicio, porque todas están conmigo. Curado de ser tierra en busca de cielo. Curado de ser aire en busca de encierro. Curado desde que el cirujano me dijo la semana pasada que hasta que me meta mano en el octavo pasajero que tengo en el cuello el lunes que viene el agua se me derretiría en la boca y se desvanecería el silencio y a los ruidos les haría oídos sordos, hasta que la elipse, la parábola, el círculo y la espiral absurda de estar vivo me devuelvan el infantil sueño de ser inmune al pico negro de los cuervos.

Ya que os trato como a mi familia, os prohíbo que ignoréis por qué voy a estar callado hasta cuándo, y más os prohíbo que os preocupéis por mí, porque mi fuerza hará frente a mi miedo, como bailando, como leyendo, porque si no fuera por la anestesia general así me gustaría entrar bajo focos de luz blanca: riendo

miércoles, 18 de abril de 2012

SIR PERCEVAL

                            Foto de Angel en su viaje por las Alpujarras, preciosa

Me lo imagino sonriente, enfundándose su casco como los legendarios Caballeros de la Corte artúrica. De ser uno de ellos, sin duda sería sir Perceval, el más viajero de todos cuantos juraron lealtad al valor, la honradez y la dignidad.

Para tí, querido Angel, por ser lo que eres, un Caballero a bordo de tu mecanizado, lujoso y potente corcel, pero , sobre todo, por ser simplemente un caballero en todos los aspectos:

Me voy, amigos, me voy cambiando de marcha a la vida, me voy como un poeta, ligero de equipaje, me voy a que mis ojos filmen un reportaje, me voy a romper los espejos con paisajes, a rodar sobre sus reflejos, me voy a presentar mis respetos al mundo sin ultrajes, me voy lejos, huyendo de la hipocresía y el chantaje, me voy a que el aire me terse la piel con un hidromasaje. Pido solo salud y bonanza y que nada destruya esta alianza. A la montaña me voy, a la orilla del mar, a campo abierto y lo más lejos que pueda del Mal. Me voy,..., me voy...., me voy sin volver la vista atrás, me mezclaré entre nubes y azules que disputan con el sol sobre sus amores, seré un amante que ruboriza lo que mira y le saca los colores.

Me voy a no irme de donde soy siempre feliz, como un agente de espionaje, sin que nadie me descubra en las frondas del paraje ...., porque amigos, otra vez, otra..., me voy emocionado de viaje

domingo, 15 de abril de 2012

MI AMAPOLA


Mi madre niña madrugaba para magullarse las manos con hierros y muelles y garfios que servían para proporcionar comodidad a los ricos que se podían permitir colchones buenos. Los amaneceres de un Madrid en blanco y negro se pintaban de azul para competir con una niña alegre que nunca rindió sus sueños a las sombras de la noche. Amó a todos sus hijos con una sonrisa alegre y luchadora. Ahora sigue sonriendo sin alargar demasiado su feliz carcajada porque el tiempo le asfixia y tose. Siempre su interminable trabajo con nosotros siete iba dirigido a poblar nuestra oscuridad y a espantar el miedo de nuestros ojos, y a llenar de juguetes un salón humilde el día de Reyes Magos. Habla mucho ahora para sí misma, ahora que no tiene con quien hacerlo porque prefiere vivir con sus palabras, las que no tenía tiempo de pronunciar entre comida y comida y lavadora y lavadora. Su corazón resiste junto a una playa con olas que bombean su sangre, la misma con la que nos regó de vida. Mi madre me encendió los maravillosos mensajes del camino y no dejó nunca que el frío, el hambre y la falta de cariño treparan por mi alma como maleza podrida y peligrosa. A veces llora sin saber por qué, o sólo se le llenan los ojos de eucaliptos de agua. Sé que entonces se sueña con su padre, con su hermano cantando rancheras juntos, con las bromas continuas de su esposo Luis, con sus manos abrochándonos los botones de nuestros abrigitos antes de salir a la calle, sueña con el momento de besarnos las mejillas y con un día más escuchando el batir de las olas desde la terraza.

Por eso la quiero tanto y nunca he sabido escribirle una poesía que sirva para expresar cuánto, cuánto...cuánto quiero a la mujer que amasó tanto amor con sus manos y multiplicó los panes

Una de tus canciones favoritas, Mamá y que cantabas de manera que hacías bajar a los vecinos para preguntar si era un disco o eras tú. ¿Me explicarás algún día cómo se hace para poder y querer vivir tan sola?

lunes, 9 de abril de 2012

OPERACION TRIKI-TRIKI




- Tengo próximamente un gran compromiso: una comunión de un sobrino que me apuesto lo que queráis a que se hará muy pero que muy famoso y muy ricachón porque mi sobrino es único, inteligentísimo, guapísimo y de esos niños que tienen la marca de Peter Pan en la frente. De los que vuelan más alto que los demás. Y quiero estar muy guapo en las fotos para cuando recuerde el día de su comunión y vea a su tío Luis. Quiero que , ya muy famoso, exclame: “ éste es mi tío Luis, el único que iba medianamente elegante”. Pero para eso tengo que perder rápidamente unos cuantos de kilos y tengo solo un mes para conseguirlo. Pero, aparte, debo perderlos para……

- .. enfundarme una chaqueta de corte italiano que no me abrocha, de momeeento, y que estoy la mar de guapo con ella, que me parezco al Sony Croket de Corrupción en Mayami, y una camisa de Desigual que vaya por dios lo guapo que estoy con ella, con lunarcitos de colores bien grandes que si la extiendes en el suelo te dan ganas de jugar a poner los pies y las manos sobre los lunaritos del mismo color.

- Perderlos para que las dejadillas en la red de mis contrincantes de pádel no suponga un spring de hipopótamo jadeante y deje de caerme por el otro lado de la red cuando llego media hora después debido a la ley de la inercia y a la gravedad de los cuerpos celestes. ( Es broma, que no es por falsa modestia, pero aquí el menda lerenda es un depredador padelístico y una leyenda viva en la Bahía de Cádiz, casi como Rafael Alberti)

- Quitármelos de encima para abrocharme los cordones de mis tenis con una simple agachadita y no montando un sistema de poleas , que parezco al doblarme un secador de pelo de esos profesionales con la barriguita en el centro
-
 Y quemar más calorías al mes con un ejercicio muy sano y que a todos nos gusta ( unas cuatrocientas calorías por sesión, quinientas si eres de los que aguantan tela: el triki-triki. Los franceses los llaman “Faire l’amour! Es que ahora resulta, según todos los estudios, que ni gimnasia ni dietas ni espárragos trigueros. Lo que más adelgaza es faire l’amour tres o cuatro veces al día. Multiplicad: cuatrocientas por cuatro: mil seiscientas calorías, dos mil si eres de los que aguantan tela. Y tiene la ventaja de que no te gastas un duro, que pierdes kilos en plan doméstico y con lo que te ahorras guardas para un crucero.

Ya veis, no son coleccionables de barcos a cachos, ni de coches a escala, ni de escualos marinos ni de mariposas disecadas. Es un propósito muy al alcance, muy modestito.


Prometo foto cuando se cumpla la Operación Triki-Triki: elegantón con la chaqueta italiana que me compré en Marbella y la camisa Desigual especial celebraciones Día de Orgullo Gay, en una tienda de pijos jet-set venida a menos y con los precios tirados por culpa de la reforma laboral y los mercados de Bruselas.

He pensado en comprarme una chilaba al estilo de Demis Roussos, así holgadita, para que haya buen balanceo, que parece que está demostrado que con el OH-balancé-balancé, quéro dansar con vosé, la sangre riega mejor y por ese motivo los negros y los árabes nos sacan tres cabezas de distancia. Los slips paqueteros son un maldito invento de los jíbaros. Una chilaba para que cada vez que quiera quemar cuatrocientas calorías ( quinientas si aguantas tela...), me ponga a cantar el triki-triki , así en plan reclamo de la perdiz o la avutarda.

Voy a empezar a ver qué tal si acaso : “¡Cariñoooooo…..¿te acuerdas de Demis Roussos?

.- ( desde el fondo de la casa) ..¡Síiii…, el cantante ése que secuestraron en un avión!

.- “Bueno, sí, pero es más famoso por su Triki-Triki…¿qué tal si le hacemos un homenaje?”

Operación Triki-Triki en tres….dos…uno….¡ignición! ¡¡Tiemblaaaa, masa magraaaaa…!


miércoles, 4 de abril de 2012

MI ALMA CON CIEN CIELOS



Me han salido en la espalda
Unas úlceras de plata
No sabía hasta ahora
Cuánto daño hacen las heridas
Que te sangran como llagas
Tú tenías para mí todo lo bello
Que el cielo y la tierra abarcan
La sinfonía de los vientos,
De los bosques y las aguas
Yo, el calor de los soles
Que mueren a tus pies sobre la playa

Te alcé sobre mis versos y mis hombros,
hasta rozar los astros
recorrí todas las sombras, una por una,
Escondidas en la cara oculta de tu luna
Te besé mil veces mil
Sin tocar tus lindos labios
Tú hospedaste mi alma de cien cielos
Donde purgaba los pecados
Ahora tu olvido selectivo
y tu desdén tan caprichoso
Se clavaron en mi espalda como clavos
¡no me queda sino la triste venganza del poeta
y dejarte abandonada en el espacio!

lunes, 2 de abril de 2012

DAMA DEL AMANECER

Mi hermano Juanky me la ha jugado sin querer. No era su intención, claro que no.  Pero al proporcionarme el enlace para poder ver fotos de antiguos alumnos de Marni...., no ,no he tenido la suerte de verme aparecer con trece y catorce años, los dos años que estuve en ese centro de estudios del barrio de Barona de Valencia. Estaría malo, o cuidando de algún hermano pequeño, o véte tú a saber.Pero casi me da algo al verla, al verla de nuevo, como si el tiempo no hubiera transcurrido.


Al menos ya tengo una foto suya, tan seria, tan niña-mujer, con su típico pelo recogido en una coleta, la hija de la limpiadora del colegio, nadie le hacía caso, nadie menos yo.....Tan seria siempre y siempre tan dispuesta a reírse conmigo. Por eso me gustaba tantísimo, porque se transformaba cada vez que se dejaba dibujar una sonrisa.


No me busquéis, porque no sé por qué coño no estoy entre Furió, Teresa Navarro, Lucía, Santana, Andrés Castillo, Emilia, Pilar, Calatayud, Bermejo, Arnau.., no sé por qué no estoy a su lado.  Tan seria...., tan adorable..., tan inolvidable.... Tercera fila a la derecha, la que tiene sus manos en los hombros de Emilia que lleva gafitas. ¿Las había más guapas? Sí, pero para mí, no.


Se lo escribí hace más de tres años, pero no puedo por menos que volver a subir ese post que escribí con el corazón encogido. Perdonar su extensión, porque es más largo que un día sin pan, pero aún me parece corto porque son muchas más cosas las que me hubiera gustado sacar de la cárcel de los recuerdos.


para tí, María José García López, "la hija de la limpiadora", mi amor primero, estés donde estés.....


"Soy un privilegiado porque sin necesidad de adoctrinamientos creo en la Eternidad. Ni siquiera me es necesario contemplar la Capilla Sixtina para creer en ella.

Un libro abrió la tapa de tu recuerdo y pronunció tu nombre, María José. Y, desde entonces, pillina, no haces más que visitarme en sueños. Y como soñar para alguien tan empedernidamente soñador como yo es más habitual que el afeitado de la mañana, fichar en el trabajo e ir al supermercado..., aquí me tienes disfrutando de tus nocturnas y fabulosas visitas.

¿Nos hicimos alguna vez una foto juntos? ¿ Ni siquiera en grupo con el resto de los compañeros de clase? No lo recuerdo. Pero es un hecho que carezco de una foto tuya tanto como que tu recuerdo no se deja sobornar por las brumas que levanta el tiempo confuso.

Nos conocimos en el Colegio Marni del barrio valenciano de Barona. En esa frontera difusa entre niñez y adolescencia. Luego te haces mayor y comprendes que eso de la frontera difusa no existe. Existe el desplazamiento de tiempo cuando te empiezan a salir pelitos genitales, en los sobaquillos y una colonia de hormigas quiere pasearse por tu cara. De los doce a los catorce años estuvimos juntitos en la misma clase.

Me gustastes desde el principio. Para un Luisito atolondrado era imposible sustraerse a los destellos de tu cara de porcelana, a tu risa cantarina y a esas piernas que adoraría toda la vida si de pronto se convirtieran en Budas acostados. La hora de la gimnasia era mi favorita porque me solazaba sin fin contemplando esas piernas con poderes hipnóticos.

En aquella época estaba muy enfermo, pero como mi enfermedad no estaba incluida en la lista de patologías clínicas, mamá nunca me llevó al médico de cabecera. Padecía una enfermedad mortal llamada "timidez enfermiza". Cuando quería dirigirte la palabra, la palabra subía por mi estómago hacia las cuerdas vocales como un alpinista que estrena una piola que no sabe manejar, resbalándose a cada rato, y cuando llegaba a la boca la palabra que quería decirte se inflaba como el arroz durante una indigestión, y como una bala de cañón sin polvora ahí se quedaba, sin fuerza para salir. Tú siempre me decías " ¿Qué..? ¡Dispara ya!"... y no sé qué cara debía poner yo, pero te retorcías de la risa .

Estaba tan enfermo que no andaba. Corría. Corría todo el rato. Si en vez de andar corría, la gente tenía menos tiempo para fijarse en mí. Así que desde casa al cole y del cole a casa siempre corría. Y saltaba sobre los cubos de goma de la basura. El salto más atlético y con ínfulas de querer batir algún récord olímpico lo reservaba para el grupo de cubos que había enfrente de la ventana de María José. Ella siempre esperaba asomada a que pasara yo y verme saltar. Y yo quería que sólamente ella supiera de mi existencia. Así que todos los días saltaba frente a su ventana y todos los días recibía mi ración de aplausos suyos que me sabían a gloria y la confirmación de que no quería hacer otra cosa en la vida sino saltar y que María José me aplaudiera hasta el fin de mis días.

Ocurrió un imprevisto que puso fin a mis saltos de rana urbana. En medio del impulso saltarín, un ogro disfrazado de gato salió de forma inopinada dando un brinco del interior del cubo de basura. Y digo de forma inopinada porque ya se sabe que una de las características de los gatos es que nunca tienen opinión. El caso es que me llevé un buen susto, perdí la coordinación psicomotriz, me tropecé con la tapa..... y caí de morros contra el suelo en compañía de dos cubos de basura más a tope de residuos. Antes de comprobar si me había roto un hueso o si del fondo de algún cubo había un cadáver, mi prioridad era tranquilizar a María José, quien seguramente estaría horrorizada por el estrépito de mi caída, temerosa de mi integridad física y al borde de la angustia vital por si ya no podíamos tener hijos.

Estaba en su ventana. Eso sí. Puntual como siempre. Pero no estaba horrorizándose. Se estaba descojonando como pocas veces he visto hacer en mi vida.

En un principio, quise salvaguardar mi dignidad levantádome como Tarzán después de vencer al cocodrilo. Pero no sé si fue el eco de las maravillosas carcajadas de María José o que justamente en ese instante descubrí el saludable efecto cómico de las situaciones ridículas.., que también empecé a reírme sin poder parar mientras me sacudía las peladillas de patatas y demás restos de potingues.

Bajó, me ayudó a limpiarme con una toalla que se trajo, me regañó un poco y me dio un beso.

Cuando alguien de la clase propuso durante un recreo invernal que jugáramos a elegir ser un animal, María José contestó que ella se pedía ser un delfín. Me impresionó. Un delfín…..Las elecciones que le precedieron se inclinaban por felinos espectaculares ( leones, tigres, panteras, leopardos, linces…) ; ella rompió la tendencia eligiendo un animal elegante y simpático. Pero había un problema y apenas tiempo para solucionarlo, porque en el corro me tocaba contestar a mí dos turnos después. Ella había elegido un delfín, y en mi concepto demasiado riguroso de la realidad, un delfín era un animal masculino, porque si no se hubiera pedido ser delfina. Me imaginé por un momento nadar junto a ella toda la vida, jugueteando y brincando sobre el mar con cabriolas cirquenses que la hicieran continuamente reír. Pero.., mecachis, se había pedido delfín masculino…, piensa, piensa Luis…., si quieres nadar junto a ella y quieres ser su pareja…., no tendría más remedio que escoger un animal marino femenino.
- Lluiso, tu turno
………………
………………
-¡Venga..! Dí alguno
- ..na .s…on…a
-¿Qué has dicho? Habla más alto
- ¡Una esponja !
- Una esponja no es un animal (risas)
- Sí lo es, que lo he visto en la tele
- Una esponja de baño te pides?
- No. Una esponja salvaje de mar
( la expresión “ esponja salvaje” consiguió detener las risas. Un adjetivo bien elegido a tiempo puede evitar cualquier catástrofe o cualquier ridículo. ¡Claro, yo todavía no lo sabía!)

Sonó la sirena y de vuelta a clase, María José me preguntó con su sonrisita adorable de siempre que por qué me había pedido ser esponja salvaje. Le contesté que las esponjas salvajes no son salvajes si alguien les gusta, y que como ella era delfín pues quería ser su esponja para frotar su cuerpo siempre y que fuera el delfín más brillante del mar.

A María José le duró tanto la risa que d. Andrés, el profesor de Ciencias Naturales, la expulsó de clase. Luego a la salida me echó la culpa a mí, pero me dio un beso. Y un disconforme y desconfiado compañero preguntó a ese profesor si era verdad que las esponjas podían ser animales. "Sí, las esponjas son animales" . Me miraron con asombro. Cómo saboreé aquello.

Y en Semana Santa nos íbamos a La Eliana a comernos la mona de Pascua y a jugar a la botella. La botella, un juego que hoy me parece supercasto, y que consistía en elegir ( qué dura etapa aquella: todo consistía en elegir) a quien querías besar si el cuello de la botella al girar se detenía en ti. Pero en aquella época jugar al clandestino y pecaminoso juego de la botella era como participar en una orgía romana.

Nunca tuve la suerte de que me tocara el puto cuello de botella, porque besar sólo besábamos los chicos. Las chicas eran las besadas. Sin embargo, eras tú, María José, de las más elegidas por todos los demás afortunados. Creo que, en ese justo momento, me vacuné contra los celos para toda la vida. Sufrí tanto que me inmunicé para siempre.

¿Qué haces? Me preguntan ahora mis compañeros de trabajo cuando me ven absorto en la manipulación de cualquier botella vacía a la que doy vueltas y más vueltas.
- Entrenarme

- ¿ Y qué clase de entrenamiento es ese? ¿ Para qué coño te sirve?

¿Cómo explico a un compañero de trabajo que creo en la Eternidad y que volveré a jugar a la botella con María José, y esta vez nadie se me adelantará ni me arrebatará la gloria?

Estoy seguro de que después de escribir este post, no volverás a visitarme hasta yo qué sé….Oigo tu risa y ya te han vuelto a expulsar por romper el silencio celeste.

Ház lo mismo. Espérame a la salida para regañarme y darme un beso.

Te mando tu canción favorita. A todas les gustaba más Camilo Sesto, pero tú te inclinabas por el autor de tu canción favorita, aunque "tuviera cara de pena", que te decían las demás.

En el amanecer de todo lo que he llegado a sentir por las mujeres que he amado, tú fuiste la primera, la Dama de mi Amanecer."