A Jesús Gil le oí decir en una entrevista con el Loco de la Colina, Jesús Quintero, que él se había metido en la Alcaldía para lo que todos los políticos se meten : para ganar dinero ( para " forrarse" dijo el Zaplana). Pero que ganar dinero lo haría al mismo tiempo que mejorar todo lo mejorable de Marbella.
Lejos de escandalizarme por su deslenguada manifestación, tan característica de un personaje tan singular y polémico, valoré la posible sinceridad de sus palabras pasando por alto su tufillo demagógico y provocador.
Y me acordé del Gran Cínico. Muy cínico, pero muy lúcido y que soltaba cada prenda que demolía cualquier convicción . Me estoy refiriendo al filósofo Voltaire. Escribió que a él particularmente no le molestaban los gobernantes ladrones, sino los que, además de ser ladrones, no hacían nada reseñable por el pueblo.
Corruptos los ha habido siempre, pero aunque forman parte de una tipología humana despreciable, ya que se dedican a saquearnos, especialmente despreciables e insufribles son los que padecemos ahora. Miradlos: no pierden la sonrisa ni cuando salen de los Consistorios esposados en compañía de la Guardia Civil. Alcaldes, concejales, consejeros, cargos de confianza, asesores de todo pelaje, …una fauna interminable de escalafones administrativos…, todos afanados en la infame tarea de enriquecerse cuanto antes aprovechando la idiocia sin remedio del electorado y el blandenguerío de una ley muy sensible con todo lo que tenga que ver con delitos cometidos por políticos que…redactan y promulgan leyes. Yo me lo guiso, yo me lo como. Preguntar a los vecinos qué han hecho por su pueblo o su ciudad. Os lo digo yo: nada y más que nada. Empeorar el patrimonio urbanístico con recalificaciones salvajes y empecinarse con obras faraónicas sin apenas utilidad práctica. Cuando a mi colega el jefe de obras del Ayuntamiento le pregunto.." pero R., ¿otra vez esta calle levantada? ¿Qué le pasa ahora? " Nada especial, Luis. Es que en algo hay que emplear el dinero "
De diecisiete alcaldes encausados por robar, todos menos uno, el último, el de Santa Coloma, están de putísimamente bien repantigados en sus casas, con sus cuentas suizas o gibraltareñas a buen recaudo, esperando un proceso que se alargará durante años, se sustanciará definitivamente cuando nadie se acuerde del escándalo y como mucho se penalizará con la disposición legal más leve posible, si directamente no se archiva , se sobresee, o se yoquesé. Y la mayoría sin estar inhabilitados para ocupar otros cargos públicos. Ahí tenemos a la rubia de Marbella, a Isabel García Marcos, reincorporada a su antiguo puesto de trabajo como....(¡cágate!) inspectora de Bajas Laborales.
A cambio de algunos cientos, incluso miles, de millones de pesetas o leuros, no está mal correr el riesgo del descrédito si acaso te pillan, no?
Qué malos eran los nobles y aristócratas y terratenientes y señoritos que explotaban al pueblo llano, a la plebe, a los trabajadores. Todo el mundo de acuerdo en que eran unos canallas llenos de soberbia y vacíos de humanidad, con contadas y meritorias excepciones.
Pero….¿qué me decís del pueblo llano? Mejor dicho, de esos representantes democráticos del pueblo llano. ¿No son peores? A mí me parecen mucho peores que el Conde Duque de Olivares , el Emperador del Sol Naciente, El Zar de todas las Rusias, , los Reyes Soles y compañía, aquellos gilipollas que creían que tenían derecho a la riqueza y todas las prebendas por designio divino. No dejaba de ser una enajenación que mamaban desde el primer biberón, como un lavado de cerebro.
Pero estos tíos de ahora, estos carteristas , son mucho peores porque traicionan la confianza de unos ciudadanos que les han elegido para fomentar, administrar e invertir en esa utopía llamada interés común.
Todos nos escandalizamos cuando un telediario a diario nos mantiene informados de cómo la lista de chorizos va en aumento. Pero realmente, lo que a mí más me escandaliza es que todos nos estamos haciendo unos cínicos pasivos y conformistas, dando por bueno que el lodazal de la corrupción es tan inevitable, y en su caso, tan punitivamente lacio, que el político honrado que no roba ni prevarica y no se deja sobornar nos parece un pobre diablo. Eso, al parecer, tiene nombre en política: italianización. ¡Cómo estará Italia de podrida para que un tipo como il Cavallieri Trinconetti Manipulaone sea el presidente del Gobierno con mayorías absolutas!
No tenemos partidos políticos. Lo que hemos parido y consentido entre todos son auténticas corporaciones empresariales con la vista puesta exclusivamente en codicias y ambiciones personales y en acaparar cuantas más parcelas de poder, mejor. Funcionan con metas y organigramas puramente mafiosos. La orgía de apetitos de poder que está viviendo el esperpéntico PP es un botón de muestra. El resultado inevitable de todo este pandemónium, de todo este Ocean's Eleven organizado, es la desconfianza, la apatía y la abstención: los peores enemigos de la democracia que tanto trabajo y sacrificio costó a nuestros antepasados conseguir y el mejor caldo de cultivo para que estos vampiros proliferen.
¿y tú, Luis, qué haces? Pues no mucho, la verdad. No dejar que mis desengaños vayan más allá de, al menos, votar en blanco y seguir leyendo a Voltaire. Por lo menos para que ningún ladrón me engañe. Bastante le permito con no poder evitar que me robe y con no poder influir en quien tiene autoridad sancionadora ( los jueces, otros que tal bailan) para que les escarmienten legalmente. Tampoco quiero que hagan con esos cuatreros políticos lo que los bolcheviques miserablemente hicieron con la familia Romanov al completo. Hubiera bastado con dejarles tranquilos en la granja de Ekaterimburgo y que se cultivaran ellos solitos las papas y que les salieran callos en las manos. Pero, coño, ...casi que nos falta a la sociedad premiar a los corruptos de ahora con un diploma por astutos y organizarles una fiesta de fin de curso cuando les trincan.
No quieran encima también engañarme detrás de esa seráfica sonrisa que exhiben impúdicamente cuando están al alcance de un micrófono y dicen " todo esto es un montaje de la oposición". Y no faltan tontos que les aplauden. Como decía mi tío Cuqui, en un timo la primera vez el culpable es el timador. La segunda vez, el culpable eres tú.
Tengo miedo. Miedo de acabar colgando en un pasillo de mi casa un póster de Jesús Gil junto a los que tengo de Estela Plateada y Charles Chaplin.