La hermosísima Torres de San Jacques, uno de los edificios que más me gustaron, rodeado de un jardín precioso en medio de la urbe, muy cerca de la Plaza de Chatelet. Entre esta torre y la Iglesia de San Nazario se produjo la terrible matanza de los Hugonotes. Debajo de esta zona, las catacumbas parisinas donde reposan los restos de seis millones de esqueletos. Si os decidís a visitarlas, váis a tener jaloguín del bueno. Durante muchos años se aprovecharon las antiguas canteras romanas de la que extraían piedra y arenisca para construir París para enterrar a sus muertos. Napoleón acabó con esta insalubre práctica ordenando construir cuatro cementerios en las afueras, uno de ellos el famoso de Pére Lachaise, que también merece ser visitado.
Impresionantes los rosetones de la majestuosa Nuestra Señora de París, Notre Dame.
Incomparablemente bella y etérea, Notre Dame se alza en la isla de la Cité, flanqueada por los dos brazos del río Sena. Es la parte más antigua de París, la que conquistó a los Parisíi Julio César en persona. Edificio majestuoso y delicado al mismo tiempo, un regalo para los sentidos y la admiración de todos los aficionados al arte arquitectónico del estilo gótico. Y pensar que no se conoce bien quién fue su arquitecto....Me gusta pensar que fue el mismo que protagoniza la novela de Follet, Los Pilares de la Tierra.
Las torres se pueden visitar después de jartarse uno de subir peldaños estrechísimos. Si quieres admirar las famosas gárgolas, merece la pena. Y la vista que hay desde arriba es arrebatadora. Uno comprende por qué los parisinos tienen muy claro que la principal avenida de su ciudad es el curso del río Sena. Subí las escaleras llamando a voz en grito a Esmeralda, pero no estaba.
Parte trasera de la Catedral, la girola con sus característicos arbotantes, que es como la firma personal de esta construcción. Joder, qué bonita es y qué evocadora. Qué artistas, qué grandes artistas...Pensar que trabajaban ahí cientos de artesanos únicamente a cambio de comida y jergón...
Dos compis custodiando la Torre Eiffel, muy guapas y chulas ellas. Hay soldados con metralleta también patrullando alrededor para prevenir ataques terroristas y más gendarmes....en bicicleta o con patines. Las dos amazonas no se dejaban hacer fotos, pero tiré de placa corrupta y a mí me lo permitieron. ¡Gracias, guapas!
Detalle del lujoso Puente de Alejandro III, Zar de todas las Rusias y de todas las rusas. Este magnífico puente ( y París tiene más de treinta) une la Plaza de la Concordia con la explanada de los Inválidos. Ese paseíto es imprescindible, junto con el de los Campos Elíseos, para poder decir que has estado en París. La foto de abajo es otra toma del mismo Puente. Y está hecha desde uno de los innumerables bateau, barcos acondicionados para los turistas y un recorrido de aproximadamente una hora por el Sena. La perpesctiva que se tiene de la ciudad desde el río es de un gran impacto poético.
Mirad qué restaurante sobre el Sena más chulo para llevarte ahí a tu pareja y hablar arrobadamente sobre la Biología molecular de las leguminosas o bien de la Estructura atómica del electrón pendón. Ideal para noches de gran romanticismo. Si no triunfas con tu cherí después de una cena así, mejor te tiras al río con una piedra al cuello.
El Louvre tiene forma de U orientado de este a oeste en paralelo al margen derecho del Sena. Los dos trazos largos se llaman Sala Richelieu, que todo el mundo sabe quién fue porque para eso hemos visto los Mosqueperros ( "eran uno dos y tres los famosos mosqueperros, lalalalá ), y la sala Denon ( llamada así en memoria del primer director del Museo nombrado por Napoleón, uno que le acompañó en su campaña egipcia y le oyó decir, al pie de las Pirámides, esta retórica frase modelo de arenga para la soldadesca: " soldadossssss..., diez mil años de Historia nos contemplaaaan, jaaaarlllll, no puedorl! ". Y el trazo cortito de la U se llama Sala Sully por un ministro de uno de los primeros Capetos, algún Enrique al que le dieron por culo detrás del tabique. Es la parte más antigua del Louvre. En el entresuelo se puede ver todavía los restos del antiguo Castillo del Louvre, una fortificación típicamente medieval con sus torres y todo.
¿Qué os puedo decir acerca de este increíble e interminable Museo? Pues que me descojonaré en la cara de quien me diga que en un día le ha dado tiempo de verlo entero. Nosotros nos centramos en las exposiciones de la Planta Primera , la más interesante, creo yo. Y a toda ostia, viéndolo todo ligerito, parándonos únicamente ante alguna obra que nos colgaba de las nubes, tardamos ocho horas. Ocho horas para una planta. Y no lo vimos todo. Sufrí serias alucinaciones contemplando La Balsa de la Medusa, de Gericáult. La Mona Lisa y la Venus de Milo no son para tanto, coñe...Están sobrevaloradas. Hay obras más exquisitas y fastuosas. Está bien, valeee, Leonardo fue el mayor genio de la Historia junto con Miguel Angel y Georgi Dan, que con una canción cada verano se forraba el tío, pero fue un cachondo mental que se tiró toda su vida mofándose del Catolicismo dominante , retrógrado y quemaherejes de la época sin que se enteraran, y, por si fuera poco, se las apañó para que aquéllos a quienes despreciaba le profesasran culto a través de una sábana, la primera fotografía de la historia: la Síndone de Turín , la mayor reliquia del catolicismo, cada vez más claro que fue realizada por Leonardo da Vinci poniéndose él mismo como modelo. Me lo imagino dentro de la cámara oscura que diseñara para fijar el negativo en la tela descojonáo de la risa.Qué jodío.....
Para quien tenga dudas acerca de las connotaciones cabalísticas y masónicas de las Pirámides de Cristal del chino Pei que auspició Francois Mitterrand, observad bien esta foto y luego me contáis. ¡Estos masones nos van a volver locos con sus jueguecitos! ¿Nos quieren dominar?
El Louvre presenta un estilo llamado "Imperial", pues fue el señor Napoleón quien auspició y remozó el antiguo palacio Borbón, y como este gran personaje histórico era un auténtico huelepedos que todo lo quería controlar (desde luego que capacidad no le faltaba), encargó a sus arquitectos oficiales Percier y Fontaine que adaptaran el estilo Neoclásico para ensalzar estéticamente los triunfos y glorias de la "Patrie". Este estilo afectó sobre todo al diseño y decoración de los interiores y al diseño de muebles, y también a la orfebrería ( hay una colección de cajitas de rapé - la droguilla de moda entre los ricosóstratas- que quita el sentío. Perlas, zafiros, esmeraldas, ónice, oro, ..en fin...No sé cuánto puede llegar a costar una sóla cajita: millones). En resumen, era un estilo sincrético que combinaba el clasicismo griego y romano con el orientalismo del que Napoleón era gran admirador. Josefina le pidió un obelisco, y con dos cojones se trajo un obelisco del Templo de Luxor para no cabrearla, el que se puede admirar en la Plaza de la Concordia en medio de dos versallescas fuentes hermosísimas. En cualquier caso, tanto el exterior como el interior del Louvre no tienen desperdicio y merecen ser vistos con detenimiento.
En esta foto se pueden apreciar seis monumentos. El remate del ala Denon del Louvre a la izquierda, la Torre Eiffel entre el Louvre y el Arco del Carrusel ( primer Arco de Triunfo que mandó construir Napoleón para celebrar que en Austerliz les dio para ir pasando a los subiditos rusos y austríacos. La carroza con los caballos de arriba se los trajo de Venecia, como botín de guerra.Posteriormente mandó contruir el grandote y megalítico Arco de Triunfo que domina los Campos Elíseos, en realidad se llama Arco de la Estrella, pero al pobrecico mío no le dio tiempo a verlo terminar y fue su sobrino Napoleón III quien se apuntó el tanto de su inauguración) . A continuación también destaco como monumento las farolas de París, muy elegantes y recias. Y he dicho seis monumentos, me quedan dos...., jajajaja.... Cuando la peor enemiga de Internet que existe en el mundo vea que he colgado una foto suya, me lleva de nuevo a la Plaza Vendóme y resucita la Guillotina.
Esta foto la saqué mientras hacía cola para los tickets del Museo. Estamos bajo la Pirámide de Cristal y me gustó mucho las formas geométricas que cambiaban aparentemente incluso de diseño a medida que el Sol declinaba. Muy logrado sus efectos visuales. A nuestros acompañantes no les gustó esa "mamarrachada" en medio de un edificio tan histórico y emblemático como el Louvre. Pero a mí, sí. Mucho. Ya se sabe: el arte es muy subjetivo, tan subjetivo como el amor, y nadie sabe dónde nacen las conexiones que conmueven tu sensibilidad.El Arte, aunque sea un producto elaborado con la cabeza, sólo es posible entenderlo con el sentimiento. Y, a veces, ni siquiera es preciso entenderlo. Basta con sentirlo, como cuando observas dormida a la mujer que amas.