miércoles, 29 de septiembre de 2010

AMOR DE GEISHA

Cuando uno ve una película así ( " MEMORIAS DE UNA GEISHA" - no confundir con el libro La Vida Secreta de una Geisha, nada que ver), tan intensamente plagada de emociones humanas, resulta inevitable sentirse hechizado. Y si , además, el hechizo viene acompañado de una música cautivadora y unas imágenes que más que fotogramas son postales bellísimas, todo ese efecto combinado consigue incrementar tu amor al cine como un arte imprescindible para comprender el alma humana.

Como siempre que hablo de una película en mis Asombritos, me guardo mucho de desvelar su final, incluso su argumento, por si alguno de mis lectores no ha tenido la fortuna de verla todavía.
Así que voy a hablar de las Geishas, uno que no ha pisado Japón ni estado en Kioto, paraíso de las geishas,. Pero entre lo que he leído y las pelis que he visto y las conversaciones que he tenido con un vecino que es maestro de guitarra española y que está harto de visitar Japón, pues me voy a atrever.

Lo primero, a reconocer un error de apreciación. Siempre he pensado que “aunque la mona se vista de seda, (y aquí hay mucha seda), mona se queda“. Por mucho que quieran disfrazar la prostitución con sedas y encajes y polvos blancos para un cutis inmaculado y peinados artísticos, el mundo de las geishas para mí no dejaba de ser un invento del machismo japonés de alto nivel al servicio de su caprichosa lujuria. Antiguamente, concebido para los emperadores y nobles ; actualmente, para los ejecutivos de las grandes empresas, porque por menos de diez mil euros no te sale una velada con geishas de verdad, según relata mi vecino. Qué jodío mi vecino…

Pero después de ver la película me he replanteado todo. Primero, que las geishas deben ser muy cultas. El étimo “geisha” significa “mujer de arte”. Eso ya explica lo que significa ser geisha. Su fin primordial es entretener a los hombres con danzas, ejecución de piezas musicales y de poesía, pero sobre todo, deben estar muy bien preparadas para conversar sobre cualquier tema. Son expertas en el arte del teatro, el kabuki, con una memoria prodigiosa para recitar los tan de moda haikus, versos cortos de diecisiete sílabas. Son auténticas sacerdotisas de la estética y, sinceramente, se comete una injusticia, la cometía yo mismo, equiparándolas con la idea occidental de prostitución de lujo.

Algo que me atraía mucho en la película era observar sus gestos. Más que gestos, componían un estilo: la forma de caminar, el manejo de las mangas y la forma de inclinar el cuello hacia los lados, consiguiendo que el rostro no perdiera nunca la verticalidad.

Y lo más curioso en el entrenamiento de una aprendiz de geisha, una maiko, a cargo de una maestra o mamasán que las recluía en un régimen de semi-esclavitud, , lo constituyen unas normas concretas de comportamiento en las conversaciones que deben mantener con los hombres. Son tres normas esenciales:

- Ser amable y no abrir nunca el corazón
- Decir lo contrario de lo que se piensa si eso puede agradar al hombre
- Observar bien qué es lo que el hombre espera que se le diga, y decírselo

¿Merecen ser llamadas prostitutas por observar estas tres normas ejecutando un trabajo que se define por la estética ? Creo que no.

¿Acaso en nuestras conversaciones diarias con familiares, jefes, compañeros, vecinos y panaderos no actuamos a veces como auténticas geishas y geishos ? Yo , desde luego, ya voy aprendiendo a abrir mi corazón cada vez a menos gente y a apreciar la economía de energía que significa dar la razón a los necios.

En fin, que después de ver Memorias de una Geisha en vídeo y charlar sobre la peli con mi pareja, le pregunté sin rodeos qué le parecía realmente el papel de la geisha. Mi pareja me respondió así:

- ¿Qué le gustaría escuchar como respuesta al señor?… ¡

- Bueno, ya que estás tan complaciente, preferiría que me recitaras en modo susurro y con sentimiento haikus de copos de nieve y sauces o algo verde

- “¿qué te parece éste? : “mi señor marido se puede ir a freír espárragos“. Tiene diecisiete sílabas y sale una herbácea.

( ¡la madrequelaparió !)

Realmente, aunque las respete, no me gustaría estar casado con una geisha. Prefiero a una mujer que me baje de las nubes diciéndome cosas que no quiero oír y me mande a freír espárragos de vez en cuando.


Preciosísima banda sonora:

domingo, 26 de septiembre de 2010

EL VIEJO PARAÍSO

No sé de sueños
Ni de sus significados
Pero tu ofrenda nocturna
Consigue alas
Para la extraña soledad
con la que me despierto

Anoche me visitaste,
Corriste por el parquet
de mis sueños
Y de puntillas,
silenciosa,
Me observabas dormido

¡Pum, pum…Pum, pum….. !
La luna llena
comenzó a latir
Bombeando sangre nueva
Y tinta con la que escribir
este poema

Es tan difícil respirar así:
Esperar a la puerta del mar
Amar sin aforismos
Y desollar con las manos
un deseo inmenso

Huele a ti cuando despierto
Y cuando poso mis pies
en el suelo
Piso tus pétalos
Que dejaste caer aposta
Para que no te olvide

Ya no estás
Y partículas fugaces
Me visten
Del siguiente sueño
En el que regresarás
Resplandeciente
De blancura

Me pregunto si es que
Muero
O si es que
Vivo
Cada vez que me atrapa
Ese viejo Paraíso

jueves, 23 de septiembre de 2010

UN HECHIZO CONTRA LA AMARGURA

Locuras de acróbatas enamorados en un lecho, desnudos cuerpos enredados, rozagantes, valses de sexos deslizantes, bocas, lenguas, manos refugiadas en el pecho, danza salvaje de dedos delirantes , pieles desechas en un nudo estrecho y el paraíso eterno convertido en un instante traspasando un deseo alucinado sin pudicia ni pertrechos.

Surca el cielo una Alfombra Voladora entre nubes de placer y una lluvia embriagadora, entre sábanas y almohadas, entre risas satisfechas de sus propias travesuras y miradas despeinadas por un aire de lujuria, hambre de más en un plato de tristeza o en el fondo de un vaso que derrama torpemente infantiles deseos de pureza.

Hasta que se rompe el hechizo por culpa de uno de los dos, una magia flota en el ambiente : culpa del primero que rasga el aire con el filo oxidado de una palabra indiferente.

Sexo, sexo, más sexo cóncavo y convexo, con mordiscos animales y sangrantes besos…,Sexo, qué placer tan grandioso y cuánto sabes burlar a la amargura. Pero…, ¡qué poco duras! ..;: sólo te falta ser inmenso si además pudieras compararte con dos o tres segundos de ternura

martes, 21 de septiembre de 2010

CONOCERÁS AL HOMBRE DE TUS SUEÑOS


¿La última comedia de Woody Allen? ..¿comedia?…¡Santo cielo, pocas películas tan tristes he visto en la gran pantalla! Destila tal tristeza de principio a fin que cuando sales de la sala sólo falta la sal de una lágrima furtiva.

¿Por qué? Porque todos los personajes que hace desfilar Woody Allen por un argumento y unos diálogos sencillos como una pena son seres atrapados por la neurosis del amor. El amor que cantan los poetas y el que prometen las espiritistas es muy hijo de puta. Se descubre, se esconde, se apaga, se renueva, hace ruido, cierra por descanso, por vacaciones, por quiebra emocional, por engaños, ..y vuelta a empezar. Sólo debe su caprichosa y traicionera existencia a la ilusión de la que se alimenta.

Es evidente lo que un ya anciano pero experimentado Woody Allén, que sigue igual de obsesionado con sus fantasmas de siempre ( vejez, inseguridad, muerte) ha querido subrayar en su elegante película ambientada en un Londres que presta su cielo gris a los amores de tonos grises: no existe el hombre de tus sueños, no existe la mujer de tus sueños, pero parece indudable que SÍ EXISTEN LOS SUEÑOS y que los hombres y mujeres que más alejados vivan de la realidad son los únicos capaces de vivir una existencia cercana a la felicidad. Pero para eso son precisos muchos gramos de locura bella que habría que pagar de peaje en la enloquecida autopista de locura fea disfrazada de cordura que se ha hecho dueña de casi todo.

Woody, gran melómano, acompaña como siempre con una gran banda sonora esta película. En esta ocasión, invita a Mozar y su sinfonía Júpiter que me hizo rebullir de placer en la butaca cuando comencé a escuchar sus primeros compases.

A destacar el personaje que interpreta Anthony Hopkins. No os cuento nada. Cada expresión de los actores, cada fotograma, la ropa que llevan puesta, el mobiliario y aspecto de las viviendas en donde guardan sus miserias, todo forma un puzzle de significados.


¡Pero de comedia romántica, NADA DE NADA! Es una tragedia griega condimentada por Woody Allen.

Dejadme acompañar este pequeño comentario sobre una película nada cómica con un texto delicioso de Aron Moss que tenía por ahí revoleado en mi biblioteca


“Pregunta:

Estoy en mis treinta y pico y todavía estoy soltera. He salido con docenas de hombres, pero ninguno es el correcto para mí. Sé lo que usted va a decir: Que soy demasiado rebuscada. Pero no puedo conformarme con algo medio bueno. ¿Dónde está el hombre de mis sueños?

Respuesta:

No tiene sentido. Usted es una persona maravillosa, con tanto para ofrecer. ¿Por qué todavía está sola?
Podría haber muchas razones de por qué a alguien puede serle difícil encontrar su compañero. Pero pienso que en su caso, la respuesta es simple. ¡Usted ya está casada!. No está disponible, porque está comprometida en una larga relación íntima con un imaginario Sr Perfecto. Usted tiene un cuadro exacto en su mente del hombre perfecto, y está tan enamorada de ese cuadro, que no está abierta a nadie más. No importa lo grandioso que el tipo sea, no puede compararse a su sueño. Usted se ha adherido a una burbuja con su amor imaginario, y no está abierta a personas reales. Así que en realidad no se ha encontrado con docenas de hombres. Usted nunca ha salido verdaderamente con ninguno. Usted no los ve como realmente son, sino como no son: el imaginario Sr. Perfecto.
Una relación significa conectarse con el otro, alguien que no es usted. Usted no puede tener una relación con una invención de su propia imaginación, o con su supuesta propia caricatura de otra persona. Necesita salir de su imaginación, suspender sus prejuicios y realmente abrirse a alguien más. Permítase ser sorprendida. Por otra parte, el hombre de sus sueños se quedará dónde pertenece - en sus sueños.
Me disculpo por ser tan áspero con usted. Sólo quiero romper su burbuja, porque hay una persona real fuera de ella, esperando por usted. Él lo merece y usted también. Así que hágalo, pero deje de estar casada como las monjas, con el hombre perfecto , porque los hombres perfectos acaban crucificados en la cruz y cruda realidad.."

sábado, 18 de septiembre de 2010

20 DE LIVTIEMBRE


Dentro del grupo que vestía risas como túnicas, ella era la chica de la púrpura ternura y su miel era la mejor en esa arrinconada colmena de alegría.

La generosa abeja-reina un buen día dejó de desovar pasninas-aunleuro y la colmena quebró por absentismo laboral. Michi -( si me lees : un beso, Maite)- nos dejó en paro y desde entonces andamos a tientas.

Aún así, nuestra alondra preciosa de fábula, nuestra LP inolvidable, siguió siendo golosina de música y vistiendo al cielo del mejor azul mientras un mortal nubarrón se cernía sobre el acantilado desde el que contaba amaneceres menguantes.

Aunque otro clima reclamó su transparencia y nos la quitó, hoy, 20 de Livptiembre, tú, Liv Pinyol, vuelves a revivir y cruzas mi conciencia, y devuelves un matiz inmaculado al “caruso iluso” al que embriagabas con tu aleteo de mariposa convirtiendo en una fiesta cada cosa, como un hada que hacía irradiar de su varita destellos de pureza sin haber tenido nunca que hacerlo en el oscuro país de la tristeza.

Porque vives dentro de mí
Ni tu música olvido
Ni tu cariño pierdo
Te guardo
En una amorosa sombra estival
Bajo la que refrescas mi recuerdo




SI LLEGÁIS
(SI ARRIBEU) Lluis Llach

"Si llegáis en la vida
más lejos de donde yo pude llegar,
sabed que moriré celosa de cada
paso
que me hayáis avanzado.
Que no me sabré resignar
a no ser la mejor caminante,
la atleta más fornida
y la más frondosa amante.

Y no me deis consuelo.
Sólo decidme, si acaso,
todo aquello que habéis visto
y yo no podré mirar:
lo más hondo de los ríos
que mis pies no mojarán,
la fragancia del cuerpo
que no podré amar,
la inmensidad de un cielo
en el que nunca podré volar,
las brasas de un fuego
que no me han quemado,
las barcas que en la mar
no podré timonar.

No me deis consuelo
que no sabré consolar.

Y porque sé que vosotros
iréis más lejos que yo,
estoy celosa y contenta,
muy celosa y contenta
de la suerte que habéis tenido,
de la suerte que tendréis.
Sin embargo, sé que nunca
fui fornida atleta
ni tan sólo digna amante;
sólo fui ser ... una caminante"

viernes, 17 de septiembre de 2010

LA MÚSICA


- " escúchame; tan sólo, escúchame", es el único mandamiento que más que imponérmelo, le ofrezco yo a El.

Notas indestructibles revoloteando entre teclas, cuerdas, tubos de aire que comprimen una energía que nuestro instinto reconoce.

Un préstamo de eternidad que sólo a ella pertenece

Notas que señalan un tiempo y una presencia más radicales y fuertes que el olvido o la incredulidad.

Me dice su nombre para calmar un delirio de conocimiento ávido de desentrañar su misterio y ni siquiera su nombre es necesario para sentir que la MÚSICA es la forma que ha escogido Dios para ahorrarnos las religiones si queremos tocarle como El nos acaricia a nosotros y tan cerca le siento que mi alma se santigua sin pedirme nunca que me arrodille.








martes, 14 de septiembre de 2010

A NUESTRA MANERA

Desde la posibilidad de un encuentro entre Zapatero y Obama, encuentro que al final no se produjo, no se había vuelto a crear otra ocasión como la que ilustra la foto para un encuentro planetario.

Dos astros del savoir faire en amores, dos artesanos de la seducción, dos semidioses ungidos por Zeus para quitar el sentío a las más desengañadas, frígidas y duras damas coincidieron en el idílico pueblo de El Puerto de Santa María para blandir sus espadas, comparar sus dotes casanovescas y alzarse gallardamente con el trofeo de “ Guaperas de Verano 2010”

La lucha fue reñida, porque el accésit del título consistió además en pasar una noche de loca pasión con la reina de la Feria de El Puerto. Era algo que nos motivó mucho y que hizo que, tanto Joffre ( pronunciado Yofre, a ver qué os habéis creído) como yo, nos esmerásemos al máximo, pues de todos es sabido la legendaria fama de mujer guapa y bien plantá que tiene la mujer andaluza.

El jurado lo tuvo difícil, porque durante las dos noches que duró la reñida competición, fueron cayendo en nuestros brazos damas y más damas que, después de haberse dejado embriagar por el hechizo de nuestra irresistible masculinidad, juraban que jamás volverían a mirar a ningún otro hombre.

Fue inevitable. El premio fue exequo, que es un latinajo que significa “un carajo pá los dos”, y el único problema consistió en con quien se iría la Reina de la Feria de El Puerto.

Mientras esperábamos a que esa belleza subiera al estrado, se apoderó de mi un sentimiento caballeresco, el héroe-perdedor, el renunciante perpetuo, aquél que sacrifica su felicidad por la de los demás. Una mezcla así como la figura del fotógrafo Clint Eastwood de los Puentes de Madison y el Roy Batty de pelo platino de Blade Runner salvando en el último momento de su existencia a su cazarrecompensas.

La sensación que te queda al culminar un sacrificio parecido es agridulce, pero por dentro, con el paso del tiempo, te convierte en un respetable tipo duro.

Así pues, renuncié incluso a que la Reina de Feria de El Puerto tuviera la oportunidad de elegir, y cedí el puesto a mi adversario, Joffre, pronunciado Yofre.

Esta foto que vais a ver a continuación atestigua que el desagradecido de Cachorro no quedó del todo convencido, incluso no me dio las gracias, mientras yo sonreía alegremente pensando “ ¡buf, de buena me he librado”

Para mí, que la Reina de la Feria de El Puerto ya le estaba tocando el culo a Cachorro

El segundo momentazo de la noche se lo tenemos que agradecer a una charanga de pueblo que al enterarse de que estábamos por ahí cerca, se arrancó con el "My way" de Frank Sinatra. Y digo el segundo, porque el primero fue ver la carita y los ojos en blanco que se le quedaron a Ea! después de hincar el diente por primera vez en su vida a una cañaílla. " Pues esto está muy rico" , jajajaja...Preciosa Ea!, descabellaste la cañaílla como un avezado picaor, qué manejo del palillar, qué járte, shiquiya, jajaja...

Ea!, Cachorro, muchas gracias por vuestra compañía y lo que siento es que todos los que nos damos cita aquí en los Asombritos no nos podamos reunir físicamente como sin duda nos apetecería hacerlo, porque está demostrado que cada vez que lo hacemos nos los pasamos genial. Todos participaríamos en crear un clima divertido y amable , pero eso sí...., sería siempre de esta manera, porque yo no tengo comentaristas normales, sino tenores :

viernes, 10 de septiembre de 2010

SEPTIEMBRE


Huele a la ingenuidad de un niño sin miedo en su primer día de escuela. Bajo un paterno cielo el termómetro se deja medir por fin por una brisa que desprende un sacro olor a sol amable que recobra nuestra amistad.

Eso me ha parecido siempre Septiembre: un amigo que recuperas después de acaloradas discusiones y desencuentros , el instinto de un gato que se arrellana de nuevo en tu regazo.

Su aliento suave te exulta y te asombra, te inspira y te nombra. Un hondo silencio azul, una hipnosis de sombra, un cauto latido del mundo sin gula de hastíos. Septiembre de fragantes uvas, de boca a boca, de almas perdidas que la memoria invoca, de suspiro blando que da la espalda al mar con un sol agotado que se cura con la mansedumbre de un aire de cítara que brota en las cumbres.

Septiembre de candor sereno que cuenta los pasos con dulce sosiego y hace felices a los ancianos ciegos.

Sé que las tardes, con el novio con el que más se emocionan, es con Septiembre, y se peinan y se atusan como niñas coquetas.

Dáte una vuelta por sus treinta días, y reserva alguno en bicicleta…¡ vamos, hombre,¿a qué esperas??!

martes, 7 de septiembre de 2010

EL VUELO DE PETER


De antemano, declaro bajo juramento que nada que me sea dicho con cariño y amistad me molesta. Y si me molesta incluso bajo esas condiciones, sería un enfado con fecha de caducidad.

Molestia..., ninguna.
Enfado...., menos.
Pero curiosidad....¡toda!

Tres eran tres personas muy queridas por mí y que no se conocen entre ellas, y que no sé por qué extraña razón me quieren y me regalan gratis su amistad, han coincidido en adornar su felicitación de cumpleaños vistiéndome con trajecito verde , gorrito verde emplumado y mallitas verdes. ¡ Ah! , y un cuchillito al cinto me imagino que para untar la mantequilla del desayuno.

Sin rodeos han convenido en conferirme rasgos de Peter Pan, el niño que no quiere crecer.

El niño que no quiere crecer.

Esta frase dicha según de qué modo y con qué intención tiene más peligro que un bidet lleno de pirañas. Hay connotaciones para todos los gustos. Mi dos retoños, uno con casi 27 tacos y otra a punto de cumplir 18, me emocionaron muchísimo cuando me confesaron -recién salidos de sus trece o catorce años- que no querían crecer. Cuando me lo confesó Luismi me dije para mis adentros interiores “¡anda, cómo yo!”; y cuando hace cuatro años me lo dijo mi Margui, me salió de dentro para fuera “! Anda, Margui, has dicho lo mismo que dijo tu hermano con tu edad y también lo que dije yo a la Yaya!” ¡Ay, los genes…! Voy a aprovechar para preguntaros si también os encadenasteis y os tragasteis la llave del candado de la niñez cuando os empezaron a crecer pelitos por todas partes. A ver si va a ser un síndrome universal y yo todo este tiempo haciendo el tonto avergonzado de confesarlo.

La psicología callejera, que no científica ( ¿la psicología puede ser científica?) define el Síndrome de Peter Pan como una especie de acojone vivo al compromiso. ¡Toma castaña!, lo que conlleva inmadurez, frivolidad y un intento patético de prolongar la adolescencia irresponsable y casi inimputable. Pero ese Peter Pan no soy yo. Descartado. No puedo serlo ni lo he sido nunca porque el cocodrilo se comió a mi papi y con catorce años pasé de ser el tercer hermano de siete al segundo y forzoso padre de cuatro: la responsabilidad y el compromiso me la inyectaron por vía intravenosa y sin anestesia. Descartadísimo .

Más psicología callejera: El Peter Pan vagabundo culo inquieto. Pues de ese Peter Pan tampoco tengo mucho porque siempre he tenido muy claro dónde está mi nido, dónde mi cigüeña compañera y dónde mis pajarillos. De momento, la brújula familiar no se ha desmagnetizado.

Sí he sido, aunque infructuosamente, el Peter Pan invisible, y no porque mi madre no me prestara atención, sino por elección propia y como método de supervivencia para que los pandilleros del Torrefiel y Barona valencianos, en pleno auge del fenómeno Orange O'Clock, se olvidaran de un pusilánime Luisito, . Lo quise ser, sí, un Peter Pan invisible, pero no lo conseguí. En aquella época no era un joven, sino un guepardo. No por mi garra y fiereza, ni mi velocidad, sino por los moratones negros que tatuaban a hostias los warriors amos de la noche en mi delicada piel un día sí y otro también. ¿Mi delito? Ser diferente. ¿Mi diferencia? Prefería leer tebeos en la escalera a cualquier otra cosa, algo que en aquellos viriles tiempos me convertía en un enemigo contra la salud pública.

¿Peter Pan seductor? ¡Pssch..!, no sé. Es que existen dos clases: la de mi amigo Jesús el cabrero y la de mi amigo Aníbal. Jesús busca seguridad a través de su autoimagen y para ello utiliza los recursos típicos de la seducción, sobre todo en un intento de suplir su falta de seguridad con actitudes aduladoras y caballerescas tan del gusto de las mujeres tipo Rita Hayworth. Es el seductor activo, se lo tiene que currar y, por supuesto, atractivo físico no le falta, que es condición necesaria y a veces suficiente para empezar a hablar de seducción masculina o femenina.

Aníbal es agua de otro cántaro. Sólo necesita sonreír para cautivar. Simpulso es igual sólo que potenciando al máximo una mezcla en dos tiempos, como el carburante de mi vespa, donde dosifica la atracción física y la atracción intelectual en una perfecta carrera de relevos. Muy chulitos los dos, qué asquito, joer..., así no hay quien compita....¡Madre que los parió! ¡Muerte a los papasitos!

¿En qué categoría podría aspirar a encuadrarme para ser un Peter Pan seductor? Pues, sinceramente, ya da lo mismo. Tengo cincuenta y un años y una barriguita pacientemente moldeada a base de miles y miles de helados y dulces que hacen estéril el debate.

Así que si tres buenos amig@s me han catalogado en su inventario de amistades en la categoría de Peter Pan, el niño que no quiere crecer, quiero creer que es porque me conocen lo suficiente y se he han tomado la molestia de comprender que mi síndrome piterpanesco no es un defecto. Tampoco una virtud socialmente ventajosa, pero no un defecto.

No hay nada malo en no querer crecer si eso significa que rechazas muchas pautas sociales que no hacen nada por proporcionar al ser humano alegría, paz, bienestar y a ratos unos cuantos minutos, incluso horas, de auténtica felicidad.

No es Peter Pan el problema. Nunca lo ha sido. Ojalá hubieran más porque esta podrida sociedad nuestra está insoportablemente repleta de Capitanes Garfios que intentan engancharte para que no escapes de las voraces fauces del cocodrilo: Cocodrilo obsesión, cocodrilo avaricia, cocodrilo insolidaridad, cocodrilo prejuicios, cocodrilo manipulación, cocodrilo politiquerío apestoso, cocodrilo odio, cocodrilo fanatismo, cocodrilo miedo…

Más saurios que en los sueños de Cocodrilo Dundee. No me extraña que James Matthew
Barrie usara la metáfora del reloj alojado en el estómago del cocodrilo para decirnos…” cuidados, chicos, cuidado con el mordisco del cocodrilo con su tic-tac y haced el favor de no perder el tiempo con nada que no sea volar, volar, volar…hasta la isla de las sirenas, hasta la bahía de los piratas, hasta el poblado indio y la península de los caníbales, y si podéis volar de la mano de Wendy , mejor que mejor…”

¿ Peter Pan? Pues me enorgullece serlo de la forma y con la intención con la que me lo han dicho esos estupendos amigos y a fe mía que voy a intentar que ese pequeño bribón de orejas puntiagudas siga volando entre las cuatros cuadrículas de mi corazón.


Anoche, con mi pluma de ánade, escribí sobre la corteza del viejo abedul del pantano:

Sólo quiero firmar cheques
En la majestuosa curva de las olas
Un contrato con el sol cuando declina el día
Con el cielo y el mar a solas

Quiero un trono sin pedestales
Donde al niño no se le olvide jugar
Aunque se le pierda la corona
Con la magia siempre y la dicha del asombro
Y el orgullo sagrado de ser alegre y bueno
.....si acaso la vida me traiciona

sábado, 4 de septiembre de 2010

DONDE HAY QUE ESTAR


Como una partícula de tiempo inmemorial he atravesado la neblina del recuerdo hasta reencontrarte. Un collar de amaneceres y un anillo de inviernos deshicieron el opio de la espera. Me recibes con un sabor de lágrimas en los labios ( llorona, siempre has sido una llorona) ... y una feliz noticia.

Unas manos locas de caricias chisporrotean con esa electricidad estática que brota cuando nos acercamos demasiado. Sigues estando tan hermosa y tu carita llena de hoyuelos lunares continúa estando colmada de caminos para el gesto alegre en los que me pierdo sin encontrar el camino de vuelta y sin prestar atención a lo que dices.
- "¿Que te quéee?"
- "Me caso en noviembre. No faltes, porque te voy a invitar"
- "Yo no te invité a la mía"
- " Ni yo hubiera ido. Pero ahora es distinto. Estamos donde hay que estar y sabemos de qué va eso de vivir. Si voy a tener un momento feliz, quiero compartirlo también contigo."

Ahora debo tener cuidado para no maltratarme con tantos recuerdos porque quiero asistir a su boda y regalarle el pólen de mi suerte y el vocabulario del amor cuando invade de palabras cariñosas el día y se adueña de la noche y que las extienda como barcos veleros hacia un puerto seguro después de tantos años zozobrando en medio de crueles tempestades que no se merecía.

Ese vocabulario que tú inventaste para mí y que aprendí de memoria.

Te deseo algo más que la Felicidad, pero no te enfades si cuando empiecen a corear el "que se besen, que se besen", me quede callado. Muy callado, preguntándome sin dolor una vez más por qué no nos besó a nosotros el destino.

O mejor, haré algo mejor. Besaré a mi pareja que sigue a mi lado desde que tú te fuiste del mío.

"Todo se mueve
El tiempo baja los pies,
se descompone y cae.
Regresa hasta el lugar
donde las huellas forman parte de tí
como un destino de arena que resiste
en algún sitio
detrás de la ola.

¿A qué memoria perteneces?"
Luis G. Montero

Para tí